Situada en las antípodas de España, Nueva Zelanda es para muchos un lugar mítico, de esos que parecen inalcanzables por su lejanía y el elevado coste de viajar hasta allí. Nada más lejos de la realidad, al menos por lo que respecta a esto último. Nueva Zelanda está a casi 20.000 kilómetros de distancia de España. Los vuelos que llegan hasta allí suelen tener dos escalas (si no más) y duran unas 30 horas. Pero el agotamiento extremo que supone un viaje tan largo merece absolutamente la pena si la recompensa final es un lugar tan increíble. En este post os damos algunas pinceladas de lo que os espera al otro lado del mundo. También incluimos el recorrido detallado que seguimos, que iremos ampliando en los siguientes posts, además de un presupuesto que demuestra que viajar a Nueva Zelanda no es tan caro como parece.
Un país increíble
Nueva Zelanda es un país asombroso. Este viaje se ha convertido en uno de los más espectaculares que hemos hecho nunca. A lo largo de 26 días y más de 6.000 kilómetros, este roadtrip nos ha llevado a descubrir playas vírgenes de arena negra; bosques lluviosos poblados por todo tipo de palmeras, helechos y musgos; lagos de todos los tamaños y colores; volcanes, fumarolas y piscinas de aguas termales sulfurosas; cascadas, glaciares e incluso icebergs flotando en las tranquilas aguas de un lago. Hemos visto algunas de las aves más peculiares del planeta, además de árboles únicos e irreemplazables. Nos ha sorprendido la nieve en plena montaña, nos hemos bañado en la playa, hemos resistido unas rachas de viento tan fuertes que amenazaban con llevarnos volando y hemos aprendido que hay lugares que se disfrutan mejor bajo la lluvia que en un día soleado.
Nuestro viaje a Nueva Zelanda ha sido algo atípico. Decimos esto porque hemos dejado de lado algunas atracciones turísticas que se suelen incluir en todos los itinerarios. No hemos ido al famoso Hobbiton porque no somos grandes fans del Señor de los Anillos y el precio de la entrada nos parece excesivo. Tampoco hemos visitado las cuevas de gusanos luminosos por tratarse de una atracción demasiado turística y masificada, aunque debemos reconocer que esta decisión supuso una división de opiniones y hasta el último minuto estuvimos dudando si acercarnos a Waitomo o no. Hay otras cuevas en las que se puede entrar por libre y gratis, lo que asegura una experiencia única, pero no nos pillaron de paso por quedar en Northland, una zona que tuvimos que descartar por falta de tiempo pero que estamos seguros que merece mucho la pena.
Disfrutando de la naturaleza en Nueva Zelanda
El objetivo de este viaje ha sido siempre, desde que empezamos a prepararlo, disfrutar de la naturaleza de Nueva Zelanda. Hemos visitado tantos parques nacionales como hemos podido, hemos hecho muchas excursiones (algunas no pudieron ser por culpa del mal tiempo) y hemos visitado pocas ciudades (que tampoco es que sean demasiado especiales, salvo alguna que otra excepción).
Nueva Zelanda cuenta con una naturaleza y unos paisajes absolutamente impresionantes. Se suele decir, de forma equivocada, que es uno de los pocos lugares vírgenes que quedan en el mundo. Teniendo en cuenta que buena parte de su territorio ha sido deforestado a lo largo de los últimos siglos para su aprovechamiento ganadero y forestal, esta afirmación cae por su propio peso. Tan solo hace falta echar un vistazo por la ventanilla del coche mientras se recorren las carreteras neozelandesas para darse cuenta de ello. Pero ojo, porque este hecho no le quita ni un ápice de belleza al paisaje. Al contrario, el ambiente bucólico y las estampas campestres que Nueva Zelanda nos ofrece son sin duda parte de su encanto y una de sus señas de identidad.
Documentación necesaria para viajar a Nueva Zelanda
Hasta hace poco cualquier ciudadano español podía viajar a Nueva Zelanda por un período de hasta 90 días sin necesidad de presentar ninguna documentación más allá de un pasaporte en vigor. Sin embargo, el 1 de octubre de 2019 entró en vigor una novedad muy importante. Se trata del NZeTA (New Zealand Electronic Travel Authority).
Esta autorización de viaje electrónica os resultará muy familiar si, por ejemplo, habéis viajado a Estados Unidos, ya que es muy similar al ESTA que hay que rellenar para viajar allí. Tiene validez durante dos años y permite realizar múltiples viajes a Nueva Zelanda durante ese periodo de tiempo, aunque la duración de la estancia no puede superar los 3 meses en total.
Aviso importante: para información actualizada y fiable sobre cualquier restricción de viaje relacionada con la pandemia de Covid-19, lo mejor es acudir a la web del Ministerio de Exteriores.
Dónde obtener el NZeTA
El NZeTA se puede obtener de dos formas distintas, y el precio varía según la elegida. Podéis tramitarlo a través de la página web oficial por 12 dólares (os dejamos el enlace aquí). La otra opción es descargaros la app oficial (y gratuita) y hacerlo a través de vuestro teléfono móvil por 9 dólares.
Además del NZeTA, otra novedad es que también hay que pagar una tasa para poder entrar al país. Se trata del IVL (International Visitor Conservation and Tourism Levy) y tiene un coste de 35 dólares por persona. Se paga automáticamente y de forma conjunta al solicitar el NZeTA, así que no es necesario que hagáis ningún trámite adicional para abonarlo. Como el turismo en Nueva Zelanda está en auge, el impacto que provoca empieza a notarse. Por ese motivo se cobra este impuesto a los turistas, cuya recaudación va destinada a la conservación y contra el que no tenemos nada negativo que decir.
Control de aduanas
Uno de los momentos del viaje a Nueva Zelanda que más nos preocupaba era el paso por el control de aduanas en el aeropuerto. Luego resultó ser un trámite de lo más sencillo, así que os damos algunas indicaciones para que no tengáis ningún problema. Os recomendamos que os leáis detenidamente la información oficial publicada por el gobierno neozelandés en su página web. Además de estar todo muy bien explicado, la información está totalmente actualizada y os informan de cualquier novedad que haya en la normativa vigente. Os dejamos aquí el enlace.
Una vez bajéis del avión tendréis que pasar por el control de pasaportes. Antes de aterrizar os habrán entregado una tarjeta con una serie de preguntas. Sed completamente sinceros a la hora de contestar, no merece la pena enfrentaros a una multa o que os nieguen la entrada al país por dar una respuesta falsa. Las colas para el control de pasaportes pueden ser muy largas, así que tened paciencia. Además de revisar el pasaporte y la tarjeta os harán algunas preguntas (el motivo de vuestro viaje, si tenéis familia en el país y cosas por el estilo). Es un trámite muy rutinario y como el de cualquier otro viaje.
