Ribadesella

Ribadesella

Situada en la desembocadura del río Sella, Ribadesella es una población conocida en todo el mundo gracias al Descenso Internacional del Sella, una competición de piragüismo que se celebra anualmente y atrae a miles de personas. Pero Ribadesella es mucho más que su río. Cuenta con un centro histórico en el que se conservan numerosos edificios señoriales y varios palacios.

Calle Marqueses de Argüelles
Puente del Sella
Río Sella

Además de darse un baño en la bonita playa de Santa Marina, también se pueden estirar las piernas subiendo hasta la Ermita de la Guía, dedicada a la patrona de los marineros. La encontraréis en lo alto del Monte Corberu, y desde allí tendréis unas vistas excepcionales de Ribadesella y del mar. A las afueras de la población se encuentra una de las cuevas con arte rupestre del Paleolítico más importantes de España después de la de Altamira. Se trata de la cueva de Tito Bustillo, sobre la que tenéis más información en su página web oficial.

Calle Santa Marina
Playa de la Atalaya
Gran Vía de Agustín Argüelles

Tras encontrar un hueco en el que aparcar el coche, nos dirigimos a la Oficina de Turismo. La encontraréis junto al río, en el Paseo Princesa Letizia, a pocos metros del Puente del Sella. Tras conseguir un plano de la población, comenzamos nuestro paseo por el casco antiguo de Ribadesella. Si no os apetece demasiado caminar, tenéis la opción de subir a bordo del trenecito que hace un recorrido por los principales puntos de interés turístico. En la Gran Vía de Agustín Argüelles, a la altura de la Plaza Nueva, encontraréis la parada de inicio de la ruta.

Calle Manuel Caso de la Villa
Tren turístico de Ribadesella

Nosotros optamos por recorrer Ribadesella a pie, algo muy conveniente dado su reducido tamaño. Nos adentramos en el casco histórico por la Gran Vía de Agustín Argüelles, en cuya esquina se alza el Hotel Marina, construido en 1912 y de estilo modernista. Las calles rectas y ordenadas de esta parte del casco antiguo conforman el ensanche de la población, llevado a cabo a partir del siglo XIX.

Hotel Marina
Calle Manuel Fernández Juncos

Esta zona de Ribadesella supone un contraste con El Portiellu, el barrio más antiguo, que se remonta a la Edad Media. Allí las callejuelas son más estrechas y sinuosas, siendo las calles Oscura, Infante y Guillermo González sus tres arterias principales. El Portiellu fue el núcleo original de Ribadesella, que por aquel entonces era una villa marinera dedicada principalmente a la pesca de salmones y la caza de ballenas.

Calle Manuel Fernández Juncos
Casa Uría-Aza

En el ensanche del siglo XIX es donde hoy en día se concentra principalmente la actividad comercial de Ribadesella. Dos bonitas plazas constituyen el corazón del barrio. Por una lado está la plaza Reina María Cristina. En ella destaca el Palacio de Prieto Cutre, que data del siglo XVI, tiene una preciosa fachada renacentista y es la sede actual del Ayuntamiento.

Ribadesella
Plaza Reina María Cristina
Calle Manuel Fernández Juncos

Por otro lado está la Plaza Nueva que, sin ser tan bonita como la anterior, es un concurrido lugar de reunión para los vecinos de la ciudad. Desde la Plaza Nueva, por una calle perpendicular, llegamos a la iglesia de Santa María Magdalena. Su construcción es muy reciente (se inició en 1924) y su exterior nos deja bastante indiferentes. Por lo visto en su interior cuenta con unos frescos muy bonitos, pero al estar cerrada no podemos entrar a echarles un vistazo.

Plaza Nueva
Calle López Muñiz
Santa María Magdalena

Paseando por las calles del ensanche encontramos algunas de las casonas y palacios más importantes de Ribadesella. Algunos ejemplos son la Casa del Escudo, el Palacio de los Prieto o la Casa de los Ardines.

Palacio de los Prieto

Otro edificio magnífico con el que cuenta Ribadesella es la casa de indianos situada junto a la torre de la Atalaya. Justo detrás de la casona se encuentra la playa de la Atalaya, escondida entre acantilados.

Casona de indianos
Calle de la Atalaya
Playa de la Atalaya

En cuanto a playas se refiere, la de Santa Marina es la más conocida. Se sitúa en la otra orilla del río y está formada por un gran arenal y un agradable paseo marítimo repleto de casonas y palacetes de principios del siglo XX, cuando veraneantes de alto poder adquisitivo comenzaron a pasar aquí sus vacaciones. Aunque nosotros no visitamos ni la playa de Santa Marina ni el Monte Corberu por falta de tiempo, nos parecen dos lugares muy adecuados para finalizar una visita a Ribadesella.

Ribadesella
Río Sella

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