Situada en el top ten de los países más visitados del mundo, Italia sin duda ofrece infinitas opciones a la hora de planificar un viaje. Pocos países logran reunir historia, arte, gastronomía y paisajes de la misma forma que Italia. De este magnífico país ya conocíamos Roma (ciudad a la que viajamos juntos) y Milán y Venecia (a las que viajamos cada uno por nuestra cuenta hace ya algún tiempo). Así que tras hacer y deshacer muchos planes, finalmente nos decidimos a regresar para hacer una ruta en coche por el país.
La gran ventaja de Italia es que la tenemos muy cerquita de España, por lo que ir hasta allí en nuestro propio coche era algo totalmente factible. No teníamos ganas de coger aviones y queríamos viajar a nuestro propio ritmo. La libertad total que da un viaje en coche no se consigue de ninguna otra forma y es ideal para moverse por los pequeños pueblos de Italia.
Una de las peculiaridades de este viaje es que optamos por ir de camping en vez de alojarnos en hoteles o apartamentos. Este viaje surgió como una opción más económica a otro destino que teníamos en mente. Por una serie de cuestiones laborales y personales, los planes se torcieron y hubo que recortar el número de días de vacaciones y el presupuesto disponible para ellas.
Una vez elegida Italia, pensamos en distintas formas de ahorrar algo de dinero. Una de ellas fue viajar en nuestro propio coche, que a pesar de los gastos en peajes y gasolina nos salió más barato que viajar en avión y alquilar un coche una vez allí. Otra forma de ahorrar fue cambiar hoteles por campings. Nos llevamos nuestra tienda de campaña y por muy poco dinero disfrutamos acampando por Italia, incluso durante las tres noches que pasamos en Florencia.
Nuestro recorrido por Liguria y la Toscana
La ruta elegida combina ciudad, campo y playa, así que ofrece algo para todos los gustos. A continuación os detallamos el recorrido que hicimos día a día.
- Día 1: Barcelona – Génova
- Día 2: Génova
- Día 3: Génova – Levanto
- Día 4: Levanto – Cinque Terre – Levanto
- Día 5: Levanto – Lucca – Pisa
- Día 6: Pisa – Volterra – San Gimignano
- Día 7 – San Gimignano – Monteriggioni – Siena
- Día 8 – Siena – Montalcino – Pienza – Montepulciano – Lago Trasimeno
- Día 9: Lago Trasimeno – Cortona – Arezzo – Valle del Chianti – Florencia
- Día 10: Florencia
- Día 11: Florencia
- Día 12: Florencia – Puget-sur-Argens (Francia)
- Día 13: Puget-sur-Argens – Barcelona
En 13 días recorrimos un total de 2.692 km por Liguria y la Toscana. El decimotercer día no hicimos ninguna visita turística, sino que lo añadimos para hacer el camino de vuelta en dos partes y que fuera así algo más llevadero. Pueden parecer muchos kilómetros, pero la mayoría los hicimos en el trayecto de Barcelona a Génova y en el de Florencia a Barcelona. Una vez in situ, los desplazamientos no fueron demasiado largos ningún día y los hicimos intentando intercalar visitas por el camino para que no se hicieran demasiado pesados.
Aunque 12 días pueden parecer pocos para visitar tantos lugares, la verdad es que nos dio tiempo de todo y viajamos sin prisas ni agobios. Como en cualquier viaje, disponer de más tiempo siempre es positivo, pero esta cifra nos parece aceptable para el recorrido que hicimos.
La ruta que hicimos finalmente fue más corta que la que diseñamos en un primer momento. Inicialmente íbamos a visitar también Venecia, Milán y Turín, entre otros lugares. Pero al reducirse el número de días libres disponibles tuvimos que acortarla y poner el punto final en Florencia.
Lo más destacable del viaje a Italia
Esta ruta por Liguria y la Toscana nos ha parecido un viaje de lo más completo. Hemos conocido la que para algunos es la ciudad más bonita de Italia: Florencia. También visitamos otra ciudad, Génova, bastante más sórdida pero con un encanto propio y un pasado muy rico. Hemos disfrutado con los pueblos pesqueros de Cinque Terre y sus fantásticas vistas al mar Mediterráneo.
