Tras nuestra excursión a las Cascate di Lillaz, en el valle de Cogne, vamos a continuar explorando el Parque Nacional Gran Paradiso. En esta ocasión nos vamos a adentrar en el valle de Valsavarenche. De las distintas excursiones y caminatas que se pueden hacer en esta zona, nos hemos decantado por la ruta que sube hasta el refugio Vittorio Emanuele y, una vez allí, daremos media vuelta y regresaremos por el mismo camino. Ya os adelantamos que, por muy poco, no logramos alcanzar nuestro objetivo. No obstante, nos gustó mucho la excursión y el magnífico paisaje que pudimos disfrutar. Os contamos más a continuación.
Valsavarenche: un precioso valle en el corazón de Gran Paradiso
El valle de Valsavarenche es una verdadera maravilla. Ofrece la posibilidad de realizar numerosas excursiones al gusto de cada cual. Para adentrarse en él hay que tomar la carretera SR23 a la altura de Introd. Después tan solo hay que seguir por esa carretera hasta el final de la misma, donde hay una gran área de aparcamiento y donde se encuentra el punto de partida de nuestra excursión.
Si os apetece explorar el valle de Rhêmes (otro de los que componen el Parque Nacional Gran Paradiso), veréis que poco después de dejar atrás Introd la carretera se bifurca. Para ir a Valsavarenche seguimos por la SR23, mientras que para ir a Rhêmes hay que tomar la SR24.
La carretera que recorre el valle de Valsavarenche discurre paralela al torrente Savara. Desde Introd hasta Pont Valsavarenche, en su extremo final, hay algo menos de 25 km. Por el camino pasaréis por pequeños núcleos habitados como Rovenaud o Degioz. En todo el valle existe una abundante oferta de alojamientos de todo tipo, incluidos varios campings y zonas de pernoctación para campers y autocaravanas. También hay varios bares y restaurantes, aunque lo que no encontraréis son supermercados o tiendas en abundancia. Si tenéis pensado hacer un picnic a la hora de comer, os recomendamos que traigáis la comida con vosotros o puede que no encontréis ningún lugar en el que aprovisionaros. En Pont Valsavarenche, justo al final de la carretera, hay un pequeño supermercado con cuatro cosas básicas y unos precios bastante elevados que os puede hacer el apaño.
Excursiones en el valle de Valsavarenche
Desde el valle de Valsavarenche se pueden realizar numerosas excursiones. Las hay de distinto nivel de dificultad, pero nosotros nos vamos a centrar en las más asequibles para personas con un nivel de forma física normal y sin ninguna dificultad técnica. Siempre podéis consultar la página web del Parque Nacional Gran Paradiso para ampliar la información o descargar un mapa de la ruta que os interese.
De las distintas excursiones que barajamos antes de decantarnos por la que sube hasta el refugio Vittorio Emanuele, estas tres son las más nos interesaron:
Excursión hasta el refugio Federico Chabod
Este refugio se encuentra a 2710 metros de altitud y el punto de inicio del recorrido se encuentra en la carretera SR23, aproximadamente unos 700 metros después de la entrada al camping Gran Paradiso. Veréis que hay una zona de aparcamiento a pie de carretera, junto a un pequeño puente que cruza el río. Calculad aproximadamente unas dos horas y media de ascenso.
Excursión a Piani del Nivolet por Croce dell’Aroley
Puede que esta sea una de las excursiones más interesantes de todas las que se pueden hacer en el valle de Valsavarenche. Nos arrepentimos bastante de no haberla hecho y, si pudiéramos volver atrás, elegiriamos esta en lugar de la que sube al refugio Vittorio Emanuele. Un enorme prado alpino a 2400 metros de altitud recibe a los que se animan a subir hasta el Piani del Nivolet. Allí es fácil avistar rebecos y marmotas, e incluso íbices. El punto de partida de la excursión es el aparcamiento al final de la carretera SR23, en Pont Valsavarenche. Calculad unas dos horas de ascenso, o dos horas y media si queréis llegar hasta el refugio Savoia, a orillas de uno de los lagos que salpican la zona.
Tened en cuenta que hasta el refugio Savoia se puede llegar en coche, aunque el acceso por carretera se encuentra en la población de Ceresole Reale, en la región del Piamonte. También es un destino popular para los aficionados al ciclismo, ya que el puerto del Nivolet es famoso entre los practicantes de este deporte.
