Tras nuestra visita al cercano pueblo minero de Arrowtown, nos dirigimos ahora hacia Queenstown y Glenorchy. Situada a orillas del lago Wakatipu, Queenstown ofrece infinitas opciones de ocio entre las que elegir. Por su parte, Glenorchy es uno de los lugares de Nueva Zelanda que más nos gustó. Su entorno es sencillamente espectacular y es un buen sitio para huir de las multitudes y disfrutar de algo de tranquilidad rodeados de montañas nevadas.
Queenstown: la capital mundial de los deportes de aventura
Queenstown es una ciudad pensada por y para el turismo. Su localización estratégica junto a la State Highway 6 la convierte en zona de paso casi obligada en la mayoría de rutas por la Isla Sur. Que esté a orillas de un lago y rodeada de montañas compensa con su belleza el hecho de que sea un enjambre de turistas. Ni siquiera la cantidad exagerada de gente que se puede llegar a dar cita en sus calles puede eclipsar lo bonito que es el paisaje a su alrededor.
Queenstown se autoproclama la «capital mundial de los deportes de aventura«. La oferta parece ilimitada. Aquí os dejamos el enlace a la web oficial con toda la información sobre las distintas actividades entre las que podéis elegir. En invierno el deporte estrella es el esquí, mientras que en verano hay la posibilidad de practicar numerosos deportes acuáticos. Podéis hacer rafting, jet boating, puenting o salto en paracaídas. También podéis subir a la cima de Bob’s Peak en el Skyline Gondola y dar unas cuantas vueltas en luge (algo apto para toda la familia), balancearos sobre el vacío en el famoso columpio Nevis Swing, practicar el descenso en bicicleta de montaña o lanzaros en tirolina. Hay actividades para todos los gustos, aunque todas tienen en común que son bastante caras.
Si os gustan las actividades más tranquilas, también podéis practicar el senderismo por los alrededores, con la ventaja añadida de que es algo totalmente gratuito. Aquí tenéis una guía con las distintas rutas disponibles.
Fergburger: la mejor hamburguesa de Nueva Zelanda
Nosotros apenas dedicamos un par de horas a visitar Queenstown. No somos muy amantes del riesgo, así que nos conformamos con dar un paseo por el centro y parar a comer en el que posiblemente sea el local más famoso de toda la ciudad. Las hamburguesas de Fergburger están consideradas las mejores de Nueva Zelanda, y la verdad es que son de las mejores que hemos probado nunca. Como el local estaba atestado de gente, las pedimos para llevar y las disfrutamos frente al lago con unas vistas inmejorables.
También os recomendamos probar uno de los deliciosos hot pies en Fergbaker (el de pollo, bacon y champiñones está muy bueno) y un helado en Mrs Ferg (no os podéis marchar de Nueva Zelanda sin probar el de hokey pokey).
Antes de marcharnos hacia Glenorchy entramos a curiosear en un par de tiendas de regalos y compramos unos caramelos y un poco de fudge en The Remarkable Sweet Shop, el lugar ideal para los más golosos.
Lago Wakatipu: unas vistas de infarto de camino a Glenorchy
La pequeña población de Glenorchy se encuentra a unos 45 km de Queenstown, en el extremo norte del lago Wakatipu. La carretera que lleva hasta allí ofrece unas vistas impresionantes del lago y de las montañas de los alrededores. Destaca particularmente The Remarkables, con sus picos nevados que se alzan a más de 2.000 metros de altitud.
A lo largo del camino hacemos varias paradas para admirar el paisaje. En Seven Mile Point Track nos sentamos un rato a comer el fudge que hemos comprado en Queenstown mientras disfrutamos del día tan agradable que hace hoy. Aquí comienza un sendero que lleva hasta Wilson Bay y que se puede recorrer tanto a pie como en bicicleta. Nosotros optamos por acercarnos con el coche hasta Wilson Bay y nos quedamos un rato en la playa. El agua del lago es cristalina y en las zonas menos profundas su color es de un azul tan claro que invita a darse un chapuzón, pero está demasiado fría como para plantearnos la opción de bañarnos.
Glenorchy: un paraíso a los pies de las montañas
Para cuando llegamos a Glenorchy ya estamos completamente enamorados de este rincón de Nueva Zelanda. Vamos a alojarnos aquí esta noche, en un camping con unas vistas espectaculares a las montañas Humboldt. Sobre el camping os contamos más en este otro post. Después de instalarnos nos acercamos hasta el embarcadero. Una pequeña embarcación se mece en las tranquilas aguas del lago y las montañas cubiertas de nieve nos dejan asombrados una vez más. Damos un paseo por la orilla, en la que crecen bonitos lupinos que en esta época del año están en flor.
Lo más fotografiado de todo Glenorchy es el cobertizo de color rojo situado junto al embarcadero. Antes de que en 1962 se inaugurara la carretera por la que hemos llegado en coche, Glenorchy solo era accesible en barco de vapor. Todas las mercancías que llegaban hasta aquí eran almacenadas en esta pequeña caseta. El TSS Earnslaw era uno de los barcos de vapor encargados del transporte, comenzando su andadura en 1912. A bordo viajaban pasajeros, ganado, todo tipo de mercancías e incluso el correo. Si os interesa hacer un pequeño tour a bordo de este histórico barco completamente restaurado, podéis hacerlo en Queenstown. Aquí tenéis más información.
Glenorchy Walkway: un bonito paseo por los alrededores de Glenorchy
Terminamos la tarde en Glenorchy dando un paseo por sus calles. No hay mucho que ver, aunque un par de pequeños edificios nos llaman la atención. Uno es una diminuta biblioteca, mientras que el otro pertenece a una iglesia llamada Head of the Lake.
También entramos a la General Store a curiosear un poco. Venden recuerdos, algo de comida y también hay una cafetería. No podemos evitar comprar un par de regalos, porque todo lo que venden es muy bonito.
Ya por la mañana decidimos hacer una pequeña excursión por los alrededores de Glenorchy. Vamos a recorrer el Glenorchy Walkway, un sendero muy fácil y completamente llano que rodea un humedal llamado Glenorchy Lagoon. Además de tener unas vistas increíbles de las montañas, podréis ver multitud de aves, incluidos cisnes negros.
Por el camino encontraréis bancos y mesas de picnic en los que parar a descansar o a comer algo. ¡Con unas vistas así, no nos iríamos nunca! Sin embargo, toda decir adiós a Glenorchy y continuar nuestro viaje.
[…] recorreremos en parte. Algún tramo ya lo hemos hecho en días anteriores, como el que va de Queenstown a Te Anau. Sobre la Southern Scenic Route tenéis toda la información en esta página […]