La población de Rotorua se encuentra en la isla norte de Nueva Zelanda, en la región de Bay of Plenty. Es una visita imprescindible por dos motivos: la actividad geotermal y la cultura maorí. En cuanto a la primera, no hace falta salir del centro urbano para verla de cerca. Podréis ver fumarolas y fuentes termales en parques públicos, en grietas en las aceras o en jardines particulares. También podéis visitar alguna de las zonas geotermales de los alrededores, como Wai-O-Tapu. Si nunca habéis visto un géiser en acción o una charca de lodo burbujeante, Wai-O-Tapu es el lugar idóneo para hacerlo.
Sobre la cultura tradicional maorí, en Rotorua hay varios poblados que se pueden visitar. Hay que pagar entrada e incluyen espectáculos y actividades. No somos demasiado partidarios de este tipo de lugares, así que no visitamos ninguno y, por tanto, no os los podemos recomendar. Hay mucha información en internet, aquí os dejamos el enlace a las paginas web de algunos de estos poblados para que organicéis vuestra visita si os interesa: Whakarewarewa, Te Puia, Mitai y Tamaki. Lo que sí hicimos fue visitar Te Papaiouru, el principal marae que sirve de lugar de encuentro para la comunidad maorí que vive en Rotorua y que cuenta con un precioso wharenui.
Lo mejor es que os acerquéis hasta el i-SITE (1167 Fenton Street) para que os den información sobre todo lo que podéis ver y hacer en Rotorua. Aquí tenéis el enlace a la página web oficial de la oficina de turismo, con un montón de información útil.
Ohinemutu: descubriendo la cultura maorí en Rotorua
A orillas del lago y a unos 10 minutos a pie desde el i-SITE de Rotorua, se encuentra Ohinemutu. Este asentamiento maorí es un barrio más de Rotorua, donde la gente hace su vida cotidiana y vive su día a día. Un paseo por sus calles os permitirá admirar los cuatro marae en torno a los que gira la vida comunitaria maorí. El más destacado de ellos es Te Papaiouru, por el que estuvimos deambulando un buen rato admirando las distintas edificaciones que lo componen.
La más destacable es la casa de reuniones o wharenui, que recibe el nombre de Tamatekapua. Su decoración es exquisita, con tallas de madera preciosas decoradas con conchas de paua. No es posible acceder al interior de ningún wharenui si no se cuenta con una invitación expresa, pero admirar detenidamente el exterior merece la pena. No olvidéis que os encontráis en un lugar sagrado y hay que mostrar el respeto adecuado.
En el marae tienen lugar todo tipo de ceremonias y celebraciones (bodas, reuniones tribales o funerales, por ejemplo). En uno de los edificios cercanos hay una sala de reuniones que también hace las funciones de cocina comunitaria para esas ocasiones especiales. Repartidas por allí hay también estatuas de madera y arcos de bienvenida. Un cementerio y la iglesia anglicana de St. Faith’s, construida en 1914, forman parte también del marae.
Más cosas que ver y hacer en Rotorua
Después de nuestro paseo por Ohinemutu también nos acercamos hasta Kuirau Park. Este parque público cuenta con varias fuentes termales y charcas de barro. Si no tenéis intención de visitar ningún sitio de pago donde observar más de cerca estos fenómenos geotermales, esta es vuestra mejor opción. Es un lugar agradable y tranquilo para dar un paseo.
Al norte del parque se encuentra el lago Kuirau. Por lo visto, antiguamente las aguas de este lago estaban lo bastante frías como para bañarse en él. Según cuenta la leyenda, una bonita chica llamada Kuirau solía bañarse en el lago. Un día, el taniwha (un ser sobrenatural de la mitología maorí) que habitaba en sus profundidades y que la observaba nadar a diario, la raptó. Nunca más se supo de Kuirau y los dioses se enfurecieron tanto que hicieron que las aguas del lago hirvieran para librarse del taniwha.
Dejando atrás el parque, también merece la pena dar un paseo por la orilla del lago Rotorua. Además de contemplar los bonitos cisnes negros que nadan tranquilamente en sus aguas, os podéis acercar hasta el Rotorua Museum. Aunque actualmente el museo se encuentra cerrado al público mientras se llevan a cabo mejoras relacionadas con la seguridad en caso de terremoto, se puede admirar el bonito exterior del edificio.