El famoso control de bioseguridad
La novedad es que después de pasar por este trámite hay que pasar por un control de bioseguridad. En Nueva Zelanda son extremadamente estrictos en cuanto a la protección de su fauna y flora. Está terminantemente prohibido introducir cualquier tipo de alimento, especialmente fruta y cualquier tipo de vegetal que contenga semillas, además de productos de origen animal. Nada de llevar una manzana o un bocadillo en la mochila para cuando os entre el hambre. Antes del control de bioseguridad hay una zona con papeleras donde podéis tirar todo aquello prohibido que se os haya pasado por alto. En caso de duda, preguntad siempre. Nosotros no sabíamos si nos dirían algo por llevar caramelos y chicles, así que preguntamos y nos dijeron que no había problema.
Si lleváis en vuestro equipaje botas de montaña o equipamiento de acampada o deportivo, os lo revisarán para asegurarse de que está limpio. Revisadlo bien antes de salir de casa para evitar perder más tiempo y que os lo tengan que desinfectar. Nosotros llevábamos puestas las botas de montaña y nos miraron las suelas para comprobar que estaban limpias y sin restos de tierra. Los bastones de senderismo los teníamos en la maleta, pero no nos hicieron sacarlos. En total no tardamos más de un par de minutos en pasar esta inspección. A otras personas las hicieron ir a una zona específica para un control más a fondo, pero no fue nuestro caso.
Aunque puede dar cierto miedo tener que pasar por tantos controles, es todo mucho más sencillo de lo que parece. Si no mentís ni ocultáis información sobre lo que lleváis en vuestro equipaje, no habrá problema. Además, el personal es muy amable y os resolverá cualquier duda que tengáis.
Nueva Zelanda en campervan
En breve publicaremos un post específico sobre este tema. En él os lo contaremos todo: pros y contras, normativa en vigor, lugares donde pernoctar, cómo organizaros para sacar el máximo provecho a un espacio tan reducido etc. Lo que os podemos adelantar es que viajar en campervan por Nueva Zelanda es absolutamente genial y quizá la mejor forma de conocer el país. Dependiendo del tipo de camper que alquiléis tendréis más o menos libertad, pero es una experiencia cien por cien recomendable que disfrutamos muchísimo.
Campermate: la aplicación más útil para moverse por Nueva Zelanda
Herramienta útil donde las haya, la app gratuita de Campermate es un auténtico imprescindible para cualquier viajero dispuesto a conocer Nueva Zelanda. Os ayudará a localizar alojamientos y zonas de acampada libre, gasolineras, restaurantes, supermercados, baños públicos… Incluso hace las funciones de gps, lo que nos vino muy bien en más de una ocasión. Con reseñas y opiniones reales de los usuarios, es de lo mejorcito que hemos visto nunca a la hora de viajar.
De la isla norte a la isla sur: cómo desplazarse entre islas en ferry
Ningún viaje a Nueva Zelanda estaría completo sin visitar tanto la isla norte como la sur. Para ir de la una a la otra se puede tomar un vuelo interno o se puede optar por el ferry. Si viajáis en coche o campervan lo más probable es que optéis por el ferry. En otro post os daremos toda la información completa, pero aquí van unas pinceladas.
Hay dos compañías que realizan el trayecto a través del estrecho de Cook, conectando Wellington, en la isla norte, con Picton, en la sur. Una es Interislander, la que utilizamos nosotros, y la otra es Bluebridge. En sus páginas web podéis consultar tarifas y horarios. El precio es bastante similar, así que elegimos Interislander porque nos convenían más los horarios.
Los billetes los podéis comprar por internet, en cualquier i-SITE o en las oficinas de las dos compañías. Si ya sabéis la fecha del viaje, lo mejor es reservar plaza con unos días de antelación, especialmente en temporada alta. Viajando en noviembre, no tuvimos problemas para encontrar plazas libres con tan solo un día de antelación, pero alguna de las franjas horarias ya estaba completa.
Nuestra ruta por Nueva Zelanda día a día
Esta es la ruta que seguimos durante nuestro recorrido en coche por Nueva Zelanda. También os indicamos los kilómetros recorridos en coche en cada una de las etapas. De todos los lugares que visitamos os contaremos más en un post sobre cada uno de ellos.
Día 1: Barcelona – Auckland – Península de Coromandel
Tras aterrizar en Auckland ponemos rumbo a la península de Coromandel, dejando la visita a la ciudad pendiente para nuestro último día en Nueva Zelanda. En Thames nos abastecemos de comida en el supermercado y dormimos en Opoutere. Distancia total recorrida: 157 km.
Día 2: Península de Coromandel
Dedicamos el día a recorrer la península de Coromandel. Visitamos la famosa playa de Cathedral Cove y recorremos la carretera 309, con parada en el bosque de kauris de Waiau. Dormimos en Waihi, cerca de Karangahake Gorge. Distancia total recorrida: 214 km.
Día 3: Karangahake Gorge – Blue Spring Putaruru – Rotorua
Terminamos la visita a la península de Coromandel con una excursión por Karangahake Gorge. Después paseamos junto a las aguas más puras y cristalinas que hayamos visto jamás en Blue Spring Putaruru, para luego poner rumbo a Rotorua, donde haremos noche. Distancia total recorrida: 161 km.
Día 4: Wai-O-Tapu – Huka Falls – Taupo – Tongariro National Park
Empezamos la mañana visitando Wai-O-Tapu Thermal Wonderland, que nos decepciona bastante. De camino a Taupo paramos en las impresionantes Huka Falls. Después de comer en el famoso McDonald’s de Taupo ponemos rumbo a Tongariro National Park, donde pasaremos la noche. Distancia total recorrida: 174 km.
Día 5: Tongariro National Park
El día de hoy lo dedicamos a realizar el Tongariro Alpine Crossing, el mejor trekking de un día que se puede hacer en Nueva Zelanda. Por segunda noche consecutiva dormimos en Tongariro National Park, ya que el cansancio después de la excursión hace que salir a la carretera sea poco recomendable. Distancia total recorrida: 13 km.
Día 6: Forgotten World Highway – Egmont National Park – Ohawe Beach
Recorremos la Forgotten World Highway, con parada incluida en la peculiar república independiente de Whangamomona. Seguimos en dirección a Egmont National Park y el cielo despejado nos ofrece unas vistas increíbles del monte Taranaki. Dormimos en un camping en Ohawe Beach, junto a una bonita playa de arena negra. Distancia total recorrida: 281 km.