Tras unos primeros días de sol y playa nos dirigimos a la bellísima Toscana, con sus pueblos medievales perfectamente conservados. Allí, en mitad de cipreses, olivos y viñas, descubrimos una Italia más pausada y tranquila que invita a callejear por las empinadas calles de sus encantadores pueblecitos.
Y todo ello sin olvidarnos de la inigualable gastronomía italiana, para muchos la mejor del mundo. No sabemos si será la mejor o no, pero sin duda hemos disfrutado de sus quesos y embutidos, su pasta, su pizza y sus helados sin ningún remordimiento.
Este ha sido un viaje que podríamos definir como variado. Lo hemos disfrutado al máximo, sin prisas y a nuestro aire. Viajar a Italia, sin duda, siempre es una buena idea.
Nuestro presupuesto
A continuación os vamos a desglosar todos los gastos que tuvimos durante el viaje. Evidentemente, este presupuesto sólo sirve para daros una orientación general. Ya se sabe que los precios cambian continuamente, así que no hay que tomarlo al pie de la letra. Sin embargo, sí que os puede ayudar si estáis planificando un viaje similar y queréis tener una idea general de lo que os puede costar.
– Transporte: 386,44€
En esta categoría incluimos todo lo que nos gastamos en peajes, gasolina, transporte público y aparcamiento. Como hemos comentado antes, al hacer el viaje desde casa en nuestro propio coche no tuvimos que pagar ni billetes de avión ni el alquiler de ningún vehículo. Por supuesto, esta es una decisión muy personal. No todo el mundo quiere conducir tantos kilómetros. Nosotros estamos acostumbrados a viajar largas distancias en coche, pero si no os parece una opción adecuada para vosotros siempre podéis optar por el avión. Por cierto, acordaos de consultar con la compañía aseguradora de vuestro coche para saber lo que os cubre en un viaje por la Unión Europea.
Aquí también queremos mencionar otra forma de llegar hasta Génova (la primera parada de nuestro viaje) que algunas personas nos mencionaron. Se trata del ferry. Si queréis llevaros vuestro propio coche pero no queréis conducir tanto, en Barcelona se puede coger un ferry que os deja en Génova. Nosotros ni siquiera nos planteamos esta opción. La razón no es otra que la duración del viaje: diecinueve horas y media, ni más ni menos. Y lo mismo a la vuelta, claro. No consultamos ni precios ni nada, porque nos pareció algo descabellado. Pero por si os parece interesante, podéis consultar la página web de la empresa que hace este trayecto.
Os desglosamos los distintos gastos incluidos en este apartado:
Peajes: 172,75€
Aquí es donde más nos dolió el bolsillo. Sin duda los peajes franceses e italianos no son nada baratos. Siempre existen alternativas gratuitas a las autopistas, pero entre los kilómetros extra y la limitación de velocidad, acabamos optando por las autopistas de pago.
El tramo desde Barcelona hasta la frontera francesa fue el más económico. A la ida pagamos 5,20€, mientras que a la vuelta nos gastamos 12,45€: había mucha caravana y optamos por recorrer un tramo más largo por autopista.
En Francia nos gastamos la friolera de 49,20€, tanto a la ida como a la vuelta. Eso sí, conducir por las autopistas francesas es una gozada. Y sus áreas de servicio son fantásticas.
En el tramo italiano, el gasto fue bastante distinto a la ida y a la vuelta. Al ir, sólo pagamos peaje hasta llegar a Génova. Nos costó 18,90€. Al volver, como lo hicimos desde Florencia, el coste del peaje subió hasta los 37,80€. El resto del tiempo nos movimos por carreteras nacionales gratuitas.
Gasolina: 171,49€
Teniendo en cuenta la cantidad de kilómetros recorridos, es normal que el gasto en gasolina fuera tan elevado. Salimos con la que ya llevábamos en el depósito, que no entra en el cómputo porque la habríamos consumido también si nos hubiéramos quedado en casa.
Lo que sí notamos fue la diferencia en el precio de la gasolina con respecto a España. Si aquí el precio estaba sobre 1,21€/L de media en el momento de nuestro viaje, en Francia, sin embargo, costaba ya alrededor de 1,40€/L de media . Y en Italia el precio se disparó hasta los 1,51€/L que llegamos a pagar en Génova, aunque de media estaba a 1,42€/L.
