A la hora de organizar nuestro viaje de 13 días a Cerdeña optamos por viajar hasta allí en ferry con Grimaldi Lines en vez de ir en avión. Si elegimos esta opción fue por cuestiones meramente prácticas, ya que al ir en ferry pudimos llevarnos nuestro coche y nos ahorramos un dineral en el alquiler de uno. Además, también nos permitió cargar con todo el equipaje que quisimos, por lo que nos llevamos nuestro material de acampada y fuimos de camping en vez de alojarnos en un hotel o apartamento, lo que también supuso un ahorro considerable. En este post os contaremos cómo fue nuestra experiencia viajando con Grimaldi Lines y si mereció la pena o no.
De Barcelona a Cerdeña con Grimaldi Lines
Hay una única línea de ferry que conecta España con Cerdeña: Grimaldi Lines. Concretamente, va de Barcelona a Porto Torres, al norte de la isla. Como vivimos a pocos kilómetros de la capital catalana, salir desde Barcelona era de lo más conveniente para nosotros. Nuestro viaje fue en agosto, en plena temporada alta, pero al haber comprado los billetes con bastante antelación (en marzo) conseguimos un buen precio. En concreto, pagamos 230,44€. Este precio fue para dos adultos, en butaca (hay otras opciones a bordo, luego profundizaremos en ellas) y con un vehículo de menos de 4,5 metros de largo.
Pros y contras de viajar en ferry a Cerdeña
La principal ventaja que le vemos a viajar en ferry con Grimaldi Lines es el hecho de poder viajar con vehículo propio. Otro punto a favor de Grimaldi Lines es que es una compañía pet friendly. Pagando una pequeña cantidad extra se puede viajar con mascota, lo que es ideal para los que no quieren dejar a su perro o gato en casa durante las vacaciones. Teniendo en cuenta lo estresante que puede ser para un animal volar en avión, la opción del ferry parece mucho más conveniente.
En cuanto a los inconvenientes, el principal es la duración del viaje. Si un vuelo de Barcelona a Cerdeña dura aproximadamente una hora y media, en ferry se tardan más de 12 horas. Puede llegar a hacerse muy pesado, aunque a bordo hay numerosas opciones de entretenimiento para hacerlo un poco más llevadero. En vista de lo que dura en trayecto entre Barcelona y Cerdeña, necesitaréis destinar un día a la ida y otro a la vuelta, lo que puede suponer un problema si no contáis con muchos días de vacaciones.
Viajando con Grimaldi Lines
El ferry de Grimaldi Lines hace el trayecto Barcelona a Porto Torres de noche, saliendo del puerto de la Barcelona a medianoche. En cambio, la vuelta se realiza de día, con salida desde Porto Torres sobre las 7:45 de la mañana. Tened en cuenta que hay que estar en la terminal al menos dos horas antes del embarque para hacer el check-in. El sistema de check-in no es el mismo en los dos puertos. El de Porto Torres es mucho más rápido y eficiente que el de Barcelona, que deja bastante que desear. Las indicaciones para llegar a ambas terminales las encontraréis en la página web. Ambas son muy fáciles de localizar.
En Barcelona, una vez se llega a la terminal, hay que aparcar el coche en la zona que indica el personal. Una vez aparcados, hay que ir al edificio de la terminal a realizar el check-in. El billete que se lleva impreso desde casa no sirve para embarcar, hay que ir a la terminal sí o sí a hacer este trámite. Tras mostrar en dni o pasaporte nos dan la tarjeta de embarque, con la butaca o el camarote asignados en caso de haberlos reservado.
Una peculiaridad del embarque en Barcelona es que Grimaldi Lines solo permite ir en el coche al conductor del vehículo. Los demás pasajeros tienen que embarcar a pie desde el mismo edificio de la terminal. No sabemos a que se debe esto, pero creemos que es muy poco práctico. El proceso de embarque en sí mismo es muy sencillo, ya que solo hay que seguir las instrucciones del personal.
