La Bretaña cuenta con kilómetros y kilómetros de costa que explorar. Pero uno de los tramos más especiales es la llamada Costa de Granito Rosa (Côte de Granit Rose en francés). Entre las poblaciones de Perros-Guirec y Trégastel unas peculiares formaciones rocosas dan forma a uno de los rincones más bonitos de esta región francesa. Si no disponéis de mucho tiempo y solo podéis hacer una breve parada, como fue nuestro caso, lo más probable es que acabéis en el punto más conocido y fotogénico de todos: el faro de Men Ruz, en Ploumanac’h. Pero la Costa de Granito Rosa es mucho más y seguro que merece la pena dedicar unos días a conocerla en profundidad.
Maison du Littoral: el punto de partida perfecto para conocer la Costa de Granito Rosa
Nuestra breve visita a la Costa de Granito Rosa empieza en la Maison du Littoral, en Ploumanac’h. Llegamos al pequeño núcleo urbano y encontramos fácilmente aparcamiento gratuito en una de las calles cercanas al inicio del Chemin du Phare. Este sendero es el que os llevará al faro de Men Ruz y al centro de información turística de la Maison du Littoral. Desde donde aparcamos hasta el faro hay apenas 600 metros que se recorren por un agradable camino. Empezamos a ver algunas de las peculiares rocas que dan fama a este lugar. Si no tenéis ganas de caminar encontraréis un parking de pago algo más cerca, el acceso se encuentra al inicio del sendero.
Como el resto de casas que hemos encontrado por el camino, la Maison du Littoral está construida de tal manera que se funde perfectamente con el paisaje. Rodeada de enormes bloques redondeados de granito, alberga algunas exposiciones con información sobre la Costa de Granito Rosa. Allí aprenderéis que el color rosado de estas rocas de granito se debe a uno de sus componentes, el feldespato. Hace 300 millones de años el magma de las profundidades de la Tierra ascendió y se enfrío muy lentamente, formando grandes cristales de granito. Por las grietas que aparecieron de forma natural durante el proceso de cristalización, el agua se fue filtrando durante millones de años, creando estos bloques de forma redondeada que han ido quedando expuestos a medida que la corteza terrestre se ha ido erosionando.
El Sendero de los Aduaneros
Para contemplar las mejores vistas de la Costa de Granito Rosa no hay nada mejor que recorrer un tramo del conocido como Sendero de los Aduaneros (Sentier des Douaniers en francés). Forma parte del sendero de gran recorrido GR34 y se conoce con este nombre por los aduaneros que tenían la misión de patrullar este tramo de costa. A principios del siglo XIX se había establecido un bloqueo comercial a cualquier producto proveniente de Inglaterra o sus aliados. Se establecieron puestos de vigilancia y los aduaneros se dedicaban a patrullar por la costa atentos al desembarco de mercancía de contrabando.
Una buena idea es regresar a Ploumanac’h por el tramo de sendero que lleva hasta la playa de Saint Guirec. Así no se repite el mismo recorrido que a la ida y se puede disfrutar del increíble paisaje. Las aguas cristalinas de color turquesa, las pequeñas calas rocosas, las playas de fina arena blanca y las caprichosas formas de las rocas hacen de la Costa de Granito Rosa un lugar espectacular. Y todo esto sin perder de vista la landa, con sus arbustos floridos y sus docenas de aves.
Sin duda es uno de los rincones más espectaculares de toda la costa bretona. Un espectáculo de la naturaleza como la Costa de Granito Rosa merece un lugar destacado en nuestra lista de imprescindibles a incluir en cualquier ruta por la Bretaña.
Magníficas fotografías. Me encantan.
¡Muchísimas gracias!
[…] miles de años, ha ido adquiriendo unas formas redondeadas de lo más peculiares. Nos recuerda a la Costa de Granito Rosa, en la Bretaña francesa, a pesar de la diferencia en el color de las […]