Transporte público: 28,20€
Si bien viajamos con nuestro propio coche, a la hora de visitar ciudades como Génova, Siena o Florencia utilizamos el transporte público (autobuses y tren de cercanías) para ir desde los campings en los que nos alojamos hasta el centro urbano. En los posts correspondientes os daremos todos los detalles al respecto.
En este apartado no hemos incluido los 30€ que nos costó la Cinque Terre Card, que nos permitió usar ilimitadamente el tren para visitar los cinco pueblos de Cinque Terre. Hemos incluido este importe en el apartado de entradas a museos y monumentos, aún sin serlo exactamente. El motivo es que la Cinque Terre Card no sólo sirve para moverse en tren, sino que también incluye el acceso a los distintos senderos del parque nacional. Por tanto, la hemos contabilizado como si fuera el precio por entrar al parque.
Aparcamiento: 14,00€
A pesar de usar el transporte público en las ciudades, para visitar los pueblecitos de la Toscana utilizamos nuestro coche. Y en la mayoría de ellos nos fue muy complicado (si no imposible) encontrar aparcamiento gratuito. En todos los pueblos el acceso en coche está limitado a los residentes. Los visitantes tienen que aparcar en los parkings de pago o en la zona azul que hay en la entrada. Aún así, no fue un gasto demasiado grande.
– Seguro de viaje: 0€
Como en cualquier viaje fuera de nuestras fronteras, siempre es recomendable (si no imprescindible) contratar un buen seguro de viaje. Ya se sabe que cualquier problema de salud puede dar al traste con el mejor viaje del mundo. Dicho esto, debemos reconocer que para este viaje a Italia fuimos sin seguro médico. Sí que contábamos con la Tarjeta Sanitaria Europea, de la que ya os hablamos en este otro post. Aunque no es lo mismo que un seguro de viaje, optamos por correr el riesgo. Y por suerte la jugada nos salió bien: no tuvimos ningún tipo de percance. Eso sí, no os recomendamos que hagáis lo mismo.
– Alojamiento: 369,45€
Teniendo en cuenta que tan sólo tuvimos que pagar por 11 noches de alojamiento (la última noche nos salió gratis, como os explicamos un poco más abajo), el precio medio por noche fue de 33,58€ para dos personas.
Ya hemos comentado antes que en este viaje optamos por una forma de alojamiento alternativa al tradicional hotel: fuimos de camping. Otra novedad fue que no llevábamos hecha ninguna reserva. Tan solo teníamos una lista con varios campings anotados después de investigar un poco por internet. Tuvimos la gran suerte de encontrar plazas disponibles en todos ellos. En caso contrario nos hubiéramos tenido que espabilar y buscar alguna otra alternativa.
Tan sólo la última noche fue algo problemática. Nos marchamos de Florencia después de comer, con la intención de hacer noche en algún lugar de Francia. Así, al día siguiente tendríamos menos kilómetros que hacer hasta llegar a casa. Aquí sí que íbamos completamente a la aventura, sin haber buscado información de ningún tipo. Al empezar a anochecer decidimos salir de la autopista y buscar un lugar para dormir.
Google Maps nos falló estrepitosamente, ya que los campings más cercanos que nos indicó estaban cerrados. Decidimos entonces buscar un hotel barato (cosa difícil al estar en plena Costa Azul). En los dos que encontramos (uno de la cadena Ibis y otro de dos estrellas) la recepción había cerrado a las nueve de la noche. Ya eran más de las nueve y media y no teníamos a donde ir. Así que ni cortos ni perezosos buscamos un área de descanso de la autopista y pasamos la noche «durmiendo» en el coche. Fue incómodo, pero al menos nos salió gratis.
A continuación os dejamos una lista con los campings en los que nos alojamos:
Camping Villa Doria
Este camping está a las afueras de Génova, en Pegli. Nos quedamos dos noches y estuvimos muy a gusto. El precio oficial del camping es de 32€ por noche (incluyendo la tienda, dos adultos y un coche), pero al pagar en efectivo nos hicieron un pequeño descuento y nos salió por 30€/noche. La tarifa incluye también la conexión a una toma de electricidad y el wifi gratis (que funcionaba un poco mal).