Una vez aparcado el coche dentro del ferry hay que recordar en que nivel o puente se ha dejado el coche para encontrarlo fácilmente a la salida. Durante la travesía no se puede acceder a la zona de garaje, así que coged todo lo que vayáis a necesitar a bordo porque si os olvidáis algo no podréis volver a por ello.
En Porto Torres el proceso de check-in es mucho más sencillo. Todo el mundo embarca a bordo del vehículo (tanto conductor como pasajeros) y no se hace el check-in en la terminal, sino que el personal va coche por coche y da la tarjeta de embarque al momento.
Tanto en Barcelona como en Porto Torres el desembarco se hace con todos a bordo del vehículo, tanto conductor como pasajeros.
Tipos de acomodación a bordo de Grimaldi Lines
Al realizar la reserva del billete hay que elegir el tipo de acomodación: camarote, butaca o pasaje básico. El precio varía bastante entre una opción u otra, y el nivel de comodidad también. El pasaje básico es el más barato de todos. Se puede acceder a las distintas cubiertas, a los bares y restaurantes y al resto de servicios que ofrece el ferry. Pero no hay un asiento garantizado, por lo que si no hay ninguno disponible habrá que esperar a que alguno quede libre. Intentad embarcar lo más pronto posible para coger un buen sitio, porque se llenan muy rápido.
Las butacas son numeradas y se asigna a cada pasajero en número correspondiente a la hora de hacer el check-in. Están en unas salas separadas de los espacios comunes, para asegurar un poco de silencio y tranquilidad a los que quieren descansar o intentar dormir. En nuestro caso elegimos butaca tanto a la ida como a la vuelta, pero finalmente no las utilizamos en ninguno de los dos trayectos porque nos parecieron muy incómodas.
En cuanto a los camarotes, son la opción más cara, pero contar con cama propia y poder dormir cómodamente es muy tentador, especialmente en la travesía nocturna. Hay camarotes de varias categorías, en la web hay más detalles sobre cada una de ellas. Nosotros vimos los más sencillos (interiores sin ventana) de pasada, mientras los estaban limpiando. Son pequeños pero más que suficientes para pasar la noche.
Intentando dormir en el ferry
Si no se ha reservado butaca o camarote, no queda más opción que buscarse la vida e intentar encontrar un rincón lo más cómodo posible para pasar la noche. Nos chocó bastante ver que la gente dormía tirada en el suelo. Por lo visto es algo normal, porque muchos llevaban colchones hinchables, esterillas, mantas o almohadas. Cada cual “acampa” donde puede y el personal de a bordo no dice nada. La imagen que da no es demasiado buena, la verdad, pero no todo el mundo puede permitirse pagar un camarote.
Los que tienen suerte de encontrar sitio en alguno de los bares y salones no dudan en instalarse en un sofá para echar una cabezadita. Nosotros mismos terminamos durmiendo en uno de ellos. Son la mar de cómodos y la verdad es que dormimos bastante bien tanto a la ida como a la vuelta. Otro lugar cotizadísimo para dormir son las tumbonas de la zona de la piscina. Si no llueve es una opción interesante, aunque por la noche hay mucha humedad y puede hacer frío.
Comida y bebida a bordo del ferry
El ferry de Grimaldi Lines cuenta con varios bares y restaurantes a bordo. También se puede llevar comida y bebida propia, así que solo hicimos uso del servicio de bar para tomarnos una Coca Cola (3,00€) y un café (2,00€). Tanto a la ida como a la vuelta vimos colas enormes en los bares. El sistema que tienen es lento e ineficaz: primero hay que hacer una cola para pedir y pagar, y luego hay que volver a ponerse a la cola para que te sirvan lo que has pedido. Es una pérdida de tiempo enorme, con esperas de más de treinta minutos para un simple café.
Cómo entretenerse a bordo
Teniendo en cuenta la duración del viaje, es inevitable acabar aburridos. A bordo hay varias opciones de entretenimiento para todos los viajeros. En la cubierta superior hay una piscina (abre solo en verano) y una zona de solarium con tumbonas. Es una opción estupenda para los que viajan con niños, pero la verdad es que a nosotros nos pareció muy poco apetecible darse un baño en ese agujero minúsculo.
