Las Vegas nunca para y por la noche su actividad parece multiplicarse. Entre todas las cosas que ofrece, quizá lo mejor sea el espectáculo llamado Fremont Street Experience. Sin duda, es una ciudad perfecta para noctámbulos.
Las Vegas de noche
Cuando el sol se pone es cuando Las Vegas alcanza su máximo esplendor. A medida que la luz del sol se desvanece, los neones de colores se encargan de iluminar la ciudad. Es entonces cuando ese aire más familiar que tiene durante el día se empieza a desdibujar, dando paso a ese lado más desenfrenado que la ha hecho famosa en el mundo entero.
No obstante, aún es posible encontrar diversiones aptas para todas las edades. Desde luego, Las Vegas merece ser vista de noche, con su derroche de luz y color. A continuación hacemos un repaso a las visitas imprescindibles para disfrutar de ella con nocturnidad y alevosía.
Downtown Las Vegas
Aunque el Downtown de Las Vegas se puede disfrutar a cualquier hora del día, es por la noche cuando merece realmente la pena acercarse a conocerlo.
En esta zona de la ciudad es donde empezó todo. Situado al norte del Strip, es el centro histórico de Las Vegas. Aquí están los casinos más antiguos de la ciudad, como el Golden Nugget, el Four Queens, el Binion’s o el Fremont.
En el Downtown todo gira en torno a Fremont Street, que es el centro neurálgico del entretenimiento en esta parte de la ciudad.
Aunque esta zona se ha recuperado de la degradación en la que había caído, sigue siendo una parte bastante insegura de la ciudad. Se recomienda limitarse únicamente a Fremont Street y no aventurarse a explorar los alrededores. Lo mismo podría decirse del Strip: conviene no apartarse de la zona más turística, especialmente de noche.
Fremont Street Experience
En el tramo de Fremont Street en el que se concentran los casinos más míticos y antiguos de la ciudad tiene lugar cada noche un espectáculo de luz y sonido inigualable.
La calle peatonal se ha rebautizado con el nombre de Fremont Street Experience. Está cubierta por un techo abovedado que en realidad es una gigantesca pantalla de LED de 600 metros de longitud. Desde que anochece se puede disfrutar del espectáculo musical totalmente gratuito llamado Viva Vision Light Show. Tiene una duración de unos seis minutos y se repite cada hora hasta la medianoche (o la una de la madrugada en verano).
Sin duda merece totalmente la pena acercarse hasta aquí para vivirlo en persona. Cuando llega la hora del espectáculo todas las luces de la calle se apagan de repente, incluso los neones de los casinos. La expectación es total y se hace el silencio. Y entonces empieza el show. En la pantalla gigante se proyectan imágenes a todo color mientras por los cientos de altavoces suena la música a todo volumen. La música elegida varía, se puede consultar el calendario para elegir la representación que más os guste. En nuestro caso nos tocó Queen, el grupo favorito de César (que disfrutó un montón).
Mucho más que ver en Fremont Street
Fremont Street ofrece mucho más al visitante. Los casinos se intercalan con tiendas de souvenirs, y a según qué horas del día está tan lleno de gente que apenas se puede ni caminar.
Los letreros de neón y sus miles de bombillas están encendidos día y noche, de manera que llega un punto en que uno ya no sabe ni que hora del día es.
Por la calle también hay escenarios en los que se ofrecen conciertos gratuitos. Los más atrevidos pueden disfrutar con la Slotzilla Zip Line. Se trata de una tirolina que recorre toda la calle y permite deslizarse por encima de las cabezas de los que pasean tranquilamente por debajo.
Por supuesto tampoco puede faltar la visita a los casinos. Aunque solo sea para curiosear y contemplar a la gente peculiar que hay por allí. Y quién sabe, ¡igual ganáis unos cuantos dólares!.