Los baños estuvieron siempre impecables. La única cosa destacable sobre ellos es que aún cuentan con tazas turcas (de las de ponerse en cuclillas). En el baño de mujeres, por ejemplo, había una de cada tipo: un baño con taza «normal» y otro con taza turca. En Italia no es raro encontrar este tipo de baños, a pesar de estar en franco retroceso (o completamente extinguidos) en todos los países occidentales. Nosotros no tenemos nada en su contra, ya que son más higiénicos. Pero sabemos que la mayoría de la gente no comparte esta opinión.
La gran pega que le pondríamos a este camping es que la zona de acampada está en la parte más baja. Para acceder hasta allí hay que hacerlo a pie (la pendiente es demasiado grande para llegar con el coche) y nos tocó cargar con todas nuestras pertenencias arriba y abajo. Aparte de este pequeño detalle, no tenemos ninguna otra queja.
Camping Pian di Picche
Situado en Levanto, este camping es perfecto como base de operaciones desde la que explorar Cinque Terre. Pasamos allí dos noches y nos costó 30,50€ por noche. El precio incluye la tienda de campaña, el coche y dos adultos. Tened en cuenta que a la hora de pagar sólo aceptan efectivo.
En la plaza que elegimos no había toma de electricidad, pero como estábamos justo enfrente de la recepción y el bar, pudimos recargar los móviles en una zona que hay habilitada para ello. La zona del bar, muy tranquila y agradable, es perfecta para sentarse mientras se usa el wifi gratis, que solo funciona en los alrededores. Por suerte nuestra tienda estaba tan cerca que nos llegaba la señal sin problemas.
Es un camping muy agradable y de ambiente familiar. Las instalaciones están muy limpias y son muy correctas. La única pega que le pondríamos es la enorme cantidad de mosquitos tigre que nos encontramos. Al ser una zona bastante húmeda los mosquitos son muy abundantes. ¡No os olvidéis el repelente de insectos si alguna vez os alojáis aquí!
Camping Village Torre Pendente
La ubicación de este camping, a tan sólo 800 metros de la Torre de Pisa, es inmejorable. Nos alojamos aquí una sola noche y nos costó 39,00€. El precio incluye lo habitual: tienda, coche y dos adultos. También ofrece una toma de electricidad y wifi gratis. Y cuenta con un extra fantástico: una piscina. Las instalaciones son de una calidad excelente. Los baños están muy limpios y las duchas son muy amplias y cómodas de usar.
En el momento del check out nos entregaron un vale de descuento que nos fue de gran utilidad, ya que nos sirvió para casi todos los campings en los que nos alojamos los siguientes días.
Camping Boschetto di Piedma
Situado a las afueras de San Gimignano, este camping ofrece unas instalaciones excelentes. Sólo pasamos aquí una noche, pero fue uno de los mejores campings en los que nos quedamos. Utilizando el cupón de descuento que nos habían dado en el camping de Pisa, nos costó 34,50€. Este precio incluye la tienda, el coche, y dos adultos. También permite el acceso gratuito a la cercana piscina municipal. Está a pocos metros del camping y es realmente estupenda. Lo que nos sorprendió es que el wifi no es gratis, sino que es de pago. Al hacer el check out nos dieron un nuevo vale de descuento para utilizar en el siguiente camping.
Las instalaciones de este camping son inmejorables. La zona para fregar los platos y lavar la ropa es la mejor que hemos visto nunca. En cuanto a los baños, están impecables. No sólo están limpios, sino que cada cubículo cuenta con su wc y su lavamanos privado. Algunos tienen incluso bidé. Las duchas no están mal, pero en comparación con los baños no son nada excepcional.
Camping Siena Colleverde
A un breve trayecto en autobús del centro de Siena, este camping es una opción perfecta para ahorrar mientras se visita la ciudad. La noche que pasamos aquí nos costó 36,30€ después de usar el cupón de descuento que nos dieron en San Gimignano. Además de la tienda, el coche y los dos adultos, el precio incluye una toma de electricidad, aunque el wifi es de pago. Una vez más, al hacer el check out nos dieron un nuevo vale de descuento.
