Seguimos con nuestra ruta por la Isla Sur de Nueva Zelanda visitando otro de sus parques nacionales: Paparoa National Park. Situado en la espectacular West Coast, la mayoría de puntos de interés del parque están en Punakaiki, donde también encontraréis el centro de visitantes. Aunque mucha gente solo se detiene el tiempo justo para dar un paseo por Dolomite Point y admirar las famosas Pancake Rocks, Paparoa National Park ofrece mucho más y merece la pena explorarlo con más detenimiento.
Paparoa National Park: un parque nacional con un paisaje muy diverso
Si bien la imagen de Paparoa National Park se asocia automáticamente con su impresionante franja costera, en realidad la mayor parte del parque se encuentra tierra adentro, delimitada por la cordillera montañosa de Paparoa Range y atravesada por los ríos Fox, Pororari y Punakaiki. Un denso bosque esconde formaciones de roca caliza y cuevas de origen cárstico, algunas de ellas tan fácilmente accesibles como Punakaiki Cavern.
Una de las grandes ventajas de Paparoa National Park es su gran accesibilidad. Se encuentra junto a la SH6, la principal carretera de la Isla Sur. Nos atrevemos a asegurar que no hay ruta por Nueva Zelanda que no incluya este tramo de la West Coast. Llegamos provenientes de Nelson Lakes National Park y vamos a continuar por la SH6 en dirección sur, así que vamos a organizar nuestra visita a Paparoa National Park de norte a sur y nos vamos centrar en tres de sus principales atracciones. Os contamos más a continuación.
SH6: una carretera con vistas al mar
En el momento en que la carretera deja finalmente atrás las montañas y nos ofrece las primeras vistas a la espectacular y salvaje costa oeste, no podemos evitar enamorarnos inmediatamente del maravilloso paisaje. Inmediatamente nos trae recuerdos de otro road trip por la costa inolvidable: el Big Sur de California.
Nos vamos deteniendo en los miradores que encontramos por el camino. La primera parada, muy breve, la hacemos en la desembocadura del río Fox, donde hay un viejo puente de madera muy fotogénico. Uno de los miradores, llamado Irimahuwhero Lookout, ofrece unas vistas panorámicas impresionantes. Varios wekas (Gallirallus australis) se pasean por allí sin miedo alguno a los visitantes, ¡uno de ellos un poco más y se nos cuela en el coche!
Primera parada en Paparoa National Park: Truman Track
Después de dejar el coche en el aparcamiento junto a la carretera, recorremos el corto sendero (unos 700 metros aproximadamente) llamado Truman Track. El primer tramo del camino atraviesa un denso bosque subtropical, para dar paso a un tramo más despejado en el que abunda el lino de Nueva Zelanda. Aunque no tiene nada que ver con el lino que conocemos en el resto del mundo, los colonizadores europeos lo bautizaron así al observar que los maoríes utilizaban sus largas fibras como material textil.
El sendero desemboca en una pequeña playa de gran belleza. Desde una plataforma de madera observamos el fuerte oleaje que barre la arena y golpea las rocas con fuerza. El mar de Tasmania ha ido erosionando la costa y dando forma a estos acantilados de roca caliza que han resultado el hábitat ideal para la colonia de pingüinos azules que tiene aquí su hogar. Estos pingüinos, de la especie más pequeña de todas, anida en esta playa entre agosto y febrero, durante la época de cría. Seguramente ese sea el motivo por el cual nos encontramos con el acceso a la playa cerrado, aunque las vistas desde aquí arriba ya merecen la pena.
Segunda parada en Paparoa National Park: Pororari River Track
De momento hemos visto solamente el lado costero de Paparoa National Park. Ahora vamos a conocer la otra parte, su interior boscoso. Para ello vamos a realizar una excursión corta siguiendo el Pororari River Track. El sendero comienza junto a la desembocadura del río Pororari y se adentra en el bosque río arriba. El objetivo es llegar hasta el punto en que se cruza con otro sendero, el Inland Pack Track. Poco después del cruce hay un puente colgante sobre el río, lugar donde tenemos pensado parar un rato a comer algo antes de dar media vuelta y regresar por donde hemos venido. En total la excursión tiene unos 6 o 7 km, por lo que si disponéis de un par de horas es una opción muy recomendable.
