De las distintas actividades que se pueden realizar en el Valle de Aosta, hubo una que llamó enseguida nuestra atención a la hora de planificar este viaje. Tras enterarnos de la existencia del Skyway Monte Bianco y curiosear un poco por internet, pronto tuvimos claro que no queríamos irnos a casa sin haber montado en este espectacular teleférico que nos llevaría a rozar el cielo.
Con unas vistas inmejorables del Mont Blanc y muchos otros picos emblemáticos de los Alpes como el Aiguille du Midi, sin duda el Skyway Monte Bianco ofrece una experiencia única. Os contamos más a continuación.
Skyway Monte Bianco
La población de Courmayeur, situada a los pies de los Alpes, es un destino muy popular en invierno gracias a sus pistas de esquí. En verano, en cambio, ofrece la posibilidad de hacer excursiones y disfrutar de su magnífico entorno natural. Además, durante todo el año es posible subir en el teleférico Skyway Monte Bianco y vivir una experiencia inolvidable.
Aquí podéis consultar los horarios y tarifas actualizados. No es una experiencia barata, pero en nuestra opinión merece totalmente la pena. Si tenéis miedo a las alturas y la idea de montar en un teleférico no os atrae demasiado, os podemos asegurar que durante el poco rato que dura el trayecto estaréis tan distraídos con las impresionantes vistas que no os daréis ni cuenta del resto. Un detalle a tener en cuenta es que Skyway Monte Bianco es un teleférico pet friendly: podéis llevar a vuestra mascota con vosotros.
Skyaway Monte Bianco se divide en tres estaciones o niveles: Courmayeur/The Valley, Pavillon/The Mountain y Punta Helbronner/The Sky. A continuación os damos más detalles sobre lo que encontraréis en cada una de ellas.
Courmayeur/The Valley
La estación inferior del teleférico, a 1300 metros de altitud, es la menos interesante de todas. Allí se encuentran las taquillas donde adquirir los billetes, además de una cafetería y unos baños. En las taquillas debéis presentar los billetes (que habréis adquirido previamente online) para validarlos y os entregarán un resguardo en el que figura la hora a la que debéis descender de Punta Helbronner.
Tened en cuenta que cuando compréis los billetes deberéis elegir el día y la hora que os interese. Deberéis presentaros en las taquillas 15 minutos antes de vuestra hora. Como el teleférico funciona desde bien temprano por la mañana y hay salidas cada cuarto de hora, seguro que lo podéis encajar a la perfección en vuestros planes.
Pavillon/The Mountain
La segunda estación del Skyway Monte Bianco se encuentra a 2173 metros de altitud. Como en este nivel no hay límite de tiempo, os recomendamos subir directamente a Punta Helbronner y, a la bajada, dedicar tanto rato como queráis a explorar todo lo que Pavillon ofrece. Para ir hasta Punta Helbronner hay que tomar un teleférico distinto, así que toca hacer transbordo.
Aquí podréis visitar un jardín botánico con unas vistas de infarto de los Alpes y, si hace un día soleado, podéis sentaros en una de las tumbonas que hay en la terraza solarium y relajaros un rato. También podéis echar un vistazo al Hangar 2173, un museo en el que se explica la historia del Skyway Monte Bianco. En Pavillon también hay un bar y un restaurante, además de una gran tienda de regalos.
Punta Helbronner/The Sky
Para visitar Punta Helbronner disponéis de una hora y media desde que montáis en el teleférico en el nivel inferior (Courmayeur/The Valley). No os preocupéis: es tiempo más que suficiente para disfrutar de las espectaculares vistas desde el observatorio que ofrece unas vistas panorámicas de 360º de los Alpes.
Poder ver el Mont Blanc tan de cerca es sin duda una oportunidad única. El día de nuestra visita tuvimos mucha suerte con el tiempo: el cielo estaba completamente despejado y lucía un sol estupendo. Aún así, hacía un viento tremendo y mucho frío. No olvidéis abrigaros bien aunque sea pleno verano, ya que estaréis a 3466 metros de altitud.
En Punta Helbronner hay un restaurante panorámico (los que hayáis reservado para comer en él no tendréis que ceñiros al límite de una hora y media de tiempo) y una librería. LaFeltrinelli abre a las diez de la mañana, así que si hacéis la visita a primera hora os la encontraréis cerrada (como nos pasó a nosotros).
