Como en toda Italia, en Cerdeña se come de maravilla. La gastronomía sarda es más variada de lo que se podría pensar. En cada región de la isla hay un plato que destaca sobre el resto, con especialidades muy locales. Nuestro objetivo, como en todos nuestros viajes, era probar tanta variedad de platos como nos fuera posible, además de los dulces más típicos. A continuación os vamos a contar más sobre las características de la gastronomía sarda y os mostraremos todo lo que comimos durante los 13 días que pasamos en Cerdeña.
Ingredientes principales de la gastronomía sarda
El pescado y el marisco son una de las bases de la gastronomía sarda, especialmente en la costa. La carne tampoco falta, sobre todo la de cordero y el cochinillo asado. El pan y la pasta son todo un imprescindible en Italia, y en Cerdeña cuentan con unas variedades propias deliciosas. Los quesos y embutidos tampoco pueden faltar en la gastronomía sarda, incluido el famoso “queso podrido” casu marzu, repleto de gusanos. Todos estos platos se preparan con aceite de oliva de gran calidad y muchos de ellos se aromatizan con azafrán.
En cuanto a los dulces típicos, la lista es interminable. Como en toda la cuenca mediterránea, la miel y las almendras suelen figurar entre los ingredientes más habituales. El limón o la naranja se usan para aromatizar muchos de estos dulces.
La pizza, la focaccia y los panini (bocadillos), sin ser típicos de Cerdeña, se encuentran en todas partes y son perfectos para tomar un bocado rápido.
Delicias de la gastronomía sarda
A continuación os contamos todo lo que tuvimos ocasión de comer durante nuestro viaje. Todo lo que comimos nos gustó mucho y nuestra conclusión es que la gastronomía sarda merece mucho la pena.
Culurgiones
Este plato de pasta rellena es una auténtica delicia. Aunque por su forma recuerdan más a los dumplings chinos, sus ingredientes son típicamente italianos. El relleno tradicional es a base de patata, queso, ajo y menta. Se suelen servir con salsa de tomate y queso rallado, pero también los comimos con mantequilla y salvia. En la mayoría de restaurantes los podréis encontrar entre los primeros platos, así como en la sección de pasta fresca del supermercado (por si os alojáis en un apartamento y queréis prepararlos vosotros mismos).
Malloreddus
Este tipo de pasta tiene un aspecto parecido al de los ñoquis (también recibe el nombre de gnocchetti sardi), aunque se elabora con sémola de trigo duro en vez de con patata. La elaboración habitual suele ser la de malloreddus alla campidanese, con una salsa de ragú de salchicha con tomate y un toque de azafrán. No suele faltar en la carta de los restaurantes. Como es una pasta seca, resulta perfecta para llevársela a casa de recuerdo o como regalo. La venden en todas las tiendas de recuerdos, pero en el supermercado la encontraréis más barata.
Fregola
Otro tipo de pasta típicamente sarda es la fregola o fregula. Consiste en unas bolas de sémola de trigo, parecidas al cuscús pero más grandes. Suele acompañarse de marisco o pescado, y también se utiliza en guisos y sopas. Nosotros la probamos fría, a modo de ensalada de pasta, acompañada de pulpo, gambas y mejillones. Es fácil encontrarla en los restaurantes, pero en nuestro caso recurrimos a la sección de comida preparada de un supermercado, donde también se suelen encontrar platos típicos de la gastronomía sarda.
Zuppa gallurese
Este plato es típico de la zona de la Gallura. También se le llama zuppa calda o suppa cuata. Aunque su nombre significa literalmente sopa, en realidad es un plato parecido a la lasaña. Se alternan capas de pane carasau (o de pan duro en su defecto) y de queso y luego se remoja con caldo y se cocina al horno. El resultado es esta delicia gratinada que no podéis dejar de probar.
Bottarga
La más fácil de encontrar es la bottarga di mugine (mújol), aunque también se elabora con huevas de otros pescados. Las huevas se salan, se prensan y se secan. La bottarga suele emplearse rallada para condimentar platos de pasta, o espolvoreada sobre la pizza (que es como la probamos nosotros). Le da un sabor muy peculiar a la comida, como un sabor intenso a mar. La bottarga se vende refrigerada en pescaderías y supermercados. También se comercializa rallada, en tarros de cristal o bolsitas que no necesitan refrigeración y se conservan durante varios meses. Aunque es un producto muy caro, se emplea una cantidad muy pequeña, de modo que uno de estos tarros puede ser un regalo perfecto para los amantes del pescado y el marisco.