El Strip de noche
Pasear por el Strip de noche es imprescindible en cualquier viaje a Las Vegas. El despliegue de luz y color es exagerado. En algunos momentos resulta incluso excesivo. Pero merece la pena vivirlo, sin lugar a dudas.
Además del colorido propio de cada hotel, hay que acercarse a contemplar algunos espectáculos gratuitos que son más bonitos por la noche.
El hotel Paris es otro de los que por la noche es mejor incluso que por el día. Si optáis por subir a la torre Eiffel, hacerlo por la noche tiene el plus añadido de ofrecer unas vistas inmejorables de las fuentes del Bellagio, que está justo enfrente. Tampoco son nada desdeñables las vistas panorámicas al Strip totalmente iluminado por las luces de neón. Otro mirador estupendo para contemplar Las Vegas de noche es el hotel Stratosphere.
Las fuentes del Bellagio
El espectáculo de agua, luz y sonido que ha hecho famoso al hotel Bellagio se disfruta más de noche que de día. Los chorros de agua que se acompasan al ritmo de la música están iluminados por potentes focos de luz. Es un espectáculo bastante breve (la duración varía en cada función) pero se repite cada 15 minutos entre las ocho de la tarde y la medianoche, por si queréis repetir.
En nuestro caso no nos fue posible disfrutar de una vista frontal de las fuentes. Estaba todo tan lleno de gente que nos tuvimos que conformar con verlo desde un lateral. Fue una lástima, pero aún así es una de las cosas imprescindibles que ver en Las Vegas.
Nuestra impresión general sobre Las Vegas
Una ciudad sin alma
Una vez finalizada nuestra breve estancia en Las Vegas, debemos decir que al contrario que a mucha otra gente que ha visitado la ciudad, a nosotros Las Vegas no nos gustó. Eso no quiere decir que no merezca ser incluida en cualquier ruta por esta parte del país ni que nos arrepintamos de haberla visitado. Sin duda forma parte de los imprescindibles que ver en un viaje a Estados Unidos.
Las Vegas ofrece una gran variedad de entretenimientos (espectáculos variados, conciertos, montones de tiendas para ir de compras y casinos en los que jugar un poco) y sus famosos hoteles ofrecen algo interesante a cualquier hora del día o de la noche. Sin embargo, si sois personas más bien tranquilas y a las que no os atraen este tipo de entretenimientos, entonces quizá os suceda lo mismo que a nosotros y no lleguéis a disfrutarla del todo.
Es una ciudad muy ajetreada, con un tráfico espantoso, con mucho ruido y demasiadas luces chillonas, centrada en el consumismo desenfrenado y donde todo parece un decorado de cartón piedra. En definitiva, no deja de ser una especie de parque temático a escala gigantesca.
No es oro todo lo que reluce
Las Vegas se vende como una ciudad lujosa, pero a nosotros nos pareció terriblemente vulgar, obscena, ostentosa y de mal gusto. A la que sales del Strip (e incluso sin salir) ves la miseria que envuelve la ciudad, con mendigos en la calle y borrachos durmiendo en las paradas de autobús. El aura de glamour en la que se envuelve se desvanece enseguida y te das cuenta que no es más que un decorado de cine, totalmente vacío de contenido.
Lo único que se puede hacer es ir de hotel en hotel y de tienda en tienda. Y si no os gustan este tipo de cosas… entonces no es el lugar más indicado para vosotros. Tampoco es que fuera algo distinto a lo que esperábamos, la verdad es que en ese sentido no nos defraudó.
Hay que ver para creer
La sensación general que a nosotros nos dejó la ciudad es la de que todo es falso, una gran mentira. Y aún así, realmente Las Vegas no decepciona porque te ofrece exactamente lo que te promete, ni más ni menos. Aunque penséis que la ciudad no es para vosotros, merece que le deis una oportunidad. Aunque pueda parecer una contradicción por nuestra parte, Las Vegas merece una visita y a pesar de todo lo que tiene de malo, no deja de ser tremendamente fascinante y un lugar único e inimitable.