Día 7: Whanganui – Wellington
Ponemos rumbo a Wellington en una larga jornada de carretera. Aprovechamos para conocer Whanganui, una interesante localidad con muchos edificios históricos. En Wellington no nos perdemos el museo Te Papa y damos un paseo por el centro de la ciudad. Compramos el billete para el ferry que nos llevará a la isla sur a primera hora de la mañana y hacemos noche en un camping cercano. Distancia total recorrida: 313 km.
Día 8: Picton – Queen Charlotte Drive – Marahau
El trayecto en ferry hasta Picton nos muestra un paisaje impresionante e incluso vemos delfines nadando junto al barco. Recorremos el tramo de carretera llamado Queen Charlotte Drive hasta Havelock, la capital del mejillón de labio verde de Nueva Zelanda, bajo una lluvia intensa. Seguimos hacia el norte hasta Marahau, una de las puertas de entrada a Abel Tasman National Park, donde pasamos la noche. Distancia total recorrida: 172 km.
Día 9: Abel Tasman National Park – Nelson Lakes National Park – Murchison
Dedicamos la mañana a pasear por Abel Tasman National Park, aunque el tiempo no acompaña demasiado. Después nos vamos en dirección a Nelson Lakes National Park por unas carreteras secundarias preciosas. No podemos hacer ninguna excursión por los alrededores de los lagos Rotoiti y Rotoroa, ambos se han desbordado a causa de las intensas lluvias. Pasamos la noche a las afueras de Murchison, junto al río Buller. Distancia total recorrida: 196 km.
Día 10: Paparoa National Park – Pukekura
En Paparoa National Park hacemos una excursión junto al río Pororari sin encontrarnos con prácticamente nadie y no nos perdemos las peculiares formaciones rocosas llamadas Pancake Rocks. Paramos en un puesto de venta ambulante junto al mar a probar el whitebait, que está delicioso. Nos quedamos a dormir en Pukekura. Distancia total recorrida: 280 km.
Día 11: Franz Josef Glacier – Haast Pass – Wanaka
Llueve durante todo el día, pero aún así hacemos la excursión a Franz Josef Glacier. Nos acercamos hasta el cercano lago Matheson, aunque por culpa de la lluvia no podemos ver el reflejo del monte Cook en sus aguas. Ponemos rumbo a Wanaka, pero a nuestro paso por Haast Pass tenemos que saltarnos la mayoría de lugares que se pueden visitar porque llueve demasiado. En Wanaka nos acercamos a ver el famoso árbol en el lago. Distancia total recorrida: 390 km.
Día 12: Roys Peak – Cromwell – Clyde – Arrowtown – Queenstown – Glenorchy
Antes de marcharnos hacia Queenstown aprovechamos que el día amanece despejado para disfrutar de las vistas desde el sendero que sube hasta Roys Peak. Visitamos varios pueblos mineros: Cromwell, Clyde y Arrowtown. Cromwell es el que nos parece más interesante y bonito de todos. En Queenstown hacemos una parada para comer en Fergburger y probar una de sus deliciosas hamburguesas. Pasamos la noche en Glenorchy, un tranquilo pueblo a orillas de un lago y rodeado de montañas nevadas. Distancia total recorrida: 226 km.
Día 13: Glenorchy – Te Anau – Milford Sound
Empezamos la mañana dando un paseo junto a las lagunas que hay a las afueras de Glenorchy para después poner rumbo a Te Anau, la puerta de entrada a uno de los fiordos más accesibles y bonitos de Nueva Zelanda: Milford Sound. Compramos los billetes para el crucero que haremos mañana por el fiordo y pasamos la noche en un camping del DoC bajo una lluvia constante. Distancia total recorrida: 381 km.
Día 14: Milford Sound – The Catlins
Milagrosamente deja de llover una vez nuestro barco se adentra en el fiordo, lo que nos permite disfrutar en cubierta de uno de los mejores momentos del viaje. ¡Incluso vemos un par de pingüinos de ojos amarillos! A continuación nos vamos hacia la región de los Catlins y nos alojamos en Curio Bay, donde vemos más pingüinos desde lejos. Distancia total recorrida: 410 km.
Día 15: The Catlins – Península de Otago
Recorremos los Catlins y sus preciosos paisajes. Hay faros, cascadas, un bosque petrificado e incluso llegamos al punto más al sur de la isla sur de Nueva Zelanda. Nos dirigimos hacia la península de Otago y nos alojamos en Portobello. Distancia total recorrida: 260 km.
Día 16: Península de Otago – Dunedin – Moeraki – Oamaru
Hoy exploramos sin prisas la península de Otago. Paramos en una de sus playas más espectaculares y emprendemos el camino a Dunedin por la carretera que circula por el interior de la península, desde donde hay unas vistas impresionantes de los alrededores. En Dunedin damos un paseo por el centro, visitamos su famosa estación de tren y no nos marchamos sin pasar antes a ver la calle residencial más empinada del mundo. Nuestra siguiente parada es en Moeraki Boulders, con sus curiosas rocas redondas en la playa. Por último nos dirigimos a Oamaru, donde haremos noche. Resulta ser una de las poblaciones más bonitas e interesantes de las que hemos conocido hasta ahora. Distancia total recorrida: 174 km.
Día 17: Oamaru – Aoraki / Mt Cook National Park
Nos dirigimos a uno de los lugares más emblemáticos de Nueva Zelanda, el Aoraki o Monte Cook, la montaña más alta del país. Hacemos una excursión hasta el lago Tasman y observamos los icebergs que flotan plácidamente en sus aguas. Nos alojamos a las afueras del parque, en Glentanner. Distancia total recorrida: 255 km.
Día 18: Aoraki / Mt Cook National Park – Tekapo – Ashburton
Hoy hacemos una de las excursiones más populares de la zona, el Hooker Valley Track. A mitad de camino empieza a nevar, lo que le añade un aliciente extra. Seguimos nuestro road trip neozelandés parando en los lagos Pukaki y Tekapo, donde los lupinos en flor nos hacen disfrutar de uno de los paisajes más bonitos que hemos visto nunca. Hacemos noche en Ashburton. Distancia total recorrida: 273 km.
Día 19: Península de Banks – Akaroa
La jornada de hoy la dedicamos por completo a recorrer la península de Banks. Paseamos por Akaroa y sus bonitas calles. En Okains Bay visitamos un interesante museo y comemos en una playa solitaria. Nos vemos forzados a regresar a Akaroa a causa de una avería en el coche y terminamos pasando la noche allí. Distancia total recorrida: 200 km.
Día 20: Akaroa – Kaikoura – Picton
Con el coche a pleno rendimiento nos dirigimos a Kaikoura, el mejor lugar del país para avistar ballenas. Visitamos su colonia de focas y a la hora de comer probamos el delicioso marisco neozelandés. Nos alojamos en Picton, listos para tomar el ferry de vuelta a la isla norte a primera hora de la mañana siguiente. Distancia total recorrida: 430 km.
