Gastronomía típica de Asturias y Cantabria: mucho más que fabada y anchoas

Fabada asturiana

Que en España se come muy bien no es ningún secreto. Nuestra gastronomía tiene fama más allá de nuestras fronteras y está considerada de las mejores del mundo. Dentro de nuestro país, cada región cuenta con su propia gastronomía típica. Todas ellas son una verdadera delicia y, evidentemente, Cantabria y Asturias no iban a ser la excepción. Ambas cuentan con una gran variedad gastronómica entre la que elegir, que va mucho más allá de la famosa fabada asturiana o las célebres anchoas cántabras.

Algunas delicias gourmet en Asturias
Sidra asturiana

Durante nuestro viaje intentamos probar tantos platos típicos distintos como pudimos, además de un buen número de dulces. Nuestra conclusión es que tanto en Cantabria como en Asturias se come de maravilla y su cocina se sitúa en nuestro Top 5 personal.

Unos ingredientes de primera calidad

Tanto la cocina cántabra como la asturiana se caracterizan por contar con unos ingredientes de primerísima calidad. Ambas regiones combinan a la perfección lo mejor del mar y de la montaña. Los pescados y mariscos son grandes protagonistas de ambas gastronomías. Las anchoas, el calamar, las sardinas, las almejas o el bonito son tan solo algunos de ellos, y los encontraréis tanto frescos como en conserva.

Conservas de pescado
Sardinas a la parrilla
Una merluza fresquísima

La mejor carne de ternera

Por otro lado, tanto Asturias como Cantabria cuentan con una carne de gran calidad procedente de sus pastos de alta montaña, principalmente de ternera. Podéis degustar un buen solomillo en su punto, un delicioso cachopo o todo tipo de embutidos de caza.

La mejor ternera para preparar cachopos
Codillo de cerdo con salsa de Cabrales

Con tantas vacas como hay en ambas regiones, no es de extrañar que el queso sea otro de los productos más apreciados de ambas gastronomías. Puede que el más conocido de todos sea el queso de Cabrales, pero la variedad es enorme y los hay para todos los gustos. Si sois amantes del queso (como es nuestro caso), Asturias y Cantabria son vuestro paraíso.

La mejor leche para el mejor queso
Queso de Cabrales
Queso Picón

Legumbres de todo tipo

Otro ingrediente que no puede faltar son las legumbres. Las fabes son el ingrediente principal de la fabada asturiana, mientras que los garbanzos de Potes lo son del delicioso cocido lebaniego, tradicional de la comarca cántabra de Liébana. También se usan fabes para elaborar otro de los platos asturianos más conocidos: fabes con almejas.

Una gran variedad de legumbres
Verdinas con gulas

De las distintas variedades de legumbres de la zona, las verdinas nos parecieron particularmente suaves y tiernas. Es habitual comerlas guisadas con marisco, langostinos o almejas, pero nosotros las probamos con gulas y nos gustaron mucho.

Fabada

Los cocidos y guisos, sabrosos y contundentes en cualquiera de sus versiones, son ideales para sobrellevar el frío en las zonas de alta montaña, pero en todos los restaurantes los sirven durante todo el año, haga el calor que haga.

Para los más golosos

Mención aparte merecen los dulces y la repostería. Los más conocidos son probablemente los sobaos pasiegos y la quesada, pero hay muchísimos más entre los que elegir. Mantequilla en abundancia y frutos secos suelen formar parte de los ingredientes principales, mientras que el hojaldre es también una de las elaboraciones más apreciadas.

Un refrescante vaso de sidra

En cuanto a bebidas típicas, la sidra asturiana es la estrella indiscutible, aunque el vermut y el orujo tampoco se quedan atrás. Muy apreciada en todo el norte de España (y popularizada a lo largo y ancho de todo el país), la sidra es una de las señas de identidad de Asturias. Se elabora con manzanas y se puede degustar en cualquier bar o restaurante, aunque lo más típico es hacerlo en una sidrería tradicional o directamente en un llagar, el lugar donde se elabora esta deliciosa bebida.

Sidra

Lo mejor de la gastronomía asturiana y cántabra

A continuación os contamos un poco más sobre los distintos platos, quesos y dulces que tuvimos ocasión de probar personalmente durante nuestro viaje por Asturias y Cantabria.

