De los distintos valles de los Dolomitas, Val di Fassa es uno de los más interesantes desde un punto de vista histórico y cultural. Esto se debe a la presencia de la cultura ladina, única de esta región, que sigue viva a día de hoy. Pero Val di Fassa no solo merece la pena por este motivo, ya que cuenta con un paisaje realmente espectacular. Está rodeado por algunas de las cordilleras más importantes de los Dolomitas, como la Marmolada, el Catinaccio o el Sassolungo, por ejemplo. Es el lugar idóneo desde el que realizar excursiones tan bonitas como la que nos llevó hasta las Torres del Vajolet.
La carretera SS48 recorre todo el valle, al igual que el río Avisio, cuyas aguas proceden del glaciar de la Marmolada. Su gran cercanía a Bolzano hace que llegar hasta aquí y dedicar un día entero (o media jornada por lo menos) a conocerlo sea de lo más fácil. De las distintas poblaciones y pequeños núcleos habitados que componen Val di Fassa, las más relevantes son Moena, Vigo di Fassa, Pera di Fassa, Pozza di Fassa, Campitello di Fassa y Canazei.
Al consultar alguna dirección o mirar algún mapa veréis con frecuencia que se hace referencia a una población llamada San Giovanni di Fassa (Sèn Jan en ladino). San Giovanni es el resultado de la unión administrativa de las localidades de Vigo y Pozza di Fassa hace unos años, pero a efectos prácticos nos referiremos a ellas por separado.
En nuestro caso, elegimos alojarnos en el Camping Soal, en Pera di Fassa. Su céntrica localización nos vino fenomenal para explorar el valle y sus alrededores. Os contamos a continuación lo que más nos gustó de Val di Fassa.
Vigo di Fassa
En Vigo di Fassa hay un interesante museo que merece la pena visitar. Se trata del Museo Ladin de Fascia, dedicado por entero a la cultura ladina. Los ladinos se distribuyen principalmente por Val di Fassa (Fascia), Val Gardena (Gherdëina) y Val Badia. En él aprenderéis sobre la cultura, la historia, las tradiciones, el folklore y el idioma ladinos. Además de la sede central de Vigo di Fassa, el museo cuenta con varias sedes más repartidas por distintas poblaciones del valle, como Pera o Pozza di Fassa.
En las tres plantas con las que cuenta el edificio de la sede central se exponen todo tipo de objetos de uso cotidiano, trajes típicos, piezas de mobiliario y varias maquetas, entre muchas otras cosas. Incluso hay una reproducción de una vivienda típica ladina, cuyo elemento central era una estufa de obra con la que se calentaba toda la estancia. El museo abarca un amplio periodo histórico (de la prehistoria a la actualidad) y lo cierto es que nos sorprendió muy positivamente. Si os gustan los museos etnográficos (a nosotros nos encantan), no dejéis de visitarlo.
Pera di Fassa
En Pera di Fassa se puede dar un agradable paseo junto a la orilla del río Avisio. El paisaje es precioso y el sendero está habilitado tanto para bicicletas como para paseantes. El camping donde nos alojamos se encuentra literalmente junto al río, por lo que tuvimos ocasión de salir a estirar las piernas y disfrutar de las vistas.
Además, el sendero nos permitió acercarnos hasta el centro de Pera di Fassa a pie, evitando la concurrida carretera. En varios puntos es posible cruzar el río, de manera que se puede dar una vuelta circular y no hace falta regresar por el mismo camino.
En Pera di Fassa hay una de las sedes secundarias del Museo Ladin de Fascia. Se trata de L Malghier, dedicado al proceso de fabricación del queso.
Pozza di Fassa
En Pozza di Fassa hay otra de las sedes secundarias del Museo Ladin de Fascia. En este caso se trata de un antiguo molino que aún sigue el funcionamiento. Es el llamado L Molin de Pèzol. Varias ruedas de paletas hidráulicas funcionan con el agua de un pequeño canal, y también se pueden ver las grandes piedras empleadas para moler los cereales. El interior del edificio estaba cerrado en el momento de nuestra visita, así que no pudimos ver el resto del equipamiento del molinero.
Pozza di Fassa tiene una peculiaridad muy especial: cuenta con el único manantial de aguas sulfurosas del Trentino. Las propiedades medicinales de estas aguas termales se vienen empleando desde la antigüedad. Los interesados podéis daros unos baños o cualquier otro tratamiento en los dos grandes complejos termales de la población: QC Terme Dolomiti y Terme Dolomia.
Canazei
Llamada Cianacei en ladino, esta población fue toda una sorpresa para nosotros. Además de contar con un pequeño pero interesante centro histórico, Canazei es un importante centro turístico en el que encontraréis todo tipo de servicios: alojamientos, restaurantes, tiendas y múltiples opciones de ocio. El ciclismo tiene gran importancia gracias al Giro d’Italia y el cercano (y mítico) Passo Pordoi.
En verano Canazei es un destino ideal para practicar senderismo, mientras que en invierno se convierte en un importante centro de esquí. Forma parte del llamado Dolomiti Superski, una red de estaciones de esquí conectadas entre sí mediante telesillas que suma, en total, 1200 km de pistas esquiables de todos los niveles de dificultad.
En cuanto al centro histórico de Canazei, destaca la pequeña iglesia de San Floriano y, a pocos pasos de ella, una de las casas más bonitas de los Dolomitas. Se llama La Floriana y su recargada y llamativa ornamentación la convierte en el centro de atención de todos los visitantes.
Después de hacer un millón de fotos de la preciosa casa, aprovechamos para hacer unas compras en una de las muchas tiendas situadas a pie de carretera. Nos decidimos por La Baita dello Speck, donde venden los mejores productos gastronómicos de la tierra, entre los cuales no puede faltar el omnipresente speck.
Lago Carezza
El lago Carezza (Karersee en alemán) no se encuentra en Val di Fassa, sino en la vecina Val d’Ega (Eggental). Hemos optado por incluirlo en este post por su gran proximidad, que viene de maravilla para aprovechar y visitarlo a la ida o a la vuelta. Al oeste de Vigo de Fassa hay que tomar la carretera SS241 y en poco rato habréis llegado.
El lago Carezza está junto a la carretera y lo veréis al pasar en coche, aunque no os paréis. No obstante, es tan bonito que merece una visita, aunque sea breve. Frente al lago hay un gran aparcamiento de pago, junto con una cafetería, una tienda de recuerdos y unos baños públicos. Hay otros dos aparcamientos un poco más alejados que son gratuitos, pero si no tenéis ganas de andar éste es el más conveniente.
Un precioso lago alpino
Dependiendo del tiempo que queráis dedicar a la visita, podéis simplemente asomaros a cualquiera de los miradores más cercanos a la carretera o podéis rodearlo a pie por un sendero que discurre pegado a la orilla. Es un lago pequeñito pero precioso. En sus tranquilas y cristalinas aguas de color turquesa se ve reflejado el macizo del Latemar. Es una imagen verdaderamente espectacular.
Nuestra visita fue a las siete de la mañana y el sol no iluminaba directamente el lago todavía, de modo que el tono azul verdoso del agua quedaba un poco ensombrecido, pero incluso así el lago Carezza nos pareció una maravilla.
Con esto damos por terminada nuestra visita a la Val di Fassa, al tiempo que nos preparamos para seguir descubriendo las maravillas que esconden los Dolomitas.
[…] están en los tres idiomas que se hablan en Val Gardena: italiano, alemán y ladino. Junto con Val di Fassa y Val Badia, es donde más población ladina se puede encontrar. En el Museo Ladin de Fascia, […]