En este viaje por Asturias y Cantabria, el Parque Nacional de los Picos de Europa fue el gran protagonista. El territorio del parque se extiende por Cantabria, Asturias y León. Tras un cambio de planes sobre la marcha, no quisimos desaprovechar la oportunidad de conocer la vertiente leonesa de los Picos de Europa. Ni cortos ni perezosos nos dirigimos al Valle de Valdeón. No solo cuenta con un paisaje espectacular (la conocida Ruta del Cares es una forma excelente de adentrarse en el parque nacional), sino que también hay mucho que ver en los distintos pueblos que lo componen. Os contamos más a continuación.
Descubriendo el Valle de Valdeón
Este valle incluye ocho pequeñas poblaciones: Posada, Caín, Santa Marina, Cordiñanes, Soto, Prada, Caldevilla y Los Llanos de Valdeón. De todas ellas, visitamos las tres más relevantes, que son Posada, Santa Marina y Caín. Se puede acceder al valle por dos rutas distintas, dependiendo desde donde vengáis.
Si llegáis procedentes de Cantabria (como fue nuestro caso), desde Potes debéis continuar por la carretera N-621 en dirección a Riaño. A la altura de Portilla de la Reina hay que tomar el desvío hacia la carretera comarcal LE-2703, que conduce directamente hasta Santa Marina y Posada de Valdeón. Os recomendamos deteneros en el mirador del Puerto de Pandetrave. Situado a 1.562 metros de altitud, este mirador ofrece unas vistas magníficas de los Picos de Europa, concretamente de los macizos Occidental y Central.
También se puede llegar al Valle de Valdeón desde Asturias o desde León. En este caso se accede desde la carretera N-625 (que une Riaño con Cangas de Onís). A la altura del Puerto del Pontón hay que tomar el desvío hacia la carretera comarcal LE-2711. Tras subir el Puerto de Panderrueda, llegaréis finalmente a Posada de Valdeón.
Posada de Valdeón
Situada en la confluencia de las dos carreteras de acceso al Valle de Valdeón, Posada es la capital y la población que cuenta con más servicios turísticos. Además de una pequeña oficina de turismo, el pueblo cuenta con un Centro de Visitantes del Parque Nacional de los Picos de Europa. En el momento de nuestra visita, se ubicaba en un edificio pequeño al que se llegaba a pie subiendo una cuesta bastante grande. Sin embargo, se ha trasladado a un edificio nuevo mucho más grande y fácilmente accesible.
A pesar de su pequeño tamaño, Posada cuenta con una oferta bastante amplia en lo que a alojamiento se refiere. La mayoría son hostales y casas rurales, pero también hay un área de autocaravanas grande y bien equipada. Para comer allí no tendréis ningún problema, ya que hay varios restaurantes. También hay un pequeño supermercado (bastante simple y con precios elevados) y una panadería con buen pan que, además, hace las veces de tienda de ultramarinos porque tienen un poco de todo (nos pareció mejor opción que el supermercado). Al lado de la panadería está la quesería Picos de Europa, donde se elabora el apreciado queso azul de Valdeón y que ha sido galardonada en varias ocasiones en los World Cheese Awards.
En cuanto a sus atractivos turísticos, el más destacado es la bonita iglesia de Santa Eulalia, cuyos orígenes se remontan al siglo XI. También hay varios hórreos de estilo leonés (rectangulares y con el tejado a dos aguas), aunque en el Valle de Valdeón también los hay de estilo asturiano (de planta cuadrada y con el tejado a cuatro aguas). Sin embargo, si lo que queréis es ver hórreos, lo mejor es que os acerquéis a Santa Marina de Valdeón, que cuenta con un total de 12 de estas interesantes construcciones.
Santa Marina de Valdeón
El pequeño pueblo de Santa Marina fue el que elegimos para alojarnos durante nuestra estancia en el Valle de Valdeón. Cuenta con un camping tranquilo y agradable (os contamos más sobre él en este otro post) en medio de un entorno natural espectacular. Se puede ir a pie desde al camping hasta el centro de la población en unos 15 minutos, lo que es otro punto a su favor.
Personalmente, Santa Marina es el pueblo que nos pareció más bonito de todos los que vimos en Valdeón. Es un ejemplo magnífico de la arquitectura tradicional de la zona y conserva toda su autenticidad. Se trata de la población más antigua del valle y creció en torno a un monasterio del siglo X del que actualmente no se conserva ningún resto. Además de ser la más antigua, Santa Marina es también la población situada a mayor altitud (no solo del Valle de Valdeón sino de todo el Parque Nacional de los Picos de Europa) con sus 1.156 metros sobre el nivel del mar.
