Kaikoura

Dejamos atrás Akaroa y la península de Banks y seguimos rumbo al norte por la State Highway 1. Nuestra siguiente parada es Kaikoura, un pueblo costero que cuenta con una abundante fauna marina. Además de poder ver ballenas o delfines muy cerca de la costa, también os podéis acercar a la gran colonia de focas de Point Kean, donde decenas de ellas toman el sol tranquilamente en las rocas.

El pasado ballenero de Kaikoura

Kaikoura, hoy centrada en el turismo sostenible que gira en torno a su vida marina, fue en sus orígenes una estación ballenera. La existencia de un cañón submarino frente a la costa de Kaikoura hace que la vida marina en esta zona sea excepcionalmente abundante. Por ese motivo los cachalotes tienen aquí asegurada una fuente de alimento y pueden ser avistados cerca de la playa durante todo el año. Otras especies de ballena, como la jorobada, la franca o la azul, así como los rorcuales o las orcas, no son tan abundantes y solo aparecen en determinadas épocas del año. Podéis contratar una excursión en barco para verlas de cerca. Aquí tenéis más información.

Para aprender más sobre el pasado ballenero de Kaikoura podéis visitar Fyffe House. Los Fyffe fueron los primeros europeos en instalarse aquí en 1842. La casa que construyeron, pintada de un suave color rosa, se ha convertido en museo. La encontraréis en Fyffe Quay, de camino a Point Kean y su colonia de focas. Lástima que en el momento de nuestra visita la encontramos cerrada por obras. Tampoco visitamos el Kaikoura Museum, aunque parece una opción muy interesante para saber más sobre la historia local. Lo encontraréis justo enfrente del i-SITE.

Point Kean: la colonia de focas de Kaikoura

En un extremo de la península de Kaikoura se encuentra Point Kean, el lugar de descanso favorito para las focas de la zona. Desde el aparcamiento ya se pueden ver muchas de ellas tumbadas sobre las rocas. Ojo con la distancia de seguridad, no hay que olvidar que son animales salvajes potencialmente peligrosos, por muy simpáticos que parezcan.

Si os apetece estirar un poco las piernas podéis recorrer el sendero que recorre la península, el Kaikoura Peninsula Walkway. En total se requieren unas 3 horas, pero podéis hacer tan solo un tramo para ver más focas desde los acantilados. Aquí tenéis más información sobre el sendero.

Dónde comer el mejor marisco de Kaikoura

No nos queremos marchar de Kaikoura sin probar un poco de su marisco, fresco del día y delicioso. De camino a Point Kean, a un lado de la carretera, hay un puesto de venta muy popular que ofrece platos de marisco a muy buen precio. Se trata de Kaikoura Seafood BBQ Kiosk, donde pedimos una ración de mejillones de labio verde y otra de paua fritters.

Para rematar, nada mejor que comer una deliciosa langosta en Nins Bin. Este puesto de venta de marisco está a unos 20 km al norte de Kaikoura, junto a la State Highway 1. Llevan sirviendo la mejor langosta desde 1977 y suele estar bastante concurrido por gente local.

Una última parada antes de terminar

Después de comer nos dirigimos sin prisas hacia Picton, donde tomaremos el ferry de vuelta a la Isla Norte a la mañana siguiente. No podemos resistirnos a hacer una última parada en una impresionante playa de arena negra cerca de Kekerengu. Tenemos toda la playa para nosotros solos y pasamos el rato tomando el sol y descansando. Es una forma perfecta de poner punto final a nuestra aventura por tierras neozelandesas.

El viaje aún se alargará unos días más, ya que en la Isla Norte tenemos pendientes algunas visitas que hemos dejado para el final, como Auckland y sus alrededores. Sobre ello ya publicamos este post, así que con este terminamos el viaje a Nueva Zelanda. Ha sido uno de los destinos más increíbles a los que hemos viajado nunca y nos quedamos con todos los momentos maravillosos que hemos vivido a lo largo de los 26 días que hemos pasado explorándolo.