Día 21: Wellington – Whanganui River Road – Ohakune
El ferry nos deja a las 11 de la mañana en Wellington, donde nos espera un atasco considerable en dirección norte. Paramos en Foxton para visitar su molino holandés y probamos el refresco de cola que se elabora localmente. Recorremos la Whanganui River Road haciendo varias paradas interesantes por el camino y terminamos pasando la noche en Ohakune. Distancia total recorrida: 305 km.
Día 22: Tongariro National Park – Muriwai Beach
Regresamos a Tongariro National Park para hacer una nueva excursión por la zona hasta las Taranaki Falls. Un largo trayecto por carretera nos conduce hasta Muriwai Beach, una impresionante playa de arena negra al noroeste de Auckland, donde pasamos la noche. Distancia total recorrida: 427 km.
Día 23: Warkworth – Martins Bay – Scandrett Regional Park
Nos apetece pasar unos días de descanso en la playa, no muy lejos de Auckland. Vamos hacia Warkworth y elegimos la playa de Martins Bay para pasar las próximas dos noches. Además de tomar el sol y bañarnos en la playa aprovechamos para explorar los alrededores, que forman parte del Scandrett Regional Park. Distancia total recorrida: 94 km.
Día 24: Mahurangi Regional Park
Seguimos descubriendo rincones interesantes en los alrededores de Martins Bay. Hoy visitamos Scotts Landing, en Mahurangi Regional Park. El resto del día lo dedicamos a bañarnos en la playa, leer y dar algún paseo. Distancia total recorrida: 40 km.
Día 25: Auckland – Clarks Beach
No queremos marcharnos sin dedicar nuestro último día en Nueva Zelanda a conocer Auckland. Paseamos por el centro de la ciudad y disfrutamos de las vistas desde la cima de Mount Eden. Optamos por buscar alojamiento no demasiado lejos y elegimos Clarks Beach. Distancia total recorrida: 150 km.
Día 26: Clarks Beach – Barcelona
Último amanecer en Nueva Zelanda, con tiempo para limpiar y recoger la campervan y preparar las maletas antes de salir hacia el aeropuerto. Distancia total recorrida: 48 km.
Nuestro presupuesto
Sin ser un destino barato ni mucho menos, viajar a Nueva Zelanda no es tan caro como muchos lo pintan. Todo depende del estilo viajero de cada cual. Nosotros optamos por viajar en la campervan más económica que encontramos, preparamos la mayoría de nuestras comidas y no hicimos apenas ninguna actividad de pago. Es en esto último en lo que se nota la diferencia. Si tenéis intención de practicar algún deporte de aventura o de visitar lugares como Hobbiton, entonces vuestro presupuesto se va a disparar muy por encima de lo que aquí os mostramos. Pero si, como nosotros, optáis por viajar relajadamente y disfrutar de actividades gratuitas como el senderismo, entonces este presupuesto os puede servir como orientación a la hora de planificar vuestro viaje.
Billetes de avión:
1.835,60€ (917,80€ por persona). Después de consultar el buscador de vuelos Skyscanner, compramos los billetes en Rumbo.es. A la ida volamos con Swiss y Singapore Airlines, haciendo escala en Zurich y Singapur. A la vuelta volamos con Cathay Pacific y Lufthansa, con escalas en Hong Kong y Munich. El aeropuerto de Auckland fue el elegido tanto para entrar como para salir del país.
NZeTA:
56,22€ (28,11€ por persona). Acerca de esta autorización electrónica para viajar a Nueva Zelanda ya os hemos hablado con más detalle en el apartado correspondiente.
Alquiler de la campervan:
565,74€ (21,76€ por día). Sí, no nos hemos equivocado al teclear el coste diario de la campervan que alquilamos. La compañía elegida fue Lucky Rentals, la más económica de Nueva Zelanda. El motivo es que sus vehículos suelen tener bastantes años y kilómetros a sus espaldas y no son conocidos por su fiabilidad. El modelo de campervan que elegimos fue la Lucky Rodeo y fue una elección excelente. No tenemos queja sobre la comodidad del vehículo. Es ideal para dos personas que viajen con poco equipaje y que tengan intención de ir de camping todas las noches, ya que con este vehículo no está permitida la acampada libre en casi ningún lugar.
Gasolina y transporte:
2.102,18$ (1.234,09€). Sin contar los billetes de avión, en este apartado es donde más dinero nos dejamos en nuestro viaje a Nueva Zelanda. La gasolina es más cara que en España, aunque tampoco mucho más. Los precios cambian según la gasolinera que elijáis, y en general es más caro repostar en la isla sur (especialmente en la costa oeste) que en la isla norte. Para que os hagáis una idea, el precio por litro más barato nos salió a 2,069$ (1,21€), mientras que el más caro nos costó 2,489$ (1,46€). En total gastamos 1.213,78$ en gasolina (710,05€).
En cuanto al resto de gastos en transporte, lo más caro fue el ferry para cruzar de una isla a otra. El de Wellington a Picton nos costó 233$ (136€) y el de Picton a Wellington, 265$ (155€). Ambos billetes los compramos en Interislander e incluyen una campervan pequeña más el conductor y un pasajero extra.
Aparcamiento
Otro gasto que hemos incluido en este apartado es el relacionado con el aparcamiento. Aunque en general no tendréis que pagar por aparcar, en las grandes ciudades como Auckland o Wellington es misión casi imposible encontrar algún lugar en el que dejar el coche gratis. En Auckland pagamos 18$ por 4 horas de aparcamiento, mientras que en Wellington fueron 12$ por 3 horas. En Milford Sound también nos tocó pagar por aparcar. Hasta octubre de 2019 era gratis, pero desde entonces cuesta la friolera de 10$ por hora, así que nos tocó pagar 30,50$ por tres horas de parking más los 50 céntimos que te cobran por hacer el pago con tarjeta en las máquinas automáticas.
Taller mecánico
También incluimos aquí un gasto extra que tuvimos que hacer y con el que no contábamos. Tuvimos que cambiar la batería de nuestra campervan después de que nos dejara tirados dos veces, una de ellas en una carretera en mitad de la nada. Por suerte conseguimos ayuda en ambas ocasiones y pudimos recargar la batería con unas pinzas, pero como conseguir encontrar a alguien que tuviera unas no fue nada fácil, terminamos comprando unas en una gasolinera por 39$, por si acaso nos volvía a pasar. Evidentemente nos las trajimos de vuelta a casa metidas en la maleta, así que más que un gasto nos parece una inversión.