Los baños y las duchas están bien, aunque sin ser maravillosos. Lo mejor del camping es, sin duda, su piscina. Es la más grande y limpia de todos los campings en los que estuvimos. La utilizamos por la mañana y por la tarde. Por la mañana la tuvimos casi para nosotros solos, fue una auténtica maravilla.
Badiaccia Camping Village
A orillas del lago Trasimeno, este camping nos sorprendió con unas instalaciones de primera categoría inmejorables. En este camping no pudimos usar ningún cupón de descuento, ya que no está asociado a la misma red de campings que los anteriores. Sin embargo, fue el más barato de todos: tan solo nos costó 28,70€. Sin duda es un precio excelente, especialmente teniendo en cuenta las excelentes instalaciones de las que dispone. El precio incluye una tienda, un coche y dos adultos. Además, incluye una toma de electricidad y wifi gratis. Y no nos olvidemos de la piscina.
De este camping hay que destacar las impresionantes duchas con las que cuenta. Los baños también están muy bien, pero las duchas son una pasada: están impecables y son enormes. ¡Incluso tienen hilo musical!
Lo más decepcionante de todo fue la playa del lago Trasimeno junto a la que se encuentra el camping. Aunque en las fotos de la página web parece un lugar idílico, lo que nos encontramos fue bien distinto. Con un olor a algas muertas espantoso, toda la orilla era un auténtico lodazal. El agua estaba completamente turbia y llena de hierbajos. Ni locos nos hubiéramos dado un baño ahí.
Camping Village Internazionale Firenze
Situado a tan sólo 6 kilómetros del centro de Florencia, este camping supone una alternativa de lo más económica al caro alojamiento de la ciudad. Eso sí, fue con mucha diferencia el camping más sucio y en peores condiciones de todos en los que nos alojamos. Nos quedamos un total de tres noches, a un precio de 36,65€ por noche. Aquí sí que pudimos utilizar el vale de descuento que nos dieron en el camping de Siena.
Desde el camping se llega fácilmente al centro de Florencia. Está situado en Bottai y a unos 800 metros de la entrada hay una parada de autobús (el nº 37) que lleva hasta la Piazza della Stazione, junto a Santa Maria Novella.
Solamente recomendaríamos este camping por el ahorro que puede suponer. Pero la verdad es que nos pareció horrible. En la página web hay fotos de los baños. Parecen estar bien, pero que no os engañen: están muy sucios, huelen mal y se caen a pedazos por la falta de mantenimiento. Hace 20 años este camping seguramente estaba muy bien, pero la dejadez total en la que se encuentra ha hecho que no envejezca nada bien. Durante los tres días que estuvimos, no vimos que limpiaran los baños ni una sola vez. Incluso dejamos algún trozo de papel por el suelo, para ver si lo quitaban, y allí seguía cuando nos fuimos.
El camping tiene piscina, lo que podría ser un punto a su favor si no estuviera tan sucia. El agua estaba un poco turbia y en el fondo de la piscina había algo que podría ser una piedra o una caca, vete tú a saber. Sólo con ver el verdín que había en todo el borde del agua ya se nos quitaron las ganas de bañarnos.
– Comida y bebida: 350,13€
Uno de los aspectos en los que siempre intentamos ahorrar cuando viajamos es en los gastos en comida y bebida. Y este viaje a Italia no fue una excepción. Yendo de camping aún es más fácil economizar en este aspecto. Nosotros nos llevamos nuestra placa vitrocerámica portátil, pero al final no la usamos por la pereza que nos daba ponernos a cocinar después de un día agotador. Así que a la hora de cenar optamos casi todos los días por una ensalada, algo de pan con queso y embutido, o algún plato preparado comprado en el supermercado.
Para las comidas nos dimos algún que otro capricho, pero tiramos mucho de pizza y focaccia (que por otro lado están deliciosas y son muy baratas). En lo que sí que no reparamos en gastos fue a la hora de comer helados, aunque con el calor que pasamos, ¡cualquiera se resistía a la tentación!
– Entradas a museos y monumentos: 139,00€
Este dato lo añadimos a título orientativo. Depende mucho de los lugares que visitéis. Nosotros intentamos ahorrar un poco y no entramos en muchos lugares de pago. Eso sí, tampoco quisimos perdernos los que nos parecieron más interesantes.