De Santa Marina destaca sin duda la gran cantidad de hórreos que se pueden contemplar mientras se da un paseo por sus calles. Son tanto de estilo leonés como asturiano y, en general, están muy bien mantenidos.
Caín de Valdeón
La pequeña población de Caín de Valdeón (o Caín a secas) es la más conocida y concurrida de todo el Valle de Valdeón. La razón es que en ella tiene su punto de inicio (o de final, según se mire) la famosísima Ruta del Cares. Esta ruta, que va de Caín a Poncebos, es probablemente la más popular del Parque Nacional de los Picos de Europa. A esta ruta dedicaremos el próximo post, así que aquí solo nos centraremos en el pueblo en sí.
Como principal atractivo turístico de Caín (más alla de la Ruta del Cares y del precioso entorno natural en el que se ubica) podemos mencionar la pequeña iglesia de Santo Tomás, de estilo montañés. Junto a ella podemos ver una placa conmemorativa a “El Cainejo”. Con este apodo, que es el gentilicio con el que se conoce a los habitantes de Caín, se hace referencia a Gregorio Pérez Demaría. Junto a Pedro Pidal, Gregorio Pérez fue el primero en alcanzar la cima del mítico Naranjo de Bulnes en el año 1904. Se trata de todo un hito del alpinismo español y es algo que los vecinos de su localidad natal han querido destacar con esta placa.
El Chorco de los Lobos
También se puede visitar un antiguo molino harinero al que se llega dando un corto paseo desde el centro del pueblo. Otros dos lugares interesantes que merece la pena pararse a ver se encuentran junto a la carretera, más o menos a mitad de camino entre Caín y Posada de Valdeón. Se trata de la Ermita de Corona y el Chorco de los Lobos. Justo enfrente del Chorco hay un zona de aparcamiento, una fuente y un par de mesas de picnic, además de una caseta de madera con un punto de información del Parque Nacional de los Picos de Europa. Desde la zona de picnic, un corto sendero conduce hasta la ermita.
El Chorco de los Lobos es una antigua trampa para cazar lobos en la que participaban todos los vecinos de Caín. Se trata de una especie de empalizada a través de la cual se acorralaba al lobo, que era guiado hasta un un pozo circular de piedra del que ya no podía escapar.
En cuanto a la Ermita de Corona, es donde cuenta la leyenda que fue coronado rey Don Pelayo tras su victoria en la batalla de Covadonga y la consiguiente proclamación del Reino de Asturias. Se trata de una ermita pequeñita, de estilo montañés, junto a la que se encuentran varias construcciones más, también de piedra.
Oseja de Sajambre
Con la visita a Caín hemos puesto punto final a nuestra incursión en el bonito Valle de Valdeón. Nos dirigimos ahora a Asturias y, para llegar hasta allí, tomamos la carretera N-625 en dirección a Cangas de Onís. Antes de abandonar León haremos una última parada en Oseja de Sajambre, que es la población más importante del Valle de Sajambre.
Esta pequeña población se encuentra dentro de los límites del Parque Nacional de los Picos de Europa y cuenta con un centro de interpretación del mismo. Justo a su lado está la iglesia de la Asunción de Nuestra Señora, que data de 1855, y que sorprende por su gran tamaño en un pueblo tan pequeño.
En Oseja hay varios edificios que nos llaman la atención. Uno de ellos es el del Ayuntamiento, inaugurado en 1909, que destaca por su torre del reloj. También se conservan varias viviendas de aire señorial, con bonitas galerías acristaladas, así como unos cuantos hórreos.
Tras esta breve pero interesante parada en Oseja de Sajambre seguimos nuestra ruta hacia Cangas de Onís. Poco después de cruzar la frontera entre León y Asturias, atravesaremos el espectacular Desfiladero de los Beyos, excavado por el río Sella. Aunque no nos detenemos a hacer ninguna fotografía, la belleza de este paisaje no la olvidaremos fácilmente. Nos parece una forma estupenda de decir adiós a León y de seguir adelante con esta nueva etapa del viaje.
[…] nuestro caso, nos decantamos por hacer solo una parte de la ruta. Elegimos la población de Caín como el punto de inicio y recorrimos unos 4,5 km de la Senda del Cares antes de dar media vuelta y […]