No llegamos a utilizarlas, ya que la tercera vez que el coche nos dejó tirados no nos quedó más remedio que cambiar la batería, porque la que llevaba la campervan era tan vieja que ya ni siquiera se cargaba. Por el cambio de batería pagamos 290$ (265$ por la batería más 25$ por la mano de obra).
Alojamiento
960,77$ (564,02€). El alojamiento suele suponer un gasto considerable en cualquier viaje. Sin embargo, Nueva Zelanda ofrece la opción de gastar muy poco si se viaja en campervan. Hay muchos sitios en los que pasar la noche gratis repartidos por todo el país. Pero si vuestra campervan no es self-contained (es decir, no tiene wc) no os quedará otra opción que alojaros en algún camping (salvo escasas excepciones). La mayoría son de una calidad excelente y no son nada caros. Pagamos una media de 23,50€ por noche (11,75€ por persona), un precio más que razonable.
Comida y bebida
925,70$ (543,43€). En los 26 días que duró nuestro viaje gastamos una media de 20,90€ al día en comida, tan solo 10,45€ por persona. ¿Cuál fue la clave para ahorrar tanto? Pues principalmente la posibilidad de cocinar y preparar nuestra propia comida. En todos los campings donde nos alojamos hicimos uso de las instalaciones y nos preparamos la cena y el desayuno en la cocina comunitaria. Los supermercados neozelandeses son más caros que los españoles, pero siempre encontraréis buenas ofertas entre las que elegir. La mayoría de ellos sirven comida preparada, tanto fría como caliente. Es un recurso estupendo si no os apetece cocinar.
Nosotros también ahorramos mucho porque no bebemos alcohol, que suele encarecer bastante la cesta de la compra. En agua tampoco gastamos demasiado, porque la del grifo está muy buena. Eso sí, llevad siempre agua extra por si os encontráis algún sitio en la que no esté potabilizada. Es algo bastante probable en zonas aisladas en medio de la naturaleza.
Entradas a museos y actividades
321$ (188,44€). Este es el apartado en el que más puede diferir vuestro presupuesto del nuestro. Ahorramos mucho porque hicimos pocas actividades de pago y tampoco visitamos demasiados museos. Por si os interesa, a continuación os detallamos en qué gastamos este dinero:
– La entrada a Wai-O-Tapu Thermal Wonderland nos costó 65$ (32,50$ por persona).
– Por el servicio de shuttle que contratamos para realizar el Tongariro Alpine Crossing pagamos 70$ (35$ por persona).
– El crucero que hicimos por Milford Sound nos salió por 120$ (60$ por persona).
– En Dunedin visitamos el museo Olveston Historic Home y pagamos 46$ (23$ por persona) para entrar.
– En Okains Bay pagamos 20$ (10$ por persona) para visitar el Okains Bay Maori and Colonial Museum.
Seguro de viaje
161,90€ (80,95€ por persona). En este viaje nos decantamos por IATI a la hora de contratar el seguro de viaje. Es algo absolutamente indispensable a la hora de organizar un viaje a Nueva Zelanda. Afortunadamente para nosotros, no hemos necesitado utilizarlo en ningún momento. Por este motivo no os podemos contar de primera mano qué tal es la calidad de los seguros IATI, pero sabemos de otros viajeros que los han tenido que usar y han quedado muy satisfechos. Sea cual sea la compañía que escojáis, no os olvidéis de contratar un buen seguro antes de emprender vuestra aventura por tierras neozelandesas. Si vais a practicar deportes de aventura o alguna otra actividad de riesgo, fijaos bien en si están cubiertos por el seguro que hayáis elegido.
Carnet de conducir internacional
10,30€. Es necesario disponer del carnet de conducir internacional para poder alquilar un vehículo y circular por Nueva Zelanda. En España lo expide la Dirección General de Tráfico y tiene validez durante un año. Se trata de un pequeño librillo de cartulina con información sobre el conductor y su permiso de conducir en varios idiomas. No os olvidéis el carnet de conducir «de verdad», ya que el internacional no lo sustituye sino que lo complementa. Os dejamos el enlace a la web de la DGT con toda la información necesaria para obtenerlo.
Tarjeta SIM
29$ (16,82€). Elegimos la de la compañía Spark porque nos pareció una buena oferta. Con una validez de 1 mes, la tarjeta incluía 1 GB de datos más 1 GB de wifi diario en las cabinas Spark que hay repartidas por todo el país. Además, también incluía 100 minutos en llamadas internacionales y 50 mensajes de texto internacionales, siendo España uno de los países incluidos en la oferta.
Total
El gasto total asciende a 5.176,56€ por dos personas (2.588,28€ por persona). Ya veis que no es para nada tan caro como uno pueda pensar. Evidentemente, si queréis viajar con más comodidades (una campervan más grande, por ejemplo) o comer en restaurantes en vez de tirar de supermercado, el gasto subirá. Lo mismo ocurre con las actividades que queráis hacer, que es uno de los apartados que más puede encarecer un viaje a Nueva Zelanda. Pero si vais en plan low cost como nosotros, resulta bastante asequible, ¿no os parece?
Kiwi dollar: la moneda oficial de Nueva Zelanda
El dólar neozelandés (NZD) es la moneda oficial de Nueva Zelanda y se conoce popularmente como «kiwi dollar«. Un dólar se divide en 100 centavos o céntimos. Hay monedas de 10, 20 y 50 céntimos, y de 1 y 2 dólares. Los billetes son de 5,10, 20, 50 y 100 dólares. Tened en cuenta que las monedas de 1, 2 y 5 céntimos dejaron de estar en circulación hace ya muchos años, así que los precios se redondean a la hora de devolver el cambio. Por ejemplo, un producto que cueste 9,63$ se redondeará a 9,60$, mientras que si cuesta 9,66$ se redondeará a 9,70$. Si cuesta 9,65$ el vendedor decidirá hacia donde lo redondea. Evidentemente, si pagáis con tarjeta no habrá redondeo.
No es muy buena idea cambiar moneda en España antes del viaje, ya que el cambio os saldrá peor que si lo hacéis directamente en Nueva Zelanda. Una vez allí podéis acudir a cualquier banco, aunque es mejor sacar dinero directamente de cualquier cajero automático. Consultad antes las condiciones de vuestra entidad bancaria y las comisiones que os van a cobrar, tanto por retirar efectivo como por pagar en una divisa extranjera. Nosotros nos sacamos dos tarjetas gratuitas para este viaje, la Bnext y la N26, y nos funcionaron de maravilla las dos.
Por cierto, las propinas no son obligatorias en Nueva Zelanda. Queda a vuestra elección si queréis dejar o no.
