En el Parque Nacional de los Picos de Europa aguardan paisajes impresionantes a la espera de ser descubiertos. Numerosas rutas de senderismo permiten adentrarse en él y disfrutar al máximo de la visita. Una de las más bonitas es la de los Puertos de Áliva, cuyo punto de partida es el teleférico de Fuente Dé. Se trata de un recorrido precioso que os recomendamos totalmente. A continuación os contamos todo lo que necesitáis saber sobre esta excursión.
Cómo llegar a Fuente Dé
Para llegar al teleférico de Fuente Dé hay que tomar la carretera CA-185 que sale de Potes. Esta carretera termina en el teleférico, así que no tiene pérdida. Calculad aproximadamente 30 minutos para recorrer los 22 km que separan Potes de Fuente Dé. La CA-185 recorre el valle de Camaleño y va paralela al río Deva.
El paisaje es precioso y por el camino encontraréis muchos lugares interesantes para visitar. Podéis echar un vistazo a los posts que dedicamos al monasterio de Santo Toribio de Liébana, a Mogrovejo y la ruta Bajo los Picos, o a Potes por si vais a estar unos días por esta zona y os apetece conocerla un poco más.
El teleférico de Fuente Dé
Aunque en la actualidad tiene un uso exclusivamente turístico, los orígenes del teleférico de Fuente Dé están relacionados con otra actividad muy distinta: la minería. A mitades del siglo XIX se descubrió un yacimiento de zinc en la zona. El mineral extraído debía ser transportado hasta Fuente Dé mediante carros tirados por bueyes a través de un peligroso sendero que salvaba los más de 900 metros de desnivel. En el año 1903 la compañía encargada de la explotación de la mina instaló un cable para facilitar esa tarea. Más tarde, en la década de 1960, surgió el proyecto definitivo para la construcción del teleférico actual, que entró en funcionamiento en 1966.
Gracias a esta obra de ingeniería, hoy en día se puede ir de la estación inferior del teleférico hasta la superior, llamada El Cable, en menos de 4 minutos. La cabina del teleférico puede transportar a 20 pasajeros en cada viaje y está permitido el acceso de mascotas y de bicicletas. En la página web oficial del teleférico de Fuente Dé podéis consultar las condiciones de acceso, horarios y tarifas actualizadas.
Además de una gran zona de aparcamiento, en las instalaciones encontrareis dos cafeterías/restaurantes (una en cada estación), aseos y una tienda de regalos. Podéis comprar vuestras entradas directamente en las taquillas de la estación inferior, pero también podéis adquirirlas online por si os queréis asegurar una plaza en los días más concurridos de la temporada alta.
Puertos de Áliva: una ruta preciosa por los Picos de Europa
Desde Fuente Dé es posible realizar un buen número de rutas de senderismo de distintos niveles de dificultad. En nuestro caso, nos decantamos por la ruta de los Puertos de Áliva. El recorrido va de la estación superior del teleférico, llamada El Cable, hasta Fuente Dé. El ascenso se realiza en teleférico, ahorrándonos la extenuante subida. Es una ruta larga (14,5 km) pero fácil, ya que todo el recorrido es de descenso.
El sendero (PR-PNPE-24) está perfectamente señalizado con unas marcas blancas y amarillas. La mayor parte del recorrido se realiza por pistas anchas y cómodas por las que los ganaderos de la zona circulan en 4×4. Antes de comenzar la caminata, no os olvidéis de asomaros al mirador de El Cable. Las vistas desde allí son realmente espectaculares.
Un Chalet Real en mitad de la montaña
Al poco rato de echar a andar nos encontramos con los primeros caballos que veremos en esta ruta. También nos cruzaremos con rebecos, vacas, ovejas y burros, aunque son los buitres los que despiertan el interés de todos los excursionistas que hacemos la ruta de los Puertos de Áliva. También vemos varios perros pastores que andan sueltos por ahí. Recordad que estos animales están “trabajando” y la mayoría no han sido educados como mascotas, así que no os acerquéis más de la cuenta.
A medida que avanzamos vamos dejando atrás varios puntos de interés que encontraremos a lo largo de esta ruta. Uno de ellos es la Fuente de Resalau, donde podéis aprovechar para rellenar vuestras botellas con un agua fresca y deliciosa. La fuente se encuentra muy cerca del Chalet Real, una casa que parece un poco fuera de lugar en este entorno natural. Luego descubriremos que se construyó en 1912 y que en ella se alojó el rey Alfonso XIII para disfrutar de una de sus grandes aficiones: la caza.
Un alojamiento en un entorno magnífico
A poca distancia del Chalet Real se localiza el Hotel Áliva. Este establecimiento hotelero ofrece la posibilidad de pasar la noche en este lugar privilegiado. También es un buen sitio para detenerse a comer algo, ya que cuenta con cafetería y restaurante. Para los que no tengáis ganas de realizar la ruta de los Puertos de Áliva al completo, una buena opción es llegar hasta el hotel y luego desandar el camino, tomando después el funicular para regresar a Fuente Dé.
Precisamente es a pocos metros antes del llegar al hotel, entre unas formaciones rocosas, donde vemos una enorme bandada de buitres. Están devorando lo que parecen ser los restos de una vaca muerta. Nunca antes habíamos visto tantos buitres juntos, ni tan de cerca. Es una imagen realmente impresionante. Aunque las fotos que hicimos salieron todas borrosas o desenfocadas, se trata de un recuerdo que guardaremos para siempre.
El tramo final del recorrido
Seguimos adelante y llegamos a la Fuente de los Asturianos. Junto a ella discurre un pequeño riachuelo y es un rincón ideal para sentarse un rato a descansar y reponer fuerzas. No muy lejos cruzamos el paso canadiense de la Portilla del Boquejón y, unos metros más allá, nos encontramos con un cruce de caminos.
Es importante señalar que para completar la ruta de los Puertos de Áliva hay dos opciones. Una de ellas consiste en continuar adelante por la misma pista en la que nos encontramos. El camino lleva hasta Espinama y, una vez se llega a la pequeña población, hay que continuar por la carretera hasta Fuente Dé. La otra opción, que a nuestro parecer es mucho mejor, consiste en tomar el desvío que lleva directamente hasta Fuente Dé atravesando un bonito bosque de hayas y robles. Antiguamente solo existía la primera opción, pero finalmente se habilitó este nuevo tramo del recorrido y en la actualidad es la opción más recomendada.
De regreso a Fuente Dé
Esta última parte de la ruta es realmente bonita. El bosque es precioso y, en días calurosos, supone un alivio encontrar algo de sombra. Tened en cuenta que, hasta el momento de adentrarse en el bosque, toda la ruta de los Puertos de Áliva carece de sombra bajo la que resguardarse de sombra. Os recomendamos llevar gorra y usar protector solar.
Finalmente abandonamos el bosque y alcanzamos a ver al fondo de un prado el funicular de Fuente Dé y el resto de instalaciones turísticas que hay a su alrededor. Hemos terminado esta bonita ruta, una de las muchas que ofrecen los Picos de Europa. Nos parece una opción muy recomendable y estamos seguros de que a vosotros os gustará tanto como a nosotros.