Después de pasar varios días seguidos disfrutando de la montaña en los Picos de Europa, decidimos que nos apetece un cambio de aires y nos dirigimos a la costa de Asturias. La población que elegimos para empezar a descubrir su faceta más marinera es Llanes. Aunque en algunas guías de viajes no se le da tanta relevancia como a otras poblaciones costeras, Llanes es una verdadera maravilla y merece totalmente la pena. Su casco histórico es precioso y las vistas al mar son espectaculares. Seguid leyendo para descubrir todo lo que esconde esta bonita población.
Comenzamos nuestro paseo por Llanes por la zona situada al sur de la ría que atraviesa el centro de la población. Tras dejar el coche en una calle cualquiera, vamos andando sin prisas en dirección a la Oficina de Turismo, situada en la antigua Lonja de Pescado. Pasamos por la calle Gutiérrez de la Gándara o calle Nueva, que nos sorprende gratamente con una serie de viviendas construidas a principios del siglo XX entre las que destaca la casa de Gracia Noriega. Recientemente se han iniciado las obras de restauración de este precioso edificio de estilo indiano, que data del año 1923 y en el que destaca su galería acristalada.
Un paseo hasta el faro de Llanes
Tras conseguir un plano de Llanes en la Oficina de Turismo, vamos paseando junto al puerto y por el Paseo de San Antón hasta llegar al faro de Llanes, inaugurado en 1860. A unos metros se encuentra el Tendedero de Redes, donde se colgaban las redes de los pescadores para dejarlas secar. Aunque el tendedero no nos parece demasiado interesante desde un punto de vista estético, desde allí ofrece unas vistas a la playa de Puertu Chicu, por un lado, y los Cubos de la Memoria, por el otro.
Los Cubos de la Memoria son obra del artista Agustín Ibarrola. Los bloques de hormigón que forman la escollera del puerto de Llanes son la base sobre la que el artista ha creado todo tipo de formas y figuras de colores. No los vamos a ir a ver más de cerca, así que nos limitamos a echar un vistazo desde aquí.
Un homenaje a las mujeres de los pescadores
Más interesante nos parece el Monumento a la Muyer del Pescador, una estatua que nos recuerda a la que vimos en Tazones. Las mujeres de los pescadores, que esperaban el regreso a casa de sus maridos y familiares, tuvieron siempre un papel importante en la actividad pesquera de Llanes. La pesca tuvo una gran relevancia en la población, especialmente entre los siglos XV y XVIII, destacando la captura de sardinas, merluza o caballa, además de la caza de ballenas.
Desandamos nuestros pasos y nos dirigimos a Plaza Barqueras, por donde cruzamos a la otra orilla de la ría. Esta plaza, que es más bien un puente sobre la ría, cuenta con una peculiar escultura. Se trata de la llamada Menina Aldeana. Está inspirada en las Meninas de Velázquez y va ataviada con el traje típico de Llanes. Desde la plaza hay unas bonitas vistas al puerto deportivo.
El centro histórico de Llanes
Nos adentramos ahora en el casco antiguo de Llanes, declarado Conjunto Histórico Artístico. Recorremos las calles Mercaderes y Castillo, así como otras calles y plazas aledañas, llenas de elegantes edificios y varios ejemplos de arquitectura indiana.
Llegamos al magnífico Casino de Llanes. Construido a principios del siglo XX, este palacete indiano de estilo modernista es una de las joyas arquitectónicas de la población. Otro bonito palacete lo encontramos un poco más adelante, en el que destaca especialmente su torre cilíndrica. Justo enfrente de este otro palacete hay un antiguo convento del siglo XVII, actualmente reconvertido en hotel.
Detrás del Casino está el Torreón, una fortificación defensiva circular del siglo XIII. Bajando por la calle Posada Herrera vamos a parar a la Plaza de Cristo Rey, en cuyo centro se alza la Basílica de Santa María del Concejo. Su construcción comenzó en el siglo XIII y se alargó hasta el siglo XV, por lo que cuenta con una parte románica, mientras que el resto es de estilo gótico.
Una población llena de palacios
El Palacio de Posada Herrera, del siglo XVIII, con la fachada de color rojo, es uno de los que se pueden contemplar desde la plaza. Otro es el Palacio de los Duques de Estrada, del siglo XVII, que se encuentra en ruinas debido a un incendio. Y, por último, está el Palacio del Cercau, que tiene una pequeña capilla y está rodeado parcialmente por un tramo de muralla medieval. La muralla data del siglo XIII, momento en el que el rey Alfonso IX otorgó el fuero de independencia a Llanes.
Otro palacio, en este caso el de Gastañaga, del siglo XIV, se encuentra en la cercana Plaza de Santa Ana. Consta de dos edificios unidos entre ellos por unos pasajes cubiertos. Esta plaza medieval es una de las más bonitas de Llanes. En ella se aprecia el trazado de la antigua muralla, que separaba esta zona del barrio marinero. La Capilla de Santa Ana, patrona de los marineros, da nombre a la plaza. También se encuentra aquí la llamada Casa de la Ballena, donde se despiezaban y subastaban las ballenas que eran capturadas por los pescadores.
Unas vistas inmejorables
Callejeamos un poco más por las calles de los alrededores, incluida la animada Calle Mayor, y nos acercamos a la Playa del Sablón, con su forma de media luna y un agua limpísima.
Desde la playa subimos por un tramo de escaleras hasta el espectacular Paseo de San Pedro, que ofrece unas vistas inigualables tanto de Llanes como de los acantilados y el mar. Este paseo, del año 1847, es el punto perfecto para despedirnos de esta preciosa población. No nos vamos a ir muy lejos, ya que nuestra siguiente parada es la curiosa playa de Gulpiyuri, situada a 15 km al oeste de aquí.
La peculiar playa de Gulpiyuri
La playa de Gulpiyuri cuenta con una peculiaridad: no tiene acceso directo al mar. Se trata de una diminuta playa interior, situada tierra adentro en mitad de una zona agrícola. El Cantábrico se encuentra a más de 80 metros de la playa, pero el agua del mar se filtra a través de las rocas de los acantilados y da lugar a este curioso fenómeno natural.
Para visitarla hay que ir cuando la marea está alta, ya que de lo contrario tan solo encontraréis un semicírculo de arena sin agua. Os recomendamos consultar los horarios de las mareas en cualquiera de las páginas web que publican las tablas a diario. Cuando llegamos nosotros, la marea había empezado a subir, así que no pudimos ver la playa en todo su esplendor. Aún así, nos pareció un rincón bonito y único.
La población más cercana a la playa es Naves y podéis llegar hasta allí por la autovía A-8 o por la carretera AS-379. El acceso a Gulpiyuri es peatonal. Os tocará andar un poco por un sendero rodeado de campos de cultivo. Como la playa se ha vuelto muy famosa en los últimos años, lo más probable es que os la encontréis llena de gente. Muchos son solo mirones que tan solo se acercan a echar un vistazo. Pero si queréis aseguraros un hueco en la pequeña franja de arena en donde plantar vuestra toalla, más vale que vayáis pronto.
Nuestra siguiente visita será otra población de la costa asturiana: Ribadesella. Os contaremos más en el próximo post.