Supermercados neozelandeses: las mejores opciones a la hora de hacer la compra
Una de las formas más sencillas de ahorrar dinero en vuestro viaje a Nueva Zelanda es tirar de supermercados a la hora de comer. Aquellos que viajáis en campervan o vais de camping lo tendréis muy fácil. Si os alojáis en hoteles no podréis cocinar, pero podéis recurrir a la comida preparada que venden en la mayoría de supermercados. Dedicaremos un post en exclusiva a este tema, pero las principales cadenas de supermercados neozelandesas son (ordenadas de más baratas a más caras) PAK’nSAVE, New World, Countdown, FreshChoice y 4 Four Square Supermarket.
Parques nacionales de Nueva Zelanda
En Nueva Zelanda hay un total de 13 parques nacionales. Tres se encuentran en la isla norte: Tongariro, Whanganui y Egmont. En la isla sur hay nueve: Abel Tasman, Kahurangi, Nelson Lakes, Paparoa, Arthur’s Pass, Westland Tai Poutini, Aoraki/Mount Cook, Mount Aspiring y Fiordland. Por último, en Stewart Island se encuentra el parque nacional Rakiura. Algunos son muy famosos mientras que otros son poco visitados por los turistas extranjeros. Dependiendo de la duración de vuestro viaje y de vuestros gustos e intereses, podéis visitar unos u otros, pero lo que os podemos asegurar es que los paisajes que os van a ofrecer todos ellos son impresionantes.
El organismo oficial encargado de gestionar, proteger y cuidar todos los espacios naturales de Nueva Zelanda es el DoC (Department of Conservation). Todos los parques nacionales cuentan con un centro de visitantes donde conseguir información, mapas y folletos. Podréis hacer multitud de rutas de senderismo y excursiones para todos los niveles.
Hay rutas de varios días de duración conocidas como Great Walks. Aquí encontraréis información sobre cada una de ellas. Es algo que nos hubiera encantado hacer, pero la falta de tiempo nos lo impidió. Para los que estéis interesados, tened en cuenta que en temporada alta es muy difícil encontrar plazas libres en los campings y refugios repartidos a lo largo de los distintos recorridos, así que deberéis reservar con antelación.
i-SITES: oficinas de información turística
Los i-SITEs forman una red de más de 80 oficinas de información turística repartidas por todo el país. Es uno de los mejores recursos que ofrece Nueva Zelanda a la hora de ayudar al visitante a planificar y disfrutar al máximo de su viaje. En los i-SITEs encontraréis mapas gratuitos, folletos y todo tipo de información práctica. Podréis consultar cualquier duda que os surja durante vuestro viaje y os podrán aconsejar sobre las principales atracciones turísticas en los alrededores y sobre los mejores itinerarios. Además, también podréis reservar alojamientos, billetes de ferry, entradas a atracciones turísticas o el servicio de shuttle para hacer el famoso Tongariro Alpine Crossing. Suelen cerrar bastante temprano, así que no esperéis a última hora para acercaros a pedir información.
Todos cuentan con baños públicos y la mayoría ofrecen wifi gratis. En algunos hay incluso cafetería. También suelen vender recuerdos, libros y cosas por el estilo.
Wifi en Nueva Zelanda: escaso y de mala calidad
No sabemos qué problema tiene Nueva Zelanda con internet, pero suele ser lento y deja bastante que desear. En muchos alojamientos el wifi es de pago o está limitado a una cantidad determinada de megas diarios «de cortesía». Todas las bibliotecas públicas del país ofrecen wifi gratis y son la mejor opción para conectaros. En muchos i-SITES también disponen de wifi gratis, así que podéis aprovechar para conectaros al mismo tiempo que recabáis información sobre el lugar donde os encontréis.
A la que os alejéis un poco de las zonas urbanas y os adentréis en zonas rurales o pueblos pequeños será más difícil encontrar lugares que ofrezcan wifi gratis. Si no queréis tener que estar pendientes de buscar un sitio donde lo ofrezcan, lo mejor es que os hagáis con una tarjeta SIM local. Podéis elegir entre varias compañías: Vodafone, Spark o 2degrees son las principales redes. Aunque hay unas con más cobertura que otras, en general os encontraréis sin señal a la que os alejéis un poco de la civilización.
Nosotros elegimos la compañía Spark porque su relación calidad-precio nos pareció muy adecuada y compramos la tarjeta SIM en el mismo aeropuerto de Auckland. Una ventaja de Spark sobre las otras compañías son sus cabinas telefónicas de color rosa, que ofrecen 1 GB de wifi gratis diario adicional. Las hay repartidas por todo el país y veréis que siempre hay coches aparcados a su alrededor con gente mirando sus móviles o portátiles en el interior.
Seguridad en Nueva Zelanda: terremotos, tsunamis y otros riesgos naturales para el viajero
Nueva Zelanda es uno de los países más seguros del mundo. Los índices de criminalidad son muy bajos y como turistas vais a poder viajar seguros en todo momento. Eso no quiere decir que no haya robos en las zonas más turísticas. Por eso veréis carteles que os recordarán que cerréis bien vuestro coche y no dejéis objetos de valor a la vista. Tan solo se trata de aplicar el sentido común, como en todas partes.
En Nueva Zelanda no hay animales peligrosos ni venenosos, al contrario que en la vecina Australia, donde casi cualquier animal puede matarte. Los mayores peligros que podéis correr están relacionados con los riesgos naturales. Nueva Zelanda se encuentra en una de las zonas del planeta con mayor actividad sísmica y volcánica. Los terremotos de menor o mayor intensidad no son nada raros. Nosotros mismos sentimos un pequeño temblor un día de buena mañana en Okahune, muy cerca de Tongariro National Park.
Las erupciones volcánicas también son un riesgo, como quedó demostrado el 9 de diciembre de 2019 en White Island, cuando una súbita erupción causó la muerte a más de veinte turistas. Otro peligro relacionado con los terremotos y volcanes es el de un tsunami, aunque a lo largo de toda la costa del país hay carteles informativos con las rutas de evacuación a seguir en caso de peligro.
Sandflies: una pesadilla en forma de mosca
El único animal neozelandés que supone una auténtica pesadilla es una mosca. Con un tamaño de ente 2 y 3 milímetros, las sandflies (un tipo de mosca negra del género Simuliidae y subgénero Austrosimulium) causan estragos entre los visitantes con sus picaduras. Aunque se encuentran en ambas islas, son particularmente abundantes en la costa oeste de la isla sur. Sus hábitats preferidos se encuentran junto al agua corriente, por eso abundan junto a ríos, lagos, playas y zonas pantanosas. En Milfod Sound, la zona de Franz Josef Glacier, Abel Tasman y Nelson Lakes es donde se encuentran en mayor cantidad, y son más activas al amanecer y al atardecer.