También hay un casino con sus tragaperras y su ruleta, y una sala de juegos con futbolín, videojuegos, etcétera. Para los más pequeños también hay una zona infantil perfecta para pasar un buen rato. Se supone que a bordo del barco hay también un gimnasio y una zona de wellness, pero no llegamos a verlos. En la tienda de a bordo se vende un poco de todo: juguetes, libros, ropa, perfumería…
Recomendaciones para que el viaje con Grimaldi Lines sea lo más agradable posible
Nuestra primera recomendación, y quizá la más importante, es que llevéis pastillas antimareo (las típicas biodraminas, en la farmacia os aconsejarán). Aunque la embarcación es de un tamaño considerable y lo más probable es que no haya mala mar, el movimiento del barco se nota bastante en algunos momentos. Aunque no os mareéis con facilidad, no merece la pena arriesgarse y pasar un mal rato. Son muchas horas de viaje, así que es mejor prevenir que curar.
En el interior del barco, con el aire acondicionado, hace bastante frío. Os aconsejamos llevar una chaqueta. Tampoco está de más llevar algo para taparse un poco si vais a dormir en las zonas comunes: una mantita, un pareo o una toalla de playa servirán.
Aunque tengáis pensado comprar algo de comer y beber a bordo, no está de más llevar agua extra y alguna cosa para picar. Es un trayecto tan largo que terminaréis comiendo más por aburrimiento que por hambre, así que llevar galletas, golosinas o patatas fritas puede hacer la travesía algo más amena.
Para combatir el aburrimiento lo mejor es llevar algún entretenimiento. Ya sea un libro, una revista, una baraja de cartas o algún juego de mesa, para matar el tiempo necesitaréis algo con lo que entreteneros. Tened en cuenta que no hay wifi gratis a bordo, solo roaming marítimo con conexión satelital que tiene un coste elevado, así que poned el móvil en modo avión para evitar cargos indeseados.
Valorando nuestra experiencia con Grimaldi Lines
Nuestra valoración sobre el viaje a bordo del ferry de Grimaldi Lines es bastante positiva. Aunque el trayecto es muy largo y se hace muy cansado, poder viajar con nuestro propio coche compensó cualquier aspecto negativo en ese sentido. Fue práctico y conveniente y sin duda lo recomendamos a cualquiera que quiera llevar su propio vehículo a Cerdeña.
Pero no todo nos gustó. El ferry estaba muy sucio y descuidado, y por lo que hemos leído es algo bastante habitual. Las papeleras estaban literalmente llenas a rebosar, los baños estaban sucios y una vez se terminó el papel higiénico ya no lo volvieron a reponer en todo el viaje. El servicio en los bares es lento e ineficiente, con colas larguísimas. Como se puede dormir en los sofás de bares y salones, a veces no se encuentra sitio para sentarse. Además, ver a gente tirada por el suelo durmiendo tampoco da una imagen agradable, aunque somos comprensivos con el hecho de que no todo el mundo puede permitirse pagar un camarote.
La verdad es que si hubiera alguna otra compañía que hiciera una ruta en ferry entre España y Cerdeña seguramente la elegiríamos antes que a Grimaldi Lines, pero como es la única no queda más remedio que conformarse con lo que hay.
[…] Durante nuestra estancia de 13 días en Cerdeña elegimos ir de camping en vez de alojarnos en un hotel o apartamento. Varios factores influyeron a la hora de tomar está decisión, pero el económico fue el decisivo. Como en julio y agosto los precios se disparan al ser plena temporada alta, el presupuesto del viaje quedaba por encima de lo que queríamos gastar. Sin embargo, yendo de camping podíamos ahorrar bastante, así que no dudamos en cargar con nuestro material de acampada y, con el coche hasta los topes, embarcar en el ferry rumbo a Porto Torres. […]