Excursión a la Casa Reale di Caccia di Orvieille
El sendero que lleva a la antigua casa utilizada por Vittorio Emanuele II para sus batidas de caza comienza en Dégioz. Se puede dejar el coche en el aparcamiento que hay junto al Ayuntamiento (allí está también uno de los centros de visitantes del parque nacional). Después hay que cruzar el río en dirección a la pequeña aldea de Vers le Bois y seguir las indicaciones de la ruta nº8. Calculad unas dos horas de subida hasta Orvieille. Si aún os quedan ganas de caminar, podéis alargar el recorrido hasta los lagos de Djouan. En este caso debéis añadir otra hora y media aproximadamente para llegar hasta allí. El regreso será por el mismo camino que a la ida.
Excursión al refugio Vittorio Emanuele
Tras darle muchas vueltas y sopesar las distintas opciones disponibles en el valle de Valsavarenche, nos terminamos decantando por realizar la excursión hasta el refugio Vittorio Emanuele. Es una excursión muy bonita que ofrece unas vistas panorámicas excelentes. No obstante, debido a la mala forma física de uno de nosotros en el momento de este viaje, no pudimos terminarla.
Ya quedaba poco para llegar al refugio, pero la que escribe ya no podía dar un paso más y no quedó más remedio que rendirse a la evidencia: no íbamos a llegar al refugio. Aunque disfrutamos con el recorrido realizado y la excursión nos pareció preciosa, los más de 759 metros de desnivel positivo fueron demasiado. Ojo, que si estáis en una forma física normalita y no tenéis problemas de rodilla, seguro que podéis hacerla (calculad unas dos horas y media de subida). No dejéis que nuestra experiencia personal os desanime.
Los aficionados al alpinismo suelen usar el refugio Vittorio Emanuel como base para la ascensión al Gran Paradiso, el pico más alto del parque nacional con sus 4061 metros de altitud. Eso ya es harina de otro costal y se requiere una buena forma física, experiencia en alpinismo y contar con los materiales adecuados, así que no es algo apto para cualquiera.
Planificando la excursión al refugio Vittorio Emanuele
Como ya hemos comentado, el punto de inicio de la excursión se encuentra en Pont Valsavarenche, al final de la carretera SR23. Después de dejar el coche en la gran explanada que sirve de aparcamiento hay que cruzar el puente sobre el río, ya que el sendero se encuentra al otro lado.
La primera parte del recorrido es prácticamente llana y muy sencilla. En unos 20 minutos se llega al refugio Tetras Lyre, que cuenta con un restaurante bastante popular que se llena rápidamente a la hora de comer. Este tramo del sendero es apto para cualquiera (incluso para ir con niños) y suele estar bastante concurrido.
Una vez dejamos atrás el refugio Tetras Lyre comienza la parte más exigente del camino. El sendero comienza a subir a través de un bonito bosque y va trazando zigzags a medida que la pendiente se vuelve más pronunciada. Es un sendero bien mantenido y perfectamente señalizado, con escalones de piedra en los tramos más empinados.
Unas vistas espectaculares del valle de Valsavarenche
Salimos del nivel del bosque y continuamos montaña arriba. Es imprescindible usar protector solar ya que no hay sombra bajo la que cobijarse. Un pequeño arroyo, seguramente procedente del deshielo, forma pequeñas cascadas mientras discurre ladera abajo. Encontramos los restos de piedra de un par de pequeñas edificaciones. Probablemente eran cabañas de pastores, ahora ya en desuso.
Las vistas que tenemos a medida que seguimos subiendo son impresionantes. Pequeños neveros aparecen aquí y allá en las cimas de los picos más altos. El refugio Vittorio Emanuele está a 2735 metros de altitud, así que no es raro que la nieve se mantenga todavía en las cotas más elevadas.
A juzgar por el tiempo que ha pasado desde que hemos comenzado la excursión, no debería faltar mucho para llegar al refugio. Paramos a comer unas barritas de cereales y un zumo de fruta junto a una cascada y, mientras estamos sentados sobre unas rocas reponiendo fuerzas, tomamos la decisión de terminar aquí nuestro ascenso y dar media vuelta. Es una decisión difícil, especialmente teniendo en cuenta lo cerca que hemos llegado, pero cuando las fuerzas ya no dan para más es más sensato parar que forzar demasiado la máquina y pagar luego las consecuencias.
Terminamos nuestro tentempié y emprendemos el descenso. Nos maravillamos de nuevo con las vistas que tenemos del valle de Valsavareche a nuestros pies. Allí al fondo vemos el aparcamiento y los distintos edificios que hay a su alrededor, con pequeños puntitos del tamaño de hormigas que adivinamos que son personas por la colorida ropa de senderismo que llevan puesta.
A pesar del mal sabor de boca que nos ha quedado por no poder finalizarla, ha sido una excursión preciosa y nos queda siempre la posibilidad de regresar para terminarla en un futuro.