Fabada asturiana

Si hay un plato representativo de la gastronomía típica asturiana, ese es la fabada. Se elabora con un tipo específico de judías o alubias, llamadas fabes, y se sirve acompañada de su compango, formado por chorizo, morcilla, lacón y tocino. En algunos restaurantes os traerán un plato con vuestra ración individual de fabada, mientras que en otros (si es para más de una persona) os traerán una cazuela a la mesa para que cada comensal se sirva a su gusto. Si sois de los que os gusta un buen plato de cuchara, disfrutaréis de lo lindo con la fabada.

Fabada asturiana

Los más cocinillas os podéis animar a prepararla en casa, ya que en cualquier tienda encontraréis a la venta un “pack de iniciación a la fabada”. Siempre envasado al vacío, este pack incluye las fabes y el compango. Su elaboración es muy sencilla, así que os animamos a probarlo.

Fabada asturiana

Cocido lebaniego

Seguimos con los platos de cuchara con este plato típico cántabro (concretamente de la comarca de Liébana). A diferencia de la fabada y otros guisos de la zona, el cocido lebaniego se elabora con garbanzos de Potes, más pequeños que otras variedades. Fue precisamente en la población de Potes donde lo probamos nosotros. Además de los garbanzos, el cocido se acompaña de su correspondiente y sabroso compango, además de su relleno a base de miga de pan, huevo y perejil. Normalmente se sirve el caldo por separado, con los garbanzos y el compango en un plato aparte.

Cocido lebaniego

Cocido montañés

Además del cocido lebaniego, en Cantabria destaca el cocido montañés, más generalizado. Este se elabora con alubias blancas y berza, además del compango a base de chorizo, morcilla y tocino.

Pote asturiano

El pote asturiano se elabora con berza y patata, y se acompaña de su compango a base de morcilla, chorizo y tocino. A veces se le añaden alubias, pero no siempre. Se parece mucho al pote gallego, aunque se diferencia en que el asturiano lleva morcilla y la verdura empleada es la berza en vez de los grelos gallegos. Nunca antes habíamos probado la berza y la verdad es que este plato nos encantó.

Cachopo

Uno de los platos más populares de la cocina asturiana, que va ganando adeptos año tras año, es el cachopo. Los tradicionales consisten en dos filetes de ternera rellenos de jamón serrano y queso, que se empanan y se fríen. No obstante, en la actualidad se pueden encontrar multitud de variantes y una cantidad interminable de rellenos diferentes. Para darle un toque aún más asturiano al plato, nada mejor que un cachopo relleno con queso de Cabrales, por ejemplo.

Cachopo

En algunos restaurantes sirven una versión de menor tamaño, llamada cachopín, que a nosotros nos recordó mucho a un sabroso librito. Aunque la mayoría de restaurantes sirven cachopos de tamaño “normal”, este plato es conocido en parte por el tamaño descomunal que puede llegar a tener. Estos cachopos más grandes están pensados para ser compartidos entre varios comensales.

Cachopín

Anchoas

Las anchoas cántabras son bien conocidas por su gran calidad. Aunque esta delicia se elabora de forma tradicional a lo largo de toda la costa del Cantábrico, son las anchoas de Cantabria (concretamente, las de Santoña) las que tienen más fama. Las encontraréis a la venta en cualquier tienda de productos típicos, tanto en lata como en tarro de cristal. Son un producto bastante caro, pero es comprensible ya que se elaboran a mano de forma totalmente artesanal.

Conservas de pescado

Además de las famosas anchoas, tanto en Cantabria como en Asturias se elaboran todo tipo de conservas de pescado y marisco. Bonito, sardinas, pulpo, calamar, mejillones… Las opciones son infinitas. La industria conservera sigue elaborando productos de gran calidad y ha sabido adaptarse a los tiempos con nuevas recetas y un packaging original y divertido.

Conservas tradicionales con un envoltorio innovador

Cebollas rellenas

Este sabroso plato de la gastronomía asturiana consiste en unas deliciosas cebollas rellenas de bonito, acompañadas de una abundante cantidad de salsa. Es habitual encontrar este plato en el menú de los restaurantes, pero también tenéis la opción de comprarlas enlatadas, listas para calentar y servir.