También hay una exposición de cristales procedentes del macizo del Mont Blanc. Precisamente fue la búsqueda de cristales lo que impulsó al cristalero Jacques Balmat y a Michel Gabriel Paccard a identificar el camino para llegar a la cima del Mont Blanc y llevar a cabo la primera ascensión el 8 de agosto de 1786.
Refugio Torino
Una de las experiencias que os recomendamos totalmente cuando estéis en Punta Helbronner es ir hasta el refugio Torino y contemplar de cerca el impresionante glaciar que habéis visto antes desde el mirador panorámico. El acceso al refugio no es que esté demasiado bien señalizado y lo encontramos casi por casualidad. Hay que tomar un ascensor que os dejará en un túnel de 150 metros de largo excavado en la montaña. Siguiendo el túnel saldréis directamente al exterior, justo enfrente del refugio.
El refugio Torino cuenta con un bar y un restaurante, además de alojamiento para los alpinistas que quieren realizar la ascensión al Mont Blanc o para aquellos que quieran vivir la experiencia de pasar una noche tan cerca del cielo. En su página web tenéis toda la información y las tarifas vigentes.
Desde el refugio se puede acceder a pie al glaciar. Ojo, porque es peligroso si no se cuenta con el equipo apropiado y los conocimientos y la experiencia necesarios. Nosotros solo nos asomamos a hacer unas cuantas fotos, pero vimos algunas tiendas de campaña sobre el hielo y a unos cuantos alpinistas bien equipados adentrándose en el glaciar.
Las vistas desde aquí son tan espectaculares que realmente merece muchísimo la pena bajar hasta el refugio aunque solo sea para echar un vistazo rápido. No os arrepentiréis.
Trans Mont Blanc
Desde Punta Helbronner se puede tomar otro teleférico que atraviesa el glaciar Mer de Glace y llega hasta el Aiguille du Midi (a 3842 metros de altitud), para luego descender hasta Chamonix, ya en Francia. Si nos paramos a pensarlo, la posibilidad de cruzar los Alpes y pasar de Italia a Francia colgados de un cable es realmente asombrosa, ¿no os parece?
No obstante, preferimos quedarnos en Punta Helbronner y no ampliar el recorrido con este otro teleférico porque el precio se nos iba de las manos. Eso sí, al menos pudimos contemplar cómo las pequeñas cabinas del teleférico cruzaban sin ningún esfuerzo el mar de hielo a sus pies.
Saussurea Alpine Botanical Garden
No todos los días se tiene la oportunidad de pasear por un jardín botánico situado a más de 2000 metros de altitud. En Pavillon/The Mountain podréis disfrutar de esta experiencia mientras contempláis algunos de los picos más impresionantes de los Alpes. El jardín cuenta con una muestra de más de 900 plantas alpinas y un pequeño estanque que se puede cruzar a bordo de una especie de transbordador manual que hará las delicias de los más pequeños.
En los distintos paneles informativos encontraréis información sobre la flora del Valle de Aosta, así como sobre la de otras regiones del mundo (incluida la Península Ibérica). En el jardín botánico no podía faltar nuestra flor alpina preferida y emblema de los Alpes: la Edelweiss o flor de las nieves (Leontopodium alpina o Stella alpina).
Hangar 2173
Para saber más sobre el origen del Skyway Monte Bianco y los retos técnicos a los que hubo que hacer frente durante su construcción, no os perdáis la visita al Hangar 2173. Este museo sobre la historia del teleférico se encuentra en Pavillon/The Mountain.
El teleférico del Mont Blanc se inauguró en 1947 y en el museo se expone una de las cabinas originales. Además, aquí descubriremos que hay un total de 18 kilómetros de cables que nos permiten llegar hasta esta altitud sin apenas ningún esfuerzo. Podremos ver y tocar uno de esos gruesos cables, de una resistencia excepcional si tenemos en cuenta las toneladas de peso que se mueven arriba y abajo a diario, con las cabinas del teleférico suspendidas sobre el vacío de forma totalmente segura.
Una vez terminamos de explorar todo lo que Skyway Monte Bianco nos ofrece, toca emprender la bajada hacia Courmayeur. Con esta experiencia única ponemos punto final a este estupendo viaje por el Valle de Aosta. Nos parece una forma magnífica de terminar nuestra aventura por los espectaculares Alpes italianos.