Muchas actividades entre las que elegir
También podéis aprovechar para dar un paseo por el lago Rotorua en un barco de ruedas de paletas o contratar una excursión en helicóptero o avioneta para admirar el paisaje de los alrededores. A las afueras de la ciudad hay un bosque de secuoyas que cuenta con un circuito de pasarelas y puentes colgantes que os permitirán pasear por entre los árboles a 20 metros de altura. Si nunca habéis visto una secuoya de cerca, aquí tenéis la posibilidad de hacerlo. No serán tan espectaculares como las de California (tuvimos ocasión de admirarlas de cerca durante nuestro viaje a la Costa Oeste de Estados Unidos) pero seguro que es una experiencia interesante.
Así como Queenstown (en la isla sur) es la capital indiscutible de los deportes de aventura en Nueva Zelanda, Rotorua ha ido sumando puntos para ponerse a su nivel. Es el lugar perfecto para soltar un poco de adrenalina para aquellos interesados en los deportes de riesgo. Como siempre, el i-SITE es el mejor sitio para que os informen de todas las opciones disponibles.
Wai-O-Tapu Thermal Wonderland
Wai-O-Tapu es una de las principales atracciones turísticas de Rotorua. Este parque geotermal ofrece la posibilidad de contemplar una amplia variedad de fenómenos geotermales reunidos en un mismo sitio. Esta fue la razón por la que nos decantamos por este lugar en vez de Waimangu Volcanic Valley. Lo ideal para nosotros hubiera sido visitar ambos, pero la falta de tiempo y el precio elevado de las entradas nos hizo decantarnos por Wai-O-Tapu. Nos costó 32,50 dólares por persona y las entradas las compramos directamente en el centro de visitantes del parque.
Wai-O-Tapu cuenta con tres zonas bien diferenciadas y algo alejadas unas de otras. La principal es el parque geotermal propiamente dicho, al cual se accede a través del centro de visitantes y que cuenta con una gran zona de aparcamiento. Otra es el Lady Knox Geyser, y la última es Mud Pool. Como estas dos últimas están un poco lejos, junto a cada una de ellas hay también una zona de aparcamiento para poder moverse entre las tres áreas del parque cómodamente en coche.
A la hora de organizar vuestra visita debéis tener en cuenta que el Lady Knox Geyser entra en erupción a las 10:15 de la mañana. Si queréis verlo, tenedlo en cuenta. Lo que hicimos nosotros fue llegar a las 9:00 de la mañana y, después de comprar las entradas en el centro de visitantes, acercarnos primero hasta Mud Pool. Allí tuvimos tiempo de sobra para contemplar las charcas de barro burbujeante y hacer tiempo hasta las 9:30, que es la hora a la que se abre el acceso a la carretera que lleva hasta el geyser. Después de la erupción del geyser nos dirigimos al parque geotermal y terminamos la visita a Wai-O-Tapu recorriendo los distintos circuitos habilitados.
Ahora que ya tenéis toda la información práctica, os vamos a mostrar lo que vais a poder ver en Wai-O-Tapu y os daremos nuestra sincera opinión.
Mud Pool
Esta charca de barro burbujeante es la más grande de toda Nueva Zelanda. Como no somos expertos en geología, no vamos a profundizar en la ciencia que hay detrás de estos fenómenos geotermales. A grandes rasgos, el proceso de formación de una charca de barro es el siguiente: el vapor y el gas presentes en el subsuelo de una zona con gran actividad geotérmica se mezclan con el agua de las capas freáticas, ascendiendo a la superficie. Si el suelo del punto por el que asciende es rico en arcillas y cenizas volcánicas, el resultado es la formación de este barro.
En contacto con el aire se produce la oxidación de los sulfuros presentes en esta mezcla de gas y agua, lo que genera ácidos capaces de descomponer algunos de los minerales de las rocas circundantes. Por este motivo, estas arcillas tan ricas en minerales se utilizan mucho en cosmética e incluso tienen usos medicinales.
El resultado de este proceso es una charca de barro de color grisáceo que no para de burbujear. Las pompas de barro explotan y salpican a su alrededor sin parar. El sonido que hacen es de lo más relajante y nos quedamos embobados un rato contemplando el espectáculo. Ya nos pasó lo mismo en Yellowstone National Park, donde también hay estas charcas de barro. Aquí os dejamos el enlace al post que le dedicamos. Si nunca antes habéis visto algo así, en Rotorua tenéis la ocasión de hacerlo.
