En la vertiente este de los Alpes Meridionales o Alpes del Sur se encuentran algunos de los lagos más bonitos de Nueva Zelanda. Ya tuvimos ocasión de conocer dos de ellos, el lago Wanaka y el lago Wakatipu. Ahora es el turno de los lagos Pukaki y Tekapo, que con sus aguas de color turquesa y sus orillas cubiertas de lupinos en flor, son absolutamente espectaculares.
Lago Pukaki: un impresionante lago de origen glaciar
Al igual que su vecino lago Tekapo, el lago Pukaki es de origen glaciar. Se nutre principalmente de los glaciares Tasman y Hooker, ambos en Aoraki/Mount Cook National Park. Pudimos ver ambos glaciares de cerca cuando visitamos el parque nacional, y también tuvimos la oportunidad de admirar el precioso lago Pukaki, ya que la carretera que lleva hasta allí (la SH80) circula paralela al lago.
Como se trata de un lago de origen glaciar, el agua contiene polvo de roca en suspensión. Esta «harina glaciar«, que se forma al desmenuzarse la roca por el roce a medida que el glaciar avanza, es lo que le da al lago este color turquesa tan particular. Lo mismo sucede con el agua del lago Tekapo.
A lo largo de la carretera hay numerosos miradores que ofrecen unas vistas magníficas. En ninguno de los que paramos hay apenas gente, pero esto cambiará radicalmente en cuanto lleguemos al lago Tekapo.
Lago Tekapo: posiblemente el lago más bonito de Nueva Zelanda
Nada más al lago Tekapo ya nos damos cuenta que va a ser prácticamente imposible disfrutar de un poco de tranquilidad para admirar el paisaje. En la orilla sur del lago se ha creado un pequeño pueblo que, en realidad, no es más que un complejo turístico enorme. Hay infinidad de opciones de alojamiento, restaurantes y tiendas, y todo está orientado al turista.
El lugar está a rebosar de gente. Hay coches por todas partes y de los autocares no paran de bajar grupos enormes de turistas chinos. Dejamos el coche en un aparcamiento que hay a la entrada del pueblo y nos acercamos a pie hasta la pequeña iglesia que hay en la orilla, llamada Church of the Good Shepherd.
Es totalmente comprensible que haya tantísima gente en este lugar, porque es de una belleza impresionante. Los lupinos alfombran toda la orilla del lago Tekapo con sus flores rosas y lilas. La diminuta iglesia de piedra, construida en 1935, ofrece unas vistas privilegiadas al lago.
Un picnic en la orilla del lago Tekapo
Hacemos unas cuantas fotos y decidimos marcharnos ya porque nos estamos agobiando con tanta gente. Como ya es la hora de comer, entramos a un supermercado que hay cerca de donde hemos dejado el coche y compramos algo de comida preparada para llevar. Vamos a seguir carretera adelante y cuando veamos un lugar agradable pararemos a comer. Con lo que no contábamos era con encontrar ese lugar justo a la salida del pueblo. Vemos un letrero que indica que hay un parque junto al lago, y decidimos probar suerte.
Se trata del Lake Tekapo Regional Park y cuenta con una zona de picnic estupenda junto a una bonita playa a orillas del lago. Apenas hay nadie, tan solo un par de familias más. No solo podemos comer con unas vistas estupendas, sino que podemos pasear por la playa tranquilamente. Aquí también hay montones y montones de lupinos en flor. El paisaje es espectacular. Aunque Nueva Zelanda tiene unos lagos maravillosos, este es quizá el más bonito de todos. Con esta última imagen del lago Tekapo para el recuerdo, seguimos adelante con nuestro road trip.
Gracias por compartir estos paisajes y lugares fenomenales!
¡Muchas gracias, Ivonne!