A nuestro paso por el este de Cerdeña y el Golfo de Orosei, no dudamos en acercarnos hasta el pueblo de Orgosolo. El que antaño fuera considerado el pueblo más peligroso del mundo, debido a las disputas entre bandas rivales que llevaron a cometer decenas de asesinatos entre sus miembros, es conocido en la actualidad por su arte callejero.
Multitud de murales decoran las fachadas de viviendas y negocios, la mayoría de ellos muy reivindicativos y con un claro mensaje político. Lo cierto es que de no ser por su street art, Orgosolo pasaría completamente desapercibido, ya que no cuenta con otros alicientes para atraer a los visitantes. A nosotros nos gustó mucho y nos alegramos de haberlo incluido en nuestro itinerario.
Orgosolo: un pueblo con un pasado muy violento
Parece mentira que esta pequeña población, enclavada en las montañas del macizo del Gennargentu, haya tenido un pasado tan violento. Tiene algo más de sentido si tenemos en cuenta que Orgosolo se encuentra en la región de Barbagia, nombre que le pusieron los romanos al toparse con los “bárbaros” que la habitaban, que lucharon con uñas y dientes para evitar ser conquistados.
En mitad de un paisaje agreste y montañoso, Orgosolo fue tierra de bandoleros, secuestradores y criminales. La vida aquí no ha sido nunca fácil. Su relativo aislamiento geográfico y una pobreza que se intuye fácilmente permiten comprender un poco mejor el por qué de ese pasado. El bandido más famoso de Cerdeña, Graziano Mesina, nació aquí. A él se debe en parte la mala fama de Orgosolo, que afortunadamente ya ha quedado atrás.
Un proyecto artístico y reivindicativo
Corría el año 1975 cuando Francesco del Casino, un profesor recién llegado a Orgosolo para dar clase en la escuela, tuvo la idea de sacar a sus alumnos a la calle para pintar una serie de murales en sus tristes paredes. Aunque no encontramos a mucha gente en el momento de nuestra visita, sabemos que cada año más personas se acercan a descubrir los murales de Orgosolo, que se han convertido en un reclamo turístico por mérito propio.
Los estilos artísticos empleados a la hora de crear los murales son variados. Algunos tienen un aire claramente picassiano, especialmente el que decora la fachada de una tienda de regalos bautizada como Guernica Souvenir Shop. Otros son naïf y algunos recuerdan indudablemente a Diego Rivera.
El pueblo de los murales
Los murales de Orgosolo, además de artísticos, son sobre todo reivindicativos. Muchos de ellos hacen referencia a importantes momentos clave de la historia contemporánea, como el 11-S o la derrota de Sadam Hussein. Otros se centran en la lucha obrera o por los derechos de las mujeres. Unos cuantos más denuncian algunos escándalos de la política italiana. Algunos tratan sobre aspectos culturales de la región. Pero si algo tienen en común todos ellos es su marcado carácter de izquierdas y la denuncia de las numerosas injusticias sociales que se dan a lo largo y ancho del mundo.
Se realizan visitas guiadas (de pago), pero nosotros optamos por dar un paseo por el pueblo y admirar los murales a nuestro propio ritmo. La mayoría los encontraréis en la calle principal de Orgosolo, Corso Repubblica, pero también hay bastantes en las calles aledañas.
Si os entra hambre durante vuestro paseo por Orgosolo, os recomendamos acudir a Disidzos de Orgosolo, una pastelería que elabora unos dulces típicos deliciosos. La reconoceréis fácilmente: es la de la fachada decorada con un bonito mural de Corto Maltés (Corso Reppublica 124). La dueña es una mujer de lo más agradable, que nos estuvo explicando las características de cada uno de ellos y nos dio a probar un bocado de cada. Al final salimos de allí con una bandeja con un poco de cada, ¡no pudimos resistir la tentación!
Excursión al cañón más profundo de Italia
Una vez terminada la visita a Orgosolo, los más aventureros tenéis la opción de realizar múltiples excursiones por los alrededores. El macizo del Gennargentu alberga los picos más altos de toda Cerdeña, incluyendo Punta La Marmora, que con 1834 metros de altitud es el mayor de todos.
Este macizo alberga en sus entrañas el cañón más profundo de Italia, llamado Gola Su Gorropu. Con 22 km de largo y paredes que alcanzan los 450 metros de altura y tan solo 4 metros de ancho en el punto más estrecho del cañón, parece realmente algo digno de ver. Nos hubiera encantado visitarlo, pero no fue posible por la falta de tiempo. El acceso al cañon (hay que pagar 5€ para poder acceder al mismo) se encuentra en el puerto de montaña Genna ‘e Silana, en la carretera SS125. Desde allí salen dos rutas, una de 8 km y otra de 14 km. Si queréis ahorraros parte de la caminata y llegar directamente al cañón en 4×4, podéis contratar una excursión guiada. Nosotros valoramos hacerlo con esta empresa, en su web podéis consultar los precios y las distintas modalidades de excursiones que ofrecen.
Esperamos que esto sea un incentivo más y os animéis a visitar Orgosolo y sus alrededores. Os aseguramos que merece la pena.