Un detalle a tener en cuenta es que para algunos museos, en particular los de Florencia, puede resultar conveniente comprar las entradas anticipadamente por internet. Tanto en la Galería de los Uffizi como en la Galería de la Academia las colas para comprar las entradas son kilométricas. Nosotros sólo visitamos la de los Uffizi y no llevábamos la entrada anticipada. Aún así, hay trucos para evitar las colas: lo mejor es hacer la visita a última hora, cuando falte como mucho una hora para que cierren las taquillas. Lo hicimos así y no tuvimos que esperar casi nada. Eso sí, luego tendréis menos tiempo para dedicaros a recorrer las salas del museo.
– Gasto total: 1.245,02€
En total nos gastamos 1.245,02€ (622,51€ por persona) en 13 días de viaje. Teniendo en cuenta la cantidad de lugares visitados, podemos decir que se ha tratado de un viaje bastante económico.
Conducir por Italia: una experiencia sólo para valientes
Los italianos tienen fama por muchas cosas, y una de ellas es por lo mal que conducen. Después de hacer un viaje en coche por Italia, podemos constatar que es totalmente cierto. Para empezar, las carreteras son mucho peores que en España. El arcén es totalmente inexistente, incluso en las autopistas, y en general todas las carreteras son más estrechas. En cuanto a la señalización, es bastante escasa y nos pareció que a veces estaba mal colocada (como junto a un desvío en vez de unos metros antes).
A todo ello hay que sumarle la forma completamente temeraria de conducir que tienen los italianos. El intermitente es totalmente inexistente para ellos. Además suelen conducir bastante deprisa y tienen tendencia a ir demasiado pegados a la línea del centro de la carretera. Y hacen cualquier maniobra de forma brusca y repentina (en los cambios de carril, al tomar un desvío, al incorporarse a la carretera…). Por todo eso hay que estar muy atentos mientras se conduce por Italia y hay que prever sus movimientos. Pero cuando se «entiende» su forma de conducir, todo resulta más fácil.
Calor y masificación turística: los mayores inconvenientes de viajar a Italia en verano
Todo el mundo sabe que cualquier viaje, por perfecto que parezca, siempre tiene un lado negativo. Italia no iba a ser la excepción. Aunque es un país que nos gusta mucho, tenemos con él una especie de relación amor-odio. Al final siempre gana el amor, pero hay momentos en que el odio amenaza con imponerse.
La mayoría de las veces que eso sucede tiene que ver con la cantidad exagerada de turistas que hay en determinados lugares. Italia es uno de los países más turísticos del mundo. Eso se plasma en una masificación excesiva que a veces impide disfrutar de su belleza como se merece. Sin llegar a los niveles extremos de Venecia, en Florencia hubo momentos de verdadero agobio (como al cruzar el Ponte Vecchio o en la Piazza della Signoria, por ejemplo). En Cinque Terre tampoco nos libramos del turismo de masas, de ese que llega en autocares con guía y que lo invade todo sin tener en cuenta a nadie más.
Pero aún sabiendo todo eso, además del calor y el bochorno horroroso que hace en verano en esta parte del país, seguimos pensando que este viaje merece la pena hacerlo. Italia es tan bonita que al final terminas perdonándole todos sus pequeños defectos.
Un viaje que merece la pena
Como ya hemos dicho, este viaje a Liguria y la Toscana merece mucho la pena. La variedad de paisajes y la riqueza histórica y artística de sus ciudades lo convierte en algo imprescindible para casi cualquiera. En los posts que iremos publicando en las próximas semanas os contaremos con todo detalle lo que podéis ver y hacer en cada una de las distintas etapas del viaje. Esperamos que os sirva de ayuda si estáis planificando una ruta similar a la nuestra.
Me he encantado el post, muy completo. Un road tripo por Italia desde España es algo que tengo en mente realizar en un futurol y esta aproximación de gastos viene muy bien. Fantástico viaje a muy buen precio!
¡Nos alegramos mucho de que te haya gustado el post! La verdad es que el viaje nos ha salido bastante económico y hemos disfrutado muchísimo recorriendo el país en coche, a nuestro aire. Seguro que lo disfrutas igual cuando lo hagas. ¡Un saludo!
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