Embutidos

Además de los consabidos embutidos elaborados a partir del cerdo, veréis que también abundan los embutidos de caza (ciervo y jabalí principalmente). Seguramente los embutidos más conocidos son el chorizo y la morcilla, ya que forman parte del tradicional compango o, en el caso del chorizo, de los bollos preñaos.

También existen numerosas especialidades locales o regionales, como el chosco de Tineo, la moscancia, el xuan, el sabadiego o el borono. Este último es típico de Potes y es similar a una morcilla, aunque de forma redondeada y con un taco de tocino en el centro.

Chorizos a la sidra

Los chorizos asturianos son el ingrediente principal de esta receta, que se suele tomar como aperitivo o tapa. En este caso, los chorizos se cuecen en sidra. Es un plato de sabor fuerte que se sirve tradicionalmente en una cazuelita de barro.

Tortos

Otro plato asturiano que nos animamos a probar fueron los tortos. Se elaboran con harina de maíz y se fríen en abundante aceite. Son planos y redondos, y se suelen servir acompañados de huevos fritos y picadillo de chorizo.

Sartenes

Muy habituales en restaurantes y sidrerías son las sartenes, una especie de plato combinado servido en una pequeña sartén de tamaño individual. Hay muchas combinaciones entre las que elegir, aunque las más frecuentes incluyen huevos fritos, patatas y picadillo de chorizo o morcilla.

Quesos

En todo el norte de España se elaboran unos quesos de gran calidad. Muchos cuentan con Denominación de Origen Protegida y con un gran reconocimiento internacional, ya que un buen número de ellos han sido premiados en los World Cheese Awards. Aunque el queso de Cabrales es el más famoso, todas las variedades que tuvimos ocasión de probar nos gustaron muchísimo.

Infinitas variedades de queso entre las que elegir

Cabrales

El queso de Cabrales es el queso asturiano por antonomasia. Se elabora en los Picos de Europa, concretamente en el concejo de Cabrales, y cuenta con Denominación de Origen Protegida. Lo identificaréis fácilmente por su envoltorio de papel de aluminio de color verde y el sello del Consejo Regulador bajo el que se agrupan todas las queserías de Cabrales.

Se trata de un queso azul muy untuoso, elaborado con leche de vaca o con mezcla de cabra u oveja, que se deja madurar en cuevas naturales. Su sabor es muy fuerte, al igual que su olor. Si queréis probarlo pero el queso azul no está entre vuestros favoritos, podéis optar por tomarlo en forma de crema, que se comercializa en tarros de cristal y tiene un sabor un poco más suave.

Picón Bejes Tresviso

Otro queso azul que os recomendamos probar es el queso Picón. Se elabora en Cantabria, concretamente en la comarca de Liébana. Las poblaciones de Bejes y Tresviso son las principales productoras, de ahí su nombre. Este delicioso queso de intenso sabor cuenta con Denominación de Origen Protegida y se elabora con una mezcla de tres leches: vaca, oveja y cabra. Al igual que sucede con el de Cabrales, el queso Picón se deja madurar en cuevas naturales de los Picos de Europa.

Queso azul de Valdeón

Como ya hemos visto en los casos de los quesos Cabrales y Picón, en la zona de los Picos de Europa se produce un excelente queso azul. No iba a ser menos la vertiente leonesa de este parque nacional, el Valle de Valdeón. Cuenta con Indicación Geográfica Protegida y su sabor es igual de intenso y delicioso que el de los mencionados anteriormente. Tuvimos ocasión de probarlo a modo de postre en un restaurante de Posada de Valdeón y nos gustó mucho.

Queso azul de Valdeón

Quesucos de Liébana

De los distintos quesos elaborados en Cantabria, destacan los llamados Quesucos de Liébana. Se elaboran en la comarca de Liébana y cuentan con Denominación de Origen. Hay distintas variedades y suelen ser quesos de tamaño pequeño elaborados con leche de vaca, cabra y oveja, algunos de ellos ahumados. Estos no los probamos, aunque sí que los vimos en la sección de productos típicos de supermercados y tiendas de souvenirs. Como son quesos de tamaño no muy grande, es habitual encontrarlos en packs que incluyen distintas variedades.

Otro queso cántabro que tampoco tuvimos ocasión de probar pero que es bien conocido es el queso Nata, elaborado con leche de vaca.

