Después de visitar el glaciar Franz Josef, en Westland Tai Poutini National Park, continuamos con nuestro viaje por tierras neozelandesas. Vamos en dirección a Wanaka, población enclavada en el extremo sur del lago del mismo nombre. Tenemos por delante algo más de 250 km de carretera, de los cuales 140 km corresponden a una sección de la State Highway 6 conocida como Haast Pass, que conecta las poblaciones de Haast y Wanaka. Tanto en Haast Pass como en Wanaka el paisaje es impresionante, no en vano ambos tienen como telón de fondo las montañas de Mount Aspiring National Park, el tercer parque nacional más grande del país.
Aunque nos hubiera gustado poder explorar más a fondo la zona, la lluvia hizo de las suyas y nos estropeó un poco los planes. Os vamos a contar a continuación lo que pudimos ver y hacer en Haast Pass y Wanaka.
Haast Pass: un paso de montaña espectacular
Los Alpes del Sur o Alpes Meridionales son una cordillera que se extiende a lo largo de buena parte de la Isla Sur de Nueva Zelanda. Sirven de separación natural entre la costa este y la costa oeste de la isla y tan solo un puñado de pasos naturales permiten atravesar sus imponentes montañas. Uno de ellos es Haast Pass. La carretera SH6, que hasta llegar a Haast circula paralela a la costa, se interna en la zona montañosa del parque nacional Mount Aspiring, lo que hace que el paisaje sea realmente espectacular durante la mayor parte del recorrido.
A lo largo del camino hay mucho que ver y hacer. Si el tiempo acompaña se pueden hacer algunas excursiones. Hay muchas entre las que elegir, en este enlace tenéis toda la información necesaria para planificar vuestra jornada. Si hace mal tiempo, como fue nuestro caso, las opciones se reducen bastante. La intensa lluvia que cayó durante todo el día nos impidió hacer varias de las actividades que teníamos previstas. Lo que más nos dolió fue no poder ver las Blue Pools. Pero a cambio tuvimos la oportunidad de contemplar dos de las cascadas más populares de Haast Pass al máximo de su capacidad.
Tanto Thunder Creek Falls como Fantail Falls se encuentran junto a la carretera, lo que facilita muchísimo el acceso a ellas. Realmente vale la pena parar a verlas aunque dispongáis de poco tiempo.
Wanaka: la ciudad del famoso árbol en el lago
Wanaka es una ciudad bastante insulsa, como muchas de las que hemos encontrado en Nueva Zelanda. Pero su entorno natural es increíble. La SH6 va pegada al lago Wanaka hasta que da un giro y durante un buen tramo circula paralela al lago Hawea. Incluso a través de la lluvia pudimos apreciar la gran belleza del paisaje.
Ya en Wanaka, os recomendamos que no os perdáis la visita al árbol que tanta fama le ha dado. Se trata de un sauce que crece, solitario, dentro del lago. Se le conoce como Wanaka Tree y ofrece una de las imágenes más fotogénicas de Nueva Zelanda. Sus ramas emergen del agua y su silueta se recorta contra las montañas del fondo. Por desgracia, en 2020 un desaprensivo cortó con una sierra la rama más baja, la que roza el agua. Tuvimos la suerte de poder admirarlo antes de que eso sucediera, pero estamos seguros que aún sin esa rama las vistas son igual de espectaculares.
Como el día que llegamos a Wanaka estaba lloviendo a mares y las fotos que hicimos salieron fatal, decidimos regresar a la mañana siguiente antes de marcharnos, aprovechando que el día amaneció despejado. Fue un gran acierto, porque bien temprano por la mañana la luz resultó ser perfecta para hacer unas fotos preciosas.
Roys Peak: una excursión cerca de Wanaka con unas vistas de infarto
Antes de marcharnos de Wanaka queremos subir hasta Roys Peak. Este pico, a 1578 metros de altitud, ofrece unas vistas inigualables del lago Wanaka y las montañas que lo rodean. No es una excursión fácil, ya que son 16 km en total (entre la ida y la vuelta) y requiere unas 6 horas aproximadamente. La subida es toda cuesta arriba y no hay sombra en todo el camino, así que además de tomárselo con calma es imprescindible llevar agua y protector solar.
El sendero pasa por tierras privadas, así que es importante respetar el entorno en todo momento. Al inicio del sendero hay una caja en la que depositar los 2 dólares que supuestamente hay que pagar para acceder. No vimos a nadie que pagara y debemos confesar que nosotros tampoco lo hicimos. Por cierto: cada año, entre el 1 de octubre y el 10 de noviembre, se cierra el acceso al público al ser la época de cría de las ovejas. Tenedlo en cuenta si vuestro viaje es en esas fechas.
Las mejores vistas del lago Wanaka
Desde Wanaka se tarda unos 5 minutos en llegar hasta el aparcamiento al inicio del sendero. Antes de echar a andar ya vemos que una espesa nube cubre la cima de Roys Peak. No sabemos si la niebla se va a despejar en breve, pero no queremos arriesgarnos a subir para nada. Lo que hacemos es caminar durante un rato, hasta llegar a una altura suficiente desde la que podemos disfrutar de unas vistas magníficas.
Imponentes picos nevados se alzan a lo lejos y el lago Wanaka resplandece azul a la luz de la mañana. Vemos muchísimos conejos y ovejas en los prados verdes que se extienden a nuestros pies. Es un paisaje tan bonito que nos enamora al instante.
Con esta imagen del lago Wanaka nos despedimos y continuamos nuestra aventura por Nueva Zelanda.
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