Situada en el centro de la costa oeste de Cerdeña, Oristano es una población que, sin ser imprescindible, cuenta con un centro histórico pequeño, ideal para una visita rápida. En sus alrededores hay también muchos otros lugares interesantes para descubrir si pasáis por esta zona durante vuestra ruta por la isla. Os contamos más a continuación.
Oristano: un elegante y pequeño centro histórico
Aunque no creemos que Oristano sea uno de los lugares imprescindibles que ver en Cerdeña, sí es cierto que cuenta con un centro histórico que se puede recorrer fácilmente mientras se da un agradable paseo. Comenzamos nuestra visita por Piazza Roma, en la que destaca la Torre de Mariano II, también conocida como Torre de San Cristoforo. Fue construida en el siglo XIII y es el único rastro que se conserva de la antigua muralla que rodeaba el centro de Oristano.
De Piazza Roma parte el Corso Umberto I, una bonita calle peatonal que conduce directamente al corazón de Oristano, la preciosa Piazza Eleonora. Esta elegante plaza está presidida por una estatua de Eleonora d’Arborea, que es una figura de gran relevancia histórica para Cerdeña. Esta jueza, se dice que nacida en la provincia de Barcelona aproximadamente en 1340, luchó contra el dominio de la Corona de Aragón y promulgó la Carta de Logu, un importante compendio de leyes. En la actualidad se le rinde homenaje con esta estatua, que acentúa la belleza de esta plaza de Oristano. Numerosos edificios señoriales y palacios (como el Palazzo degli Scolopi, actual sede del Ayuntamiento) la rodean.
A pocos pasos de la Piazza Eleonora se encuentra la Catedral de Santa Maria Assunta. Aunque su origen se remonta al siglo XII, su aspecto actual se debe a una reconstrucción realizada en el siglo XVIII, en estilo barroco. En su interior destaca la bonita cúpula. A pocos pasos de la catedral está la iglesia de San Francesco, contigua a un convento franciscano. Como en el caso de la catedral, aunque su origen es del siglo XIII, su fachada neoclásica se debe a la reconstrucción llevada a cabo en el siglo XIX.
Los interesados en el pasado de Cerdeña pueden visitar el museo arqueológico Antiquarium Arborense, con una de las colecciones más grandes e importantes de la isla. Cabe destacar la cantidad de piezas recuperadas en la zona arqueológica de Tharros y la península de Sinis, a donde nos vamos a dirigir a continuación.
Península de Sinis: un paraíso natural en el golfo de Oristano
A menos de 20 km del centro de Oristano se encuentra la península de Sinis. Con un entorno natural prácticamente virgen, sus playas son de las más bonitas del oeste de Cerdeña. Entre las más conocidas se encuentran Is Arutas y Putzu Idu. Al sur de la península, el Capo San Marco delimita uno de los extremos del golfo de Oristano. Hay muchos rincones que explorar en este tramo de costa, como la pequeña población de San Giovanni di Sinis o el área arqueológica de Tharros.
Una red de senderos permite explorar fácilmente el cabo y llegar hasta el faro que hay en la punta sur. Para los que lo prefieran, un pequeño trenecito turístico recorre el extremo sur de la península de Sinis, algo muy conveniente para personas mayores o familias con niños pequeños. Aquí tenéis más información al respecto.
San Giovanni di Sinis: una iglesia muy peculiar
Esta pequeña aldea de pescadores cuenta con apenas un puñado de casas y es el punto de partida ideal para conocer Capo San Marco. No podéis dejar de visitar la iglesia de San Giovanni di Sinis, una de las más antiguas de Cerdeña. Fue edificada en el siglo VI en estilo bizantino, aunque posteriormente se reformó en el siglo XI. Con su peculiar forma y su cúpula roja, llama la atención enseguida.
Damos una vuelta por las pocas calles de San Giovanni di Sinis, disfrutando de su ambiente veraniego. Aunque cuenta con una bonita playa, nosotros hemos optado por pasar la mañana en otra que hay un poco más adelante, pasada el área arqueológica de Tharros. No importa la que elijáis, pero no os olvidéis el bañador si queréis disfrutar de este precioso tramo de costa y de sus aguas cristalinas.
Área arqueológica de Tharros: descubriendo el pasado de Oristano
Dejamos el coche en el amplio aparcamiento (de pago, ya que es zona azul) que hay al final de la carretera que lleva a Tharros. Este yacimiento arqueológico es uno de los más importantes de Cerdeña. Esta zona cuenta con un pasado que se remonta a fenicios, cartagineses y romanos, además de conservarse también varios asentamientos nurágicos repartidos por toda la península de Sinis.
El origen de Tharros data del siglo VIII aC. Debido a su estratégica posición, pronto se convirtió en una ciudad próspera, aunque esa misma posición también la hacía vulnerable a ataques por vía marítima. Sus habitantes, cansados de tener que estar siempre defendiéndose de ataques e invasiones, decidieron abandonar Tharros alrededor del año 1050 dC. No se fueron muy lejos, ya que terminaron fundando la cercana ciudad de Oristano.
Nosotros prescindimos de esta visita, ya que en unos días tendremos ocasión de recorrer el área arqueológica de Nora, cerca de Cagliari. Los interesados en descubrir Tharros tenéis toda la información práctica (horarios, tarifas, etc) en su página web.
Capo San Marco: disfrutando de un magnífico día de playa
Dejamos atrás las ruinas de Tharros y nos acercamos hasta la cercana Torre de San Giovanni. Desde el promontorio en el que se ubica la torre se tienen unas vistas excelentes del golfo de Oristano, San Giovanni di Sinis y Capo San Marco.
Esta torre defensiva, junto con la Torre Vecchia (o de San Marco) que se aprecia en la distancia, se edificó entre los siglos XVI y XVII, cuando Cerdeña se encontraba bajo el dominio de la Corona de Aragón. Es por este motivo que la Torre de San Giovanni también se conoce como Torre Spagnola.
A los pies de la torre, la bonita playa de Capo San Marco nos espera. Una red de caminitos abiertos por el paso continuado de la gente entre la vegetación nos conduce directamente hasta ella. Es recomendable llevar calzado adecuado, ya que con chanclas se hace un poco más complicado el descenso hasta la playa.
Nos instalamos en el extremo norte de la playa, el más cercano a la Torre de San Giovanni. Aunque hay un poco de oleaje, este extremo de la playa está bastante protegido por las rocas. El agua, absolutamente transparente, tiene la temperatura perfecta, ni muy caliente ni muy fría. Se trata de una playa completamente salvaje, sin edificaciones, restaurantes ni nada que estropee el paisaje. Quizá más tarde se llene de gente, pero a media mañana apenas hay nadie y se está la mar de a gusto.
Pasamos el resto de la mañana entre chapuzones y momentos de relax leyendo un buen libro tumbados en nuestras toallas. Nos parece una forma magnífica de terminar nuestra visita a la región de Oristano.
[…] en su momento dejamos pasar la ocasión de visitar el área arqueológica de Tharros, cerca de Oristano, fue porque teníamos claro que no queríamos perdernos la de Nora. Os contamos más sobre nuestra […]