De los muchos yacimientos arqueológicos repartidos a lo largo y ancho de Cerdeña, los de la civilización nurágica son los más interesantes por ser únicos de la isla y distintos a los de otras culturas. El ejemplo mejor conservado y más espectacular de todos es Su Nuraxi di Barumini. No solo es interesante desde un punto de vista histórico, sino que adentrarse por sus estrechos pasadizos y explorar el interior de las torres defensivas convierte la visita a Su Nuraxi en una experiencia única.
La misteriosa civilización nurágica
Esta civilización surgió en Cerdeña durante la Edad de Bronce (alrededor del año 1700 a.C). Contaba con una compleja estructura social compuesta por sacerdotes, guerreros, agricultores, pastores y artesanos. La arquitectura que desarrollaron se caracteriza principalmente por los nuraghi. Se trata de unas torres defensivas circulares de grandes dimensiones, con pasadizos y cámaras internas, de los cuales el conjunto de Su Nuraxi di Barumini es el más importante de todos. Otras estructuras arquitectónicas propias de la cultura nurágica son las llamadas tombe dei giganti, unas tumbas colectivas que también tendremos ocasión de visitar y de las que os hablaremos en otro post.
El hecho de no contar con ningún documento escrito de la época nurágica (al parecer no conocían todavía la escritura, algo sorprendente en una civilización tan avanzada) hace que todavía haya dudas sobre muchos aspectos de esta civilización. Este aire de “misterio” no hace sino aumentar el interés que despierta el hecho de ver de cerca una de estas impresionantes construcciones.
Un poco de información práctica antes de vuestra visita
Aunque Su Nuraxi di Barumini no será el único nuraghe que tendremos ocasión de visitar, sin duda es el mejor de todos y creemos que se trata de una visita absolutamente imprescindible para cualquiera que viaje a Cerdeña. Se encuentra en la población de Barumini, en el interior de la isla. Además de Su Nuraxi, con la adquisición de la entrada al monumento también se pueden visitar el Centro Giovanni Lilliu y la Casa Zapata, también en Barumini.
Para información actualizada sobre precios y horarios podéis consultar su página web oficial. En principio abren todos los días del año, desde las 9 de la mañana hasta una hora antes de la puesta de sol. Sin embargo, no siempre se cumple este horario. Durante nuestra visita nos encontramos con el Centro Giovanni Lilliu cerrado al mediodía (cuando en teoría, y según el letrero colgado en la puerta, debería haber estado abierto) y nos quedamos con las ganas de verlo. Las entradas las podéis comprar directamente en la taquilla. El complejo cuenta con una amplia zona de aparcamiento en la que dejar vuestro vehículo.
A Su Nuraxi solo se puede acceder mediante una visita guiada. Consultad la web o preguntad en la taquilla si la ofrecen en otros idiomas, pero en nuestro caso la visita fue en italiano. No fue un problema, ya que aún sin saber hablarlo lo entendimos prácticamente todo.
Llevad calzado adecuado para la visita (es mejor evitar las chanclas) porque hay que subir y bajar algún que otro tramo de escalera un poco complicado. No os olvidéis el protector solar y una gorra porque, exceptuando el rato que paséis dentro del nuraghe, no hay una sola sombra en la que resguardarse del sol. Tampoco está de más que llevéis una botella de agua.
Nuraghe Su Nuraxi
Comenzamos la visita a Su Nuraxi di Barumini por el nuraghe propiamente dicho. Este gran complejo nurágico fue descubierto por el arqueólogo Giovanni Lilliu, y las excavaciones comenzaron en 1951. Poco a poco fueron saliendo a la luz los restos de este nuraghe en forma de cuadrilóbulo, así como de la aldea que se extiende a su alrededor. Tal es la importancia de este yacimiento que en 1997 fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.