Lady Knox Geyser
La gran decepción del día llega con la visita a Lady Knox Geyser. Son varias las cosas que contribuyen a ello. En primer lugar, está el hecho de que todo esté montado como si fuera un espectáculo. Hay un anfiteatro donde sentarse a esperar que comience la función. Como hay más gente que espacio disponible, muchos tienen que quedarse de pie y aquello termina lleno hasta los topes. Cuando ya está todo el mundo acomodado, sale una chica micrófono en mano y hace una breve presentación sobre lo que vamos a ver y el funcionamiento del géiser. Y, a continuación, echa unos polvos (una especie de jabón en polvo que actúa como surfactante) para forzar la erupción del géiser. Todo esto da lugar a algo tan antinatural que se nos cae el alma a los pies.
Por si fuera poco, la erupción en sí misma también resulta una birria. No dura ni un minuto y tampoco es que el agua llegue a mucha altura. Esto no siempre es así, hay veces que dura mucho más rato y el agua alcanza hasta 20 metros de altura. Pero no es el caso el día de nuestra visita, y nos vamos de allí muy decepcionados. Evidentemente, si uno nunca ha visto un fenómeno así seguramente no opine igual. Tampoco queremos decir que no merezca la pena: si a vuestro paso por Rotorua visitáis Wai-O-Tapu, aprovechad para contemplar el géiser. Pero sinceramente, si habéis estado en Yellowstone National Park (donde además del famoso Old Faithful hay muchos otros geysers activos) o en Islandia, aquí no veréis nada del otro mundo.
Parque geotermal
Hemos dejado la visita al parque gerotermal de Wai-O-Tapu para el final. Una serie de senderos y pasarelas de madera permiten explorar cada rincón. Todo está muy bien señalizado y es de fácil acceso. Aquí se pueden ver fumarolas, depósitos de azufre, piscinas geotermales, arroyos sulfurosos y muchos más fenómenos geotermales. El olor a huevos podridos típico de estos lugares va y viene según sopla el viento. Es muy importante no salirse del camino señalizado, ya que el suelo puede ser quebradizo y la temperatura y la acidez de las aguas hace que sea realmente peligroso.
La riqueza de colores que aquí se pueden ver depende de los distintos minerales presentes. El amarillo del azufre es quizá el más llamativo, junto con el rojizo anaranjado del óxido de hierro. Incluso hay unas charcas de barro que contienen petróleo sin refinar, lo que hace que el agua de la superficie lance reflejos iridiscentes.
Champagne Pool: la principal atracción de Wai-O-Tapu
La visita estrella de Wai-O-Tapu es sin duda el famoso Champagne Pool. Este lago termal de 65 metros de diámetro es el más grande de toda Nueva Zelanda. Recibe este nombre por el dióxido de carbono que no deja de emanar y que hace que la superficie del lago parezca una copa de champán burbujeante. Dependiendo de las condiciones meteorológicas que haya el día de vuestra visita, podréis observar mejor o peor esta maravilla natural. En nuestro caso, la gran cantidad de vapor (no hay que olvidar que el agua está a una temperatura de 74º C) nos impidió verlo con claridad.
Lo que sí pudimos apreciar fue el intenso color anaranjado del reborde mineral formado alrededor de la piscina termal, compuesto principalmente por arsénico y sulfuro de antimonio, que contrasta intensamente con el agua de color verde oscuro y el color gris del suelo. No es tan espectacular como el glorioso Grand Prismatic Spring de Yellowstone National Park, pero es realmente bonito.
Un bonito lago de color verde
Otro punto destacado del parque geotermal de Wai-O-Tapu es el lago Ngakoro, cuyas aguas son de un llamativo color verde. Llegamos hasta él a través de un bosquecillo en el que hay expuestas varias esculturas de madera. Aquí también encontraréis mesas de picnic y rincones agradables en los que parar un rato a descansar o comer algo.
Nuestra opinión sobre Wai-O-Tapu Thermal Wonderland
Una vez terminada la visita al completo a Wai-O-Tapu, nos vamos con una sensación agridulce. Es un lugar muy interesante y totalmente recomendable para aquellos que nunca hayan visto nada parecido. Pero para nosotros, habiendo estado en Yellowstone National Park, el lugar del mundo con mayor concentración de este tipo de fenómenos geotermales, resultó algo decepcionante. Tampoco nos atreveríamos a deciros que no lo visitéis, pero Yellowstone deja el listón tal alto que cualquier otro lugar parece poca cosa en comparación.
Con esto ponemos punto final a nuestra visita a Rotorua y ponemos rumbo a Taupo, nuestra siguiente parada en este road trip por Nueva Zelanda.
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