Gamonéu

El queso Gamonéu (Gamonedo en castellano) se elabora en Asturias, concretamente en los concejos de Onís y Cangas de Onís, en los Picos de Europa. Cuenta con dos variedades, Gamonéu del Valle y Gamonéu del Puerto, que indican si se ha elaborado en las queserías de los valles o en las cabañas de las montañas. Se trata de un queso de sabor fuerte a base de leche de vaca, cabra y oveja y está ligeramente ahumado.

Afuega’l Pitu

Existen dos variedades de este queso con Denominación de Origen elaborado únicamente con leche de vaca: el blancu y el roxu. Este último tiene un color anaranjado o rojizo ya que se le añade pimentón. Sin duda es el queso con el nombre más peculiar de todos. Por lo visto, afuega’l pitu significa “ahogar la garganta” y su denominación seguramente tiene que ver con su textura, ya que tiende a quedarse pegado al paladar.

Queso Casín

El Queso Casín, con Denominación de Origen Protegida, se elabora en Asturias con leche cruda de vaca. Recibe este nombre porque tradicionalmente se elaboraba con leche procedente de vacas de la raza casina, que es autóctona de la región. Se trata de un queso de sabor fuerte y picante que a nosotros nos gustó mucho. Si os gustan los quesos intensos, de esos que se tienen que comer en trocitos pequeños de lo fuertes que son, el Casín os encantará.

Dulces y repostería

Tanto en Asturias como en Cantabria existe una enorme variedad de dulces entre los que elegir. Nosotros probamos tantos como pudimos y a continuación os enumeramos los que más nos gustaron y los que más fácilmente encontraréis en pastelerías y supermercados.

Sobaos pasiegos

Los sobaos pasiegos son probablemente el dulce más típico de Cantabria. Se elaboran en la comarca de los Valles Pasiegos y cuentan con Indicación Geográfica Protegida (veréis que llevan el sello identificativo en la caja para diferenciarlos de otros que no son auténticos).

Estos bizcochos, densos y esponjosos, se elaboran con mantequilla, harina, huevos y azúcar. La mantequilla es el ingrediente clave, ya que les aporta su sabor tan característico. Ya sea como desayuno o merienda, los sobaos se saborean mejor acompañados de un café o un vaso de leche.

Quesada

Este dulce cántabro es uno de nuestros preferidos. Al igual que los sobaos, la quesada es originaria de los Valles Pasiegos. Se elabora con leche cuajada, huevos, azúcar, harina y mantequilla, además de un toque de limón y canela que le dan ese sabor inconfundible. Una de las características de la quesada es que se hornea en unos moldes de muy poco grosor, algo que al parecer es fundamental para que adquiera la textura adecuada. El resultado es este delicioso postre de apenas un par de dedos de grueso que recuerda un poco a la tarta de queso.

Corbatas de Unquera

También procedentes de Cantabria son las Corbatas de Unquera. Este dulce, que tradicionalmente tiene forma de corbata o de pajarita, procede principalmente de las poblaciones de Unquera y San Vicente de la Barquera. Se trata de unos hojaldres recubiertos por una capa de azúcar glaseado muy crujiente y unos trocitos de almendra espolvoreados por encima.

Corbatas de Unquera

Carbayones

En cuanto a dulces tradicionales asturianos, los carbayones son de los más populares. Consisten en una base de hojaldre que se rellena con una deliciosa crema de almendra, se cubre con una capa de dulce de yema y se remata con un fino glaseado. Los frutos secos forman parte de buena parte de los dulces más típicos de Asturias, así que si os gustan estáis de suerte porque no faltan en ninguna pastelería.

Casadielles

Este dulce asturiano también se elabora a base de frutos secos, concretamente con nueces. Las casadielles consisten en una masa parecida a la de las empanadillas o, en su defecto, en un hojaldre, que se rellena con una mezcla de nueces, anís y azúcar. La masa se sella y se fríe en abundante aceite. Como toque final se espolvorean con azúcar y ya están listas para degustar.

Arroz con leche

Para terminar, nada mejor que uno de esos postres que seguramente todo el mundo ha probado al menos una vez en la vida: el arroz con leche. Aunque no es originario de Asturias, lo cierto es que allí es muy apreciado y suele incluirse como postre en la mayoría de restaurantes.

Esperamos que este post os haya abierto el apetito y que disfrutéis de la deliciosa cocina cántabra y asturiana.

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