Al poco rato de iniciar el recorrido nos adentramos en el bosque subtropical. Palmeras y helechos gigantes tamizan la luz del sol a medida que vamos avanzando siguiendo el curso del río. El sendero, prácticamente llano al principio, se va estrechando progresivamente. Unas escaleras de madera nos permiten pasar entre unos enormes bloques de piedra que en un momento dado parecen interrumpir el camino. No hemos visto a casi nadie en todo este rato, algo que nos sorprende porque se trata de una excursión sencilla y muy bonita.
Cuando ya falta poco para llegar al cruce con el otro sendero y al puente colgante, nos vemos obligados a detenernos. El sendero, que hasta ahora estaba en perfectas condiciones, está absolutamente embarrado y es totalmente impracticable. No estamos dispuestos a hundirnos hasta el tobillo en el fango, así que un poco apenados por no haber podido llegar hasta el final optamos por dar media vuelta y regresar ya.
Tercera parada en Paparoa National Park: Pancake Rocks
Nuestra última parada en Paparoa National Park es para ver el lugar más famoso del parque y en el que todos los visitantes se detienen. Las peculiares formaciones rocosas conocidas como Pancake Rocks, en Dolomite Point, están al lado de la carretera, justo enfrente del centro de visitantes del parque nacional. Un corto sendero circular de poco más de 1 km, totalmente llano excepto por un pequeño tramo de escaleras, lleva hasta allí.
Pancake Rocks recibe este nombre por la curiosa superposición de las distintas capas de roca, que les da el aspecto de una pila de tortitas o panqueques. Dejando a un lado las peculiaridades geológicas que han dado lugar a estas formaciones rocosas, la verdad es que el paisaje es precioso. Hace un día estupendo y soleado, lo que resalta aún más el color azul del mar y el verde intenso del lino de Nueva Zelanda. Toda la zona está llena de aves marinas, que anidan sobre las rocas.
Como toda esta zona está formada por piedra caliza, multitud de aberturas agujerean la roca. Eso hace que cuando hay marea alta y el mar embate con fuerza contra la costa, el agua y el aire son empujados hacia arriba por las fisuras, formando géiseres marinos que pulverizan agua y espuma a su alrededor. Lástima que nuestra visita no coincidiera con la marea alta y no pudiéramos disfrutar de este espectáculo natural.
Motukiekie Beach: probando el whitebait al estilo West Coast
Terminamos nuestra visita a Paparoa National Park y salimos de nuevo a la carretera para continuar nuestro road trip neozelandés. No hemos conducido mucho rato cuando hacemos una última parada. Unos 25 km al sur de Punakaiki se despliega ante nosotros la espectacular playa de Motukiekie.
Es tan bonita que no podemos evitar parar a hacer unas cuantas fotos. Cuando ya regresamos al coche nos fijamos en un puesto de venta ambulante que hay en el área de descanso donde hemos parado. Preparan fish and chips, hamburguesas y whitebait. No queremos dejar pasar la ocasión de probar el whitebait, un plato muy popular en esta zona del que os hablamos más en este otro post. Ni cortos ni perezosos pedimos un whitebait patty aderezado con un poco de salsa de menta. La cocinera nos ha recomendado probarlo así, ya que es típico de la West Coast.
Con unas vistas inmejorables, disfrutamos de esta delicia junto al mar a modo de despedida de Paparoa National Park. No se nos ocurre una mejor forma de hacerlo.
[…] nuestra visita a Paparoa National Park continuamos avanzando por la carretera SH6 en dirección sur. El siguiente plato fuerte de este […]