Marisco
Además del pescado, el marisco es omnipresente en la mayoría de restaurantes de la costa de Cerdeña. En Alguer, por ejemplo, es muy típica la langosta a la catalana. Como se nos iba de presupuesto, nos conformamos con unos langostinos a la plancha. También es muy típica la pasta con marisco, como el plato de trofie con almejas, mejillones y pulpo que probamos.
Porcheddu
El porcheddu arrustu o porcetto arrosto es quizá el plato de carne más representativo de Cerdeña. Se trata de un cochinillo asado en espetón. Es parecido al que se puede comer en España y, aunque para muchos es un manjar, a nosotros no termina de convencernos.
Queso
Los amantes del queso están de suerte: en Cerdeña hay algunas variedades deliciosas. El queso más famoso de la gastronomía sarda es el casu marzu. Su principal característica es que está lleno de larvas y gusanos, resultado de la putrefacción. Según tenemos entendido, la Unión Europea prohibió su comercialización por motivos de seguridad alimentaria. Aunque estábamos dispuestos a probarlo, no encontramos ningún lugar donde lo vendieran.
Otros quesos típicos de Cerdeña que sí se encuentran sin problemas son el pecorino y el fiore sardo. Este último está especialmente bueno, tan seco que se desmenuza y con un ligero toque ahumado. Hay más variedades de quesos sardos, pero estos dos son especialmente recomendables.
Pane carasau
Este pan, muy fino y crujiente, se hornea dos veces hasta extraerle toda la humedad. De este modo se logra que se conserve durante meses. Se puede comer solo, como acompañamiento o mojado en cualquier salsa. También existe el pane guttiau, que es un pane carasau con aceite de oliva, sal y, ocasionalmente, alguna hierba aromática como el romero. Este tipo de pan, por su larga duración, es perfecto para llevárselo a casa de recuerdo. Lo venden en absolutamente todas las tiendas de recuerdos, panaderías y supermercados de Cerdeña.
El pane carasau sirve como base para elaborar el pane frattau. En esta receta, el pane carasau se remoja en caldo y se sirve con salsa de tomate, queso y un huevo frito. No tuvimos ocasión de probarlo, pero estamos seguros que está riquísimo.
Seadas
Las seadas o sebadas son el postre más típico de la gastronomía sarda. Consisten en dos obleas de pasta rellenas de queso y limón que se fríen en abundante aceite y se sirven calientes acompañadas de miel, azúcar o limón. En los restaurantes las encontraréis en la carta de postres. También las venden, congeladas o frescas, en los supermercados, para freírlas en casa. Están deliciosas, no dejéis de probarlas.
Amaretti
De los muchos dulces que encontraréis en Cerdeña, no todos son típicos de la isla. Estas galletas elaboradas a base de almendra, azúcar y clara de huevo se consumen en toda Italia y están riquísimas.
Turrón de Tonara
Este turrón, típico de Tonara, tiene un cierto parecido con los turrones que se elaboran en España, aunque es blando y tiene una textura similar al merengue. Se elabora con miel, nueces, almendras y clara de huevo.
Sospiri
Estas bolas elaboradas a base de pasta de almendras tiene una textura y un sabor como el del mazapán. Se venden de distintos sabores y variedades: limón, naranja, mirto o chocolate son las más habituales. Las de limón nos encantaron. Además, son perfectas para regalar.
Mostaccioli
Los mostaccioli de Oristano son una variación de la receta clásica de estos dulces en forma de rombo. Aromatizados con canela y limón y cubiertos con una fina capa de glaseado, están tan buenos que los compramos un par de veces. Fueron el acompañamiento ideal para el café matutino.
Pan’e e saba
Este dulce lo hemos visto escrito de diferentes formas: pan di sapa, pane e sapa, pan’e e saba… Todos estos nombres se refieren a lo mismo. Se trata de un pan dulce elaborado con jarabe o sirope de mosto cocido. Suele llevar también nueces, almendras y pasas.
Aunque nos quedó mucho por probar, quedamos encantados con la gastronomía sarda. ¡Es imposible resistirse a todas estas delicias!
[…] no es una sopa, sino una especie de lasaña absolutamente deliciosa. En este post dedicado a la gastronomía sarda os contamos más al […]