Vaya por delante que nosotros, viajando en noviembre, tuvimos la enorme suerte de no ver ni una sola durante toda nuestra estancia en Nueva Zelanda. Pero los que no han sido tan afortunados cuentan que sus picaduras son dolorosas y provocan mucha más picazón que los mosquitos comunes a los que estamos acostumbrados. Cuando las condiciones son propicias llegan a formar una pequeña nube alrededor de sus víctimas, algo que desquiciaría a cualquiera.
No os olvidéis el repelente de insectos
Es imprescindible rociarse a base de bien con repelente contra insectos que contenga como mínimo un 40% de DEET o un 20% de picaridina. Otra forma de evitar la picadura de estos chupasangres es llevar manga larga, ya que no son capaces de picar a través de la tela. Y si nada de esto funciona, tened en cuenta que vuelan muy despacio, así que si os mantenéis en continuo movimiento y no os quedáis parados podréis minimizar bastante las probabilidades de que os piquen.
Su actividad se centra en los meses de verano, así que viajar fuera de temporada (además de ser más económico) es otra buena idea para evitarlas. Por último, en días lluviosos o con viento también os libraréis de ellas, ya que las sandflies no son precisamente grandes voladoras y en condiciones meteorológicas adversas prefieren quedarse a buen resguardo. Todos detestamos los días que hace mal tiempo cuando estamos de viaje, pero si eso ayuda a librarse de las sandflies quizá lleguemos a considerarlos una bendición.
Seguro de viaje: imprescindible al viajar a Nueva Zelanda
A nadie le gusta que un pequeño percance relacionado con la salud dé al traste con su viaje. Y si, además, ese percance nos puede costar un dineral, aún menos. Para viajar a Nueva Zelanda es necesario contratar un buen seguro de viaje. Aunque su sanidad no es tan cara como la de Estados Unidos, una simple apendicitis podría dejarnos casi en la bancarrota.
Los riesgos para la salud en un viaje a Nueva Zelanda son prácticamente inexistentes. No hay enfermedades infecciosas endémicas, ni animales venenosos peligrosos. Lo más probable es que si nos pasa algo sea a causa de un accidente. Por suerte en Nueva Zelanda existe algo llamado ACC (Accident Compensation Corporation), que cubre incluso a los turistas extranjeros en caso de accidente. Pero ojo, solo se aplica en algunos casos (por ejemplo en un accidente de tráfico, en caso de una fractura o esguince, o algún otro tipo de traumatismo). Lo que no cubre son enfermedades contagiosas o algo tan común como una apendicitis, una hernia o un dolor de espalda. En este enlace a su página web oficial encontraréis toda la información sobre este servicio.
Si tenéis pensado practicar algún deporte de aventura durante vuestro viaje, es muy importante que os aseguréis que el seguro que vais a contratar cubre este tipo de actividades. Pensad que antes de cualquiera de esas actividades os harán firmar un descargo de responsabilidad, así que mejor no dejar nada al azar y tenerlo todo previsto.
La mejor época para viajar a Nueva Zelanda y qué meter en la maleta
Vamos a empezar por explicar algo muy básico que todos sabéis ya: Nueva Zelanda se encuentra en el hemisferio sur y las estaciones del año son diametralmente opuestas a las del hemisferio norte. Eso quiere decir que cuando en España es verano allí es invierno, y viceversa. Lo mismo sucede con la primavera y el otoño. Esto puede suponer un problema hasta cierto punto. Muchas veces nuestras vacaciones no van a coincidir con la época más adecuada para visitar Nueva Zelanda, aunque todo depende de lo que vayamos buscando.
Si os gustan los paisajes nevados, esquiar o practicar otros deportes de nieve, entonces viajar a Nueva Zelanda en julio o agosto es perfecto para vosotros. No solo habrá menos gente sino que los precios serán mucho más económicos, ya que es temporada baja.
Un clima muy variado
Si queréis disfrutar de temperaturas más cálidas y de una menor probabilidad de lluvia (aunque no os libraréis de ella por completo, eso seguro) entonces lo mejor es viajar entre diciembre y febrero. Eso sí, habrá más turistas en todas partes y los precios se incrementarán muy notablemente.
En nuestra opinión, lo mejor es viajar en temporada media: a finales de primavera y principios de otoño (es decir, en noviembre y marzo). Los precios todavía son bajos, no hay demasiada gente y el tiempo no es del todo inclemente. Nosotros viajamos en noviembre y pasamos de bañarnos en la playa a que nos nevara en el Monte Cook, así que no fue un viaje para nada monótono en cuanto a meteorología.
Sol, lluvia y nieve en un mismo día
Por norma general en la isla sur hace más frío que en la norte. La lluvia hará presencia en algún momento u otro de vuestro viaje, aunque sea pleno verano, así que llevad paraguas y/o impermeable sea cual sea la época del año en la que viajéis. También es necesario llevar ropa de abrigo, incluso en los meses más cálidos. Si viajáis durante la primavera o verano austral, que suele ser lo más habitual, tened en cuenta que por las mañanas y al anochecer suele hacer frío, especialmente en las zonas de montaña. Para hacer rutas de senderismo o excursiones llevad calzado adecuado y ropa térmica, además de un buen cortavientos. El viento puede ser muy intenso en Nueva Zelanda, y cuando se une a temperaturas bajas os dejará helados.
Diferencia horaria
Nueva Zelanda se encuentra en las antípodas de España no solo geográficamente sino también desde un punto de vista horario. Entre octubre y marzo la diferencia horaria es de 12 horas más que en España. Cuando en Nueva Zelanda son las ocho de la mañana, en España son las ocho de la tarde, y viceversa. Más fácil de calcular la diferencia horaria, imposible. Entre abril y septiembre la diferencia horaria se reduce a 10 horas más. Cuando en Nueva Zelanda son las ocho de la mañana, en España son las diez de la noche. El cambio de hora en Nueva Zelanda se hace el último domingo de abril y de octubre.
Electricidad
La electricidad en Nueva Zelanda funciona a 230/240 voltios y 50 Hz, igual que en España. No necesitaréis un convertidor de corriente, tan solo un adaptador de enchufe. Se utilizan los enchufes de Tipo I de dos o tres clavijas (como en Australia) en función de si tiene toma de tierra o no.
Qué comprar en NZ: los mejores productos para traerse a casa
Además de los clásicos souvenirs como camisetas o imanes para la nevera, en Nueva Zelanda encontraréis un montón de productos entre los que elegir a la hora de llevaros un recuerdo a casa o de comprar algo para regalar a familia y amigos al volver del viaje.
