Nuestro viaje por tierras asturianas se acaba, pero aún nos quedan varias visitas interesantes que realizar antes de marcharnos a casa. En el post anterior os hablamos de la excursión (frustrada) a los Lagos de Saliencia y de las distintas brañas que se pueden visitar en esta zona. En este, nos vamos a centrar en las tres poblaciones que tuvimos ocasión de conocer a nuestro paso por el Parque Natural de Somiedo: Pola de Somiedo, Veigas y Caunedo. Las tres tienen algo en común, ya que en todas ellas se encuentra una de las sedes del interesantísimo Ecomuseo de Somiedo.
Ecomuseo de Somiedo
El Ecomuseo de Somiedo cuenta con tres sedes, cada una de ellas dedicada a una temática diferente. Las dos más importantes se encuentran en Veigas y Caunedo, mientras que la de Pola de Somiedo queda un poco en segundo plano. Aquí tenéis toda la información actualizada sobre precios y horarios.
Para acceder a las sedes de Veigas y Caunedo hay que pagar entrada, pero tan solo cuesta 2€ por persona (1€ los menores de 16 años, gratis los menores de 6 años). Además, con la misma entrada se accede a ambas sedes, por lo que el gasto es mínimo.
A continuación os ampliaremos la información sobre cada una de las sedes en el apartado correspondiente.
Pola de Somiedo
Pola de Somiedo (La Pola Somiedo en asturiano) fue la base de operaciones desde la que realizamos las distintas visitas al Parque Natural de Somiedo y sus alrededores. Nos alojamos en el camping La Pomarada de Somiedo, sobre el que ya os contamos más cosas en este otro post.
La Pola es la capital del concejo de Somiedo y aquí se encuentra la sede del Parque Natural de Somiedo, además de su Centro de Interpretación. Os recomendamos visitarlo, ya que en la planta superior hay una interesante exposición gratuita que ofrece información acerca del medio natural de Somiedo, así como sobre la vida y costumbres de los habitantes de la región.
Otra exposición que podéis visitar (también gratuita) es la del Ecomuseo de Somiedo. La de Pola de Somiedo está dedicada a los trabajos agrícolas y la encontraréis en el recinto ferial, junto a la piscina municipal. Se trata de cuatro expositores, cada uno centrado en una temática distinta: agricultura, caza, pesca y medios de transporte.
La Casa del Oso
En cuanto a exposiciones, todavía hay otra más que se puede visitar en Pola de Somiedo. Está dedicada al oso pardo y a las labores de conservación que se llevan a cabo para garantizar su supervivencia. La Casa del Oso se encuentra justo detrás de la iglesia de San Pedro, en la calle Flórez Estrada. La visita incluye la proyección de un vídeo de unos 20 minutos de duración. Además, en el exterior de la casa hay un hórreo y podréis acceder al interior.
Para más información sobre los horarios de apertura de la Casa del Oso y acerca de las actividades que realiza la Fundación Oso Pardo, aquí os dejamos el enlace a su página web.
Veigas
El pequeño pueblo de Veigas alberga la que, en nuestra opinión personal, es la sede más interesante del Ecomuseo de Somiedo. Está dedicada a la casa tradicional de Somiedo, con el tejado típico con cubierta vegetal o teito d’escoba. Durante la visita guiada se puede acceder a tres de esas viviendas, perfectamente conservadas y totalmente amuebladas. Se trata de Casa Flora, Casa Diotina y Casa Rosa, cada una de ellas de un estilo diferente. Podréis ver cómo se estructuran estos tejados vegetales, ya que el entramado de madera y escoba es visible desde el interior de las viviendas.
En estas casas tradicionales convivían personas y animales. Algunas se componían de una única estancia, mientras que otras eran más grandes e incluso tenían las cuadras separadas de la vivienda familiar. Gracias a las interesantes explicaciones de la guía podréis haceros una mejor idea de cómo era la vida de los vecinos de la zona, en unas condiciones bastante duras que en invierno se recrudecían aún más.
Tras la visita al Ecomuseo de Somiedo damos un breve paseo por el resto del pueblo, compuesto por apenas un par de calles. Hay un par de hórreos, un lavadero público y varias casas con bonitos detalles arquitectónicos.
Si se os hace la hora de comer, os recomendamos que os acerquéis al Bar Tiblos. Lo encontraréis a pie de carretera (que sepamos es el único bar que hay en Veigas) y se come de maravilla. El trato es excelente y la comida casera está deliciosa.
Caunedo
En Caunedo (Caunéu en asturiano) se encuentra la última de las sedes del Ecomuseo de Somiedo. Ocupa el edificio de la antigua escuela y se ha conservado una de las aulas con todo su mobiliario original, a modo de pequeño museo.
En este caso, el Ecomuseo de Somiedo se centra en los distintos oficios tradicionales de la región y en una de las actividades más importantes y representativas de Somiedo: la trashumancia.
En cuanto a los oficios, encontraremos un espacio dedicado a la herrería, la cestería, la carpintería, la cantería y la minería. Quizá uno de los más interesantes, por ser único del lugar, era el oficio de madreñeiro. El madreñeiro se dedicaba a elaborar las madreñas, ese calzado tradicional de madera parecido a un zueco que protegía los pies de la humedad y el barro.
La parte del museo dedicada a la trashumancia es muy interesante. La ganadería ha sido desde siempre la principal actividad económica de la zona. En Somiedo hay muchísimas brañas, empleadas por los pastores para refugiarse junto al ganado durante la temporada que pasaban en las zonas de alta montaña para aprovechar los pastos de altura. Gracias a esta exposición, podemos aprender que existen distintos tipos de trashumancia, así como diferentes tipos de brañas adaptadas a cada una de esas trashumancias.
El fin de nuestro road trip por tierras asturianas y cántabras
Con la visita a esta última sede del Ecomuseo de Somiedo ponemos fin a nuestro viaje por Asturias y Cantabria. Han sido 15 días intensos, llenos de visitas interesantes, pueblos encantadores, paisajes espectaculares y experiencias enriquecedoras. Nos marchamos con muy buen sabor de boca y con ganas de regresar en un futuro no muy lejano porque, como sucede en cualquier viaje, nos ha sabido a poco y nos han quedado muchísimas cosas por descubrir.