Apodada «la perla de los Dolomitas«, Cortina d’Ampezzo es un destino turístico de primer nivel y una población de paso obligado para los que se acercan a descubrir los Dolomitas Septentrionales. Se engloba dentro del Parque Natural de los Dolomitas de Ampezzo, cuya página web podéis consultar aquí. Aunque el principal aliciente de Cortina es su impresionante entorno natural, dar un paseo por su pequeño centro urbano es también recomendable.
Su amplia oferta en lo que a alojamiento se refiere hace que muchos visitantes hagan de Cortina su base de operaciones durante su estancia en la zona. Este fue precisamente nuestro caso, ya que nos alojamos durante tres noches en el Camping Rochetta, situado a las afueras de la población. Con una localización tan buena, Cortina d’Ampezzo nos vino de maravilla para hacer excursiones como la de Tre Cime di Lavaredo o el lago de Sorapis, además de para visitar Dobbiaco o el lago di Braies.
Un paraíso para practicar el esquí en invierno
Cortina d’Ampezzo es uno de los enclaves turísticos más conocidos de los Alpes. Se hizo mundialmente famosa al albergar los Juegos Olímpicos de Invierno de 1956, pero anteriormente ya era bien conocida y muy frecuentada por los amantes de los deportes de invierno más adinerados de Europa. Además de reunir a lo mejorcito de la jet set de la época, Cortina también se convirtió en un plató de cine al aire libre, ya que se rodaron muchas películas aprovechando la belleza del paisaje.
En invierno Cortina se convierte en un gran resort de esquí, con unas pistas de primera calidad. Si sois amantes de la nieve y queréis más información al respecto, podéis consultar aquí. El resto del año es ideal para el senderismo o la bici de montaña, con numerosas rutas disponibles. También hay varias vías ferratas para los más atrevidos.
De paseo por Cortina d’Ampezzo
Aparcar gratis en Cortina d’Ampezzo es prácticamente imposible, casi todo es zona azul. Es una de las consecuencias derivadas de ser un destino turístico tan popular. El tráfico a según qué horas puede ser horrible, con atascos y la policía municipal regulándolo. Parece mentira que en un pueblecito de montaña como este sea tan complicado circular en coche.
Lo mejor es comenzar la visita a Cortina por su Oficina de Turismo, situada en Corso Italia 81. Precisamente Corso Italia es la principal calle comercial de la población. Hay tiendas de material deportivo, de ropa y calzado, joyerías, relojerías, etc. Las marcas más exclusivas se codean con otras más asequibles, pero en general Cortina d’Ampezzo es una población bastante cara.
Unos grandes almacenes inaugurados en 1893 son un buen sitio en el que hacer algunas compras. Se trata de La Cooperativa di Cortina. Cuenta con una sección de souvenirs y recuerdos de mejor calidad que los que venden en otras tiendas, así que vale la pena entrar aunque solo sea para curiosear un poco.
Varios museos interesantes en Cortina d’Ampezzo
En Corso Italia también se encuentra la Basílica dei Santi Filippo e Giacomo, del siglo XVIII, con su bonito campanario exento. Un poco más allá tenéis uno de los edificios más significativos de Cortina d’Ampezzo. Se trata de Ciasa de ra Regoles, que data de 1827 y alberga el Museo d’Arte Moderna Mario Rimoldi. Otros dos museos completan la oferta cultural de Cortina: el Museo Paleontológico Rinaldo Zardini y el Museo Etnográfico Regole d’Ampezzo.
Poco más os podemos contar sobre Cortina d’Ampezzo. Es una población pequeñita y con encanto, pero es su enclave privilegiado lo que realmente atrae a miles de personas cada año. Como tarde o temprano terminaréis pasando por aquí durante vuestro viaje por los Dolomitas, aprovechad la oportunidad de hacer una breve parada en Cortina.