Miel
Sin duda la miel es uno de los productos estrella de Nueva Zelanda. La más famosa de todas (y la más cara con diferencia) es la miel de manuka. Procedente del arbusto del mismo nombre, a esta miel se le atribuyen innumerables propiedades medicinales, la mayoría de las cuales no han sido probadas científicamente pero han contribuido a darle fama mundial. Se sabe que tiene grandes propiedades antibacterianas, antiinflamatorias y antioxidantes, de ahí que su uso se haya extendido a todo tipo de productos cosméticos.
No hay tienda en Nueva Zelanda donde no la vendan y su precio llega a alcanzar incluso varios cientos de dólares por frasco. Dependiendo de su calidad y su nivel de concentración será más cara o más barata, pero no os será difícil encontrar marcas asequibles para cualquier bolsillo. Si la compráis en el supermercado en vez de en una tienda de recuerdos os ahorraréis unos cuantos dólares.
Pero la de manuka no es la única miel neozelandesa. Hay otras variedades mucho más baratas pero igual de «exóticas». Un ejemplo es la miel de rewarewa, un árbol endémico de Nueva Zelanda. También son muy comunes la miel de trébol, la de rata (un bonito árbol que nada tiene que ver con ningún tipo de roedor), la de tawari o la de kamahi, por poner tan solo algunos ejemplos. Nosotros optamos por la miel de rewarewa, de sabor muy suave y acaramelado. Es perfecta para aquellos a los que la miel no les gusta demasiado porque su sabor les parece demasiado fuerte e intenso.
Lana
En un país con más ovejas que personas, no es de extrañar que la lana sea otro de sus productos estrella. Encontraréis de todo: jerseys, guantes, bufandas, gorros, calcetines… No hay nada mejor para abrigarse en invierno y los neozelandeses lo saben bien. Aunque el precio de estos productos es bastante elevado, si la calidad es buena es una inversión que merece la pena. En la mayoría de tiendas también venden todo tipo de prendas confeccionadas con piel de possum. Este pobre animalito se considera una alimaña y en Nueva Zelanda han optado por sacarle provecho económico al tiempo que intentan acabar con su numerosa población.
Cosmética
Al planificar vuestro viaje a Nueva Zelanda seguro que no pensasteis en volver a casa cargados de productos cosméticos de todo tipo. Sin embargo, pronto descubriréis que la oferta es amplísima. Los hay a base de barro termal, de miel de manuka, de veneno de abeja, de lanolina… En todas las tiendas de regalos tienen una gran sección dedicada a estos productos a precios bastante buenos. Si queréis algo de más calidad o alguna marca de cosmética neozelandesa, entonces mejor buscad en cualquier tienda de productos de belleza o en Farmers, unos grandes almacenes con una buena selección de productos y con tiendas repartidas a lo largo de todo el país.
Si no queréis gastar demasiado dinero os recomendamos que optéis por una crema de manos a base de lanolina. ¿Y qué es la lanolina, os estaréis preguntando? Pues se trata de una cera natural que producen las ovejas y destaca por sus propiedades hidratantes y su rápida absorción. Deja las manos increíblemente suaves, os lo aseguramos.
Artesanía maorí
La artesanía maorí puede llegar a ser muy cara si es de calidad, pero hay opciones para todos los presupuestos. Ya sean pequeñas tallas en madera o alguna pieza de joyería hecha de pounamu (un jade verde muy apreciado y valioso para los maorís) o paua (usando la concha tornasolada de este molusco), estos objetos hechos a mano son siempre un recuerdo perfecto.
All Blacks: cuando el deporte se convierte en algo más
Los All Blacks son todo un símbolo de orgullo nacional. Los poco aficionados al deporte quizá no sepáis que se trata de la selección nacional de rugby de Nueva Zelanda y que recibe este nombre porque su uniforme es de color negro. Pero seguro que la mayoría habéis visto en alguna ocasión a los jugadores de rugby más famosos del mundo ejecutar una haka antes de salir a jugar. Esta danza tradicional maorí tiene como objetivo amedrentar al equipo rival y es todo un espectáculo. En muchas casas veréis ondear la bandera de los All Blacks con su emblemática hoja de helecho como logo, y en todas las tiendas de recuerdos encontraréis merchandising de todo tipo relacionado con el equipo.
Las mejores guías para preparar vuestro viaje
Preparar un viaje de esta envergadura requiere bastante planificación previa. A lo largo de algo más de un año consultamos múltiples guías de viajes y páginas web en busca de información práctica y consejos útiles. Estas son las que más nos ayudaron:
Nueva Zelanda Lonely Planet
Las guías clásicas de Lonely Planet no necesitan presentación. Con un montón de información práctica, son una herramienta básica a la hora de preparar cualquier viaje. La única pega que tiene es la falta de fotografías y lo poco amena que resulta su lectura, pero su utilidad es innegable.
New Zealand’s Best Trips Lonely Planet
También de Lonely Planet, esta guía en inglés es estupenda. Con mapas, fotos a todo color y mucha información práctica, la guía recorre Nueva Zelanda en 26 road trips que muestran lo mejor del país.
Nueva Zelanda Guías Visuales DK
Esta guía llena de fotos y dibujos a todo color nos encanta. Además de incluir muchos datos prácticos, visualmente es estupenda.
En cuanto a páginas web, las que más consultamos fueron tres principalmente:
Department of Conservation
Para informaros sobre los parques nacionales del país, las mejores excursiones que hacer en cada uno de ellos y los alojamientos disponibles, nada mejor que consultar la página web del Department of Conservation. Os podréis descargar montones de folletos en formato pdf con mucha información práctica. Esta web es una fuente inagotable de información, es verdaderamente imprescindible.
100% Pure New Zealand
Otra web imprescindible es la de la página oficial de turismo de Nueva Zelanda. Está disponible en varios idiomas (también en español) y ofrece información sobre todo lo que necesitéis: alojamientos, actividades, rutas, excursiones… Además, podéis pedir que os manden por correo un mapa turístico de Nueva Zelanda de forma totalmente gratuita. Nosotros lo hicimos y en poco tiempo lo teníamos en nuestro buzón.
Rankers
Por último, la página web de Rankers también nos fue de mucha utilidad. Junto a la app de Campermate, esta web nos ayudó a la hora de buscar alojamiento, ya que cuenta con opiniones reales de usuarios. También es muy útil a la hora de planificar actividades y excursiones.
Con toda esta información que os hemos dado seguro que podéis empezar a planificar vuestro viaje a Nueva Zelanda. Y si no os habíais planteado en serio este destino porque os parecía inalcanzable, esperamos haberos hecho cambiar de opinión. En cualquier caso estad atentos a los próximos posts porque vendrán cargados de mucha más información útil.
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