Se estima que en toda Cerdeña hay cerca de 8.000 nuraghi. Este hecho denota que la civilización nurágica era una sociedad con un alto grado de organización. Del nuraghe de Barumini se sabe que se desarrolló en cinco fases distintas. La estructura se compone de una torre central. A su alrededor se construyó un bastión cuadrilobulado, con cuatro torres unidas por una muralla orientadas hacia los cuatro puntos cardinales. En medio del patio central hay un pozo de agua de manantial de 20 metros de profundidad.
Una gran estructura defensiva
Otra muralla, dotada de siete torres, servía de protección adicional a este bastión central. Alrededor del bastión cuadrilobulado y en el exterior de la antemuralla se desarrolló el poblado. Estaba compuesto por pequeñas viviendas de piedra de forma circular con tejados de madera y ramas. Todo el conjunto de Su Nuraxi está edificado mayoritariamente con basalto, de origen volcánico, aunque también se empleó piedra calcárea en menor medida.
Es fascinante pensar que los nuraghi de Cerdeña estuvieron habitados y en pleno funcionamiento hasta la llegada de los romanos a la isla, en el año 238 a.C. Después, fueron cayendo en desuso y terminaron abandonados.
Accediendo al interior del nuraghe
Durante la visita guiada paseamos por entre las casas de la aldea, mientras la guía nos va dando explicaciones sobre cómo era la vida cotidiana en el nuraghe. Despúes llega el momento álgido de la visita: nos adentramos en la muralla y las cuatro torres y, finalmente, vamos a parar al patio de la torre central, desde el que se puede acceder a una serie de cámaras interiores.
El acceso es a través de una escalera de piedra muy estrecha y empinada, hay que ir con cuidado de no golpearse la cabeza con las rocas del techo y no resbalar. Es una experiencia fantástica, que nos hace sentir por unos minutos como Indiana Jones yendo en busca de alguna maravilla de la antigüedad.
Centro Giovanni Lilliu
Una vez terminada la visita a Su Nuraxi, lo ideal es acercarse hasta el Centro Giovanni Lilliu, a unos pocos metros carretera abajo. En este centro, bautizado en honor al arqueólogo encargado de las excavaciones de Su Nuraxi, se pueden visitar exposiciones temporales y una muestra fotográfica de todo el trabajo realizado por Lilliu y su equipo durante los años que duraron los trabajos de recuperación del nuraghe. No pudimos visitarlo porque, como hemos comentado antes, lo encontramos cerrado.
Casa Zapata
La Casa Zapata, en pleno centro de Barumini, es un interesante museo con el que completar la visita a Su Nuraxi. Está ubicado en un palacio del siglo XVI que fue propiedad de la familia Zapata, procedente de Aragón. En el interior del palacio aguarda una inesperada sorpresa: un nuraghe llamado Su Nuraxi ‘e Cresia. Durante unas obras realizadas en 1990 en las que se quería sustituir el pavimento del edificio, se descubrió la existencia de este nuraghe. Por lo visto, la Casa Zapata se construyó justo encima, utilizando sus muros de piedra como cimientos para el palacio.
Una serie de pasarelas elevadas y suelos de cristal permiten contemplar el yacimiento arqueológico. Este nuraghe consta de tres torres y se calcula que entre los años 1200 y 1100 a.C. vivió su etapa de máximo desarrollo.
La visita se completa con una interesante colección de objetos recuperados durante las excavaciones de Su Nuraxi di Barumini. Se trata de vasijas, piezas de cerámica, urnas y piezas decorativas en su mayoría. Además, en un edificio adyacente hay un pequeño museo etnográfico, con algunas piezas antiguas que muestran cómo era la vida cotidiana en Barumini no hace tanto tiempo atrás.
Justo al lado de Casa Zapata está la iglesia parroquial de la Inmaculada Concepción, a la que entramos a echar un vistazo rápido. Con esto damos por finalizada la visita al complejo de Su Nuraxi di Barumini. Este lugar nos ha gustado muchísimo y nos ha parecido muy interesante. Os recomendamos totalmente la visita.