Situado en el valle del río Nalón, Langreo forma parte del Paisaje Protegido de las Cuencas Mineras de Asturias. El patrimonio industrial de esta región es su principal atractivo, aunque no el único. La abundancia de carbón propició el desarrollo de la minería y, ligado a él, aparecieron numerosas industrias que lo utilizaban en abundancia, como la siderúrgica.
Además de acercarnos hasta Langreo para descubrir más sobre una de las fábricas más importantes de la zona, La Felguera, visitamos también un museo muy interesante situado en una antigua mina de carbón que estuvo en funcionamiento hasta hace relativamente poco.
Ecomuseo Minero Valle de Samuño
Trabajar en una mina de carbón es muy duro y peligroso. Los mineros acudían cada día a su puesto de trabajo dispuestos a enfrentarse a una tarea difícil y agotadora, siempre con la incertidumbre de no saber si iban a regresar a casa aquella noche o no. Para aprender más sobre cómo era el día a día en una de las numerosas explotaciones mineras de esta zona, elegimos visitar el Ecomuseo Minero Valle de Samuño.
La empresa Carbones de La Nueva gestionaba la explotación de esta mina de carbón enclavada en el valle del río Samuño. A su alrededor se desarrolló el pueblo minero de La Nueva, hogar de la mayoría de los trabajadores de la mina. Una vez la mina cesó su actividad, se optó por reconvertirla en museo. Se trata de una experiencia muy enriquecedora en la que entenderemos mejor cómo funciona una mina y lo arriesgado de este trabajo.
La visita al museo comienza en la estación de El Cadavíu, situada en Ciañu. Allí se encuentra el centro de recepción de visitantes. Podéis adquirir las entradas directamente en la taquilla, pero es recomendable reservar con antelación para no quedaros sin plaza durante la temporada alta. En El Cadavíu se sube a bordo de un auténtico tren minero, con el que se accede directamente en la mina.
La visita al Pozo San Luis
Se recorren 900 metros al aire libre, después el tren se adentra en la mina por el Socavón Emilia y va descendiendo hasta llegar a 32 metros de profundidad. Allí nos espera nuestra guía, que nos acompañará durante la mayor parte del recorrido. Nos ofrece una explicación muy interesante sobre cómo funcionaba el sistema de comunicaciones en la mina y sobre la distribución de los distintos niveles subterráneos de la misma.
A continuación, a través del hueco que antes ocupaba la jaula que transportaba a los mineros arriba y abajo a diario (actualmente sustituida por un ascensor) subimos a la superficie. Ahora estamos en el Pozo San Luis, donde comienza la visita a las distintas dependencias situadas al aire libre.
Pasamos por la casa de aseos, la lampistería, la casa de máquinas, la fragua, la carpintería y el botiquín. En cada una de ellas la guía nos va explicando su función y distintas anécdotas muy interesantes. Todo se ha mantenido tal cual estaba cuando la mina aún funcionaba, y la verdad es que nos pareció una experiencia muy enriquecedora.
Si lo que buscáis es vivir más de cerca la experiencia de trabajar en una mina, podéis acercaros a visitar el Pozo Sotón. Tendréis ocasión de sentiros mineros durante varias horas, descendiendo a más de 500 metros de profundidad. En su página web tenéis más información al respecto. No es una visita apta para todo el mundo, ya que es bastante exigente desde un punto de vista físico y no está exenta de riesgos. No obstante, nos parece una opción muy interesante para los más valientes.
Langreo
Langreo es una ciudad muy interesante desde el punto de vista del turismo industrial. La visita a esta población es el complemente perfecto a la del Ecomuseo Minero Valle de Samuño. Concretamente, es en La Felguera donde se concentran los principales puntos de interés que nos acercamos a conocer.
Por lo que respecta a Langreo, se puede visitar la Plaza de España, donde se encuentran el Ayuntamiento y Casa Cuca, un llamativo edificio de influencia modernista que es obra de Manuel del Busto. También se puede optar por acercarse hasta la Pinacoteca Eduardo Úrculo, de acceso gratuito.
No obstante, lo más interesante (a nuestro parecer, claro) es el arte urbano repartido por numerosas calles de la población. Enormes murales decoran las paredes de Langreo, convirtiéndola en un referente de arte mural a nivel internacional. Un buen ejemplo es esta obra del artista leonés Dadospuntocero, situada en la esquina de las calles Melquiades Álvarez y Bonifacio González Carreño.
La Fábrica de La Felguera
El desarrollo industrial de esta región se remonta a mediados del siglo XIX, cuando numerosas empresas instalaron aquí sus fábricas. Gracias al carbón presente en el subsuelo de la zona, a la abundancia de agua gracias al río Nalón, y a una buena red de comunicaciones gracias al ferrocarril, la industria siderúrgica floreció y convirtió toda la comarca en uno de los principales núcleos industriales de España.
La más importante fue la fábrica fundada por Pedro Duro en 1858, llamada La Felguera. En ella se fabricaba hierro y contaba con varios altos hornos y torres de refrigeración. A su alrededor se construyeron numerosos edificios que albergaban todo tipo de talleres, almacenes, oficinas y viviendas, entre otros.
Todos ellos se edificaron empleando ladrillo visto de color rojizo, muy al estilo inglés. Tras el declive de la industria siderúrgica y de la minería en los años 60 y 70 del siglo XX, La Fábrica de La Felguera terminó cerrando. Buena parte de los edificios fueron derribados, pero los que se conservan son un ejemplo magnífico del patrimonio industrial de esa época.
Barrio Urquijo
Es especialmente interesante pasear por el Barrio Urquijo. Este barrio obrero se construyó entre 1916 y 1918, con el objetivo de dar alojamiento a los empleados del complejo fabril. A nosotros siempre nos ha parecido muy interesante la homogeneidad y armonía arquitectónica de las antiguas colonias industriales, y el Barrio Urquijo nos gusta bastante. Como se encuentra a cuatro pasos de la antigua Fábrica de la Felguera, no dejéis de dar un paseo por las tres calles que lo componen para intentar haceros una mejor idea de cómo era la vida en aquel entonces.
El Museo de la Siderurgia
Cuando se derribó la antigua Fábrica de La Felguera, uno de los elementos que se decidió conservar fue la torre de refrigeración de agua. En ella se ubica el MUSI (Museo de la Siderurgia de Asturias). La imponente torre, situada en la calle Hornos Altos, es fácilmente reconocible desde lejos por su forma y sus dimensiones, ya que mide 45 metros de altura. Además, la parte superior de la torre de refrigeración está pintada de distintos colores, lo que la hace más visible todavía.
La visita al museo se realiza por libre, pero también hay la opción de hacer una visita guiada más amplia. Se trata de la llamada Ruta de la Siderurgia. En ella se realiza un recorrido por diferentes puntos de La Felguera para conocer más a fondo su patrimonio industrial. Además, incluye la visita a una de las antiguas viviendas obreras en el Barrio Urquijo. Lástima que no pudimos combinar esta actividad con otra que teníamos programada, pero realmente nos parece una opción muy interesante y no dudaríamos en realizarla si algún día regresamos a Langreo. Para obtener más información al respecto, podéis consultar aquí la página web del MUSI.
Por último, para aprender más sobre el pasado industrial y minero de Asturias, podéis acercaros a conocer otro museo. Es el MUMI (Museo de la Minería y de la Industria de Asturias) y se encuentra en El Entrego, a unos 6 km de La Felguera. Aquí tenéis más información sobre todo lo que incluye la visita, en la que incluso se desciende al interior de una vieja mina de carbón.