Cómo moverse por Los Angeles sin morir en el intento

Los Angeles es una ciudad gigantesca. Se extiende durante kilómetros y kilómetros y parece no tener fin. Durante nuestro viaje en septiembre de 2012 alquilamos un coche, que a nosotros nos pareció una opción bastante práctica para ir de un lado a otro en una ciudad que parece creada para los coches en vez de para las personas. A continuación os hablaremos sobre cómo moverse por Los Angeles para sacarle el máximo partido a la ciudad.

Evidentemente, se hace imprescindible contar con un GPS. Pero aparte de los consabidos atascos, no es difícil moverse en coche por allí. Tampoco nos costó demasiado encontrar aparcamiento, aunque algunas veces hubo que pagar para dejar el coche en un parking municipal.

Os vamos a contar cuál fue nuestra experiencia para que os hagáis una idea de lo que os podéis encontrar una vez lleguéis allí.

Dejando a un lado el tema de la conducción de un coche automático (que es facilísimo, por cierto, y que tratamos en este otro post), el principal miedo que teníamos era saber movernos por la maraña de carreteras y autopistas del área urbana de Los Angeles. Por eso alquilamos un coche con GPS. Fue nuestro pequeño ángel de la guarda e hizo que no tuvieramos ningún problema de importancia.

El otro problema con el que contábamos es que solo uno de nosotros dos tiene carnet de conducir (ese es César) aunque no le gusta nada eso de coger el coche, y se pone muy nervioso (por decirlo suavemente) con el tráfico.

El otro aspecto que nos causaba cierta inquietud era el tema del aparcamiento. No teníamos muy claro si iba a ser complicado encontrar lugares para aparcar, especialmente en el centro.

Nosotros somos de esa clase de gente a la que le gusta ir andando a los sitios siempre que sea posible. Estamos absolutamente convencidos de que es la mejor forma de conocer el lugar donde uno se encuentra. Nos gusta callejear y perdernos por los rincones. Obviamente, esto en Los Angeles es un poco más complicado que en Nueva York, por ejemplo. Si no se puede ir andando, entonces nuestra siguiente opción es el transporte público. Y como último recurso, entonces cogemos el coche.

Descubriendo el metro de Los Angeles

Teniendo en cuenta la ubicación del motel donde nos alojábamos (en el 904 de South Alvarado Street) era obvio que necesitábamos algún transporte para movernos. Al tener cerca una parada del metro, y al no querer tener que aparcar en pleno Downtown, decidimos utilizarlo para nuestra visita a esa parte de la ciudad. Tenemos que decir que fue una decisión excelente.

El metro de Los Angeles nos pareció estupendo: limpio, bastante nuevo y eficiente. Nada que ver con el submundo que representa el metro de Nueva York. Cogimos la línea roja en la estación de Westlake/MacArthur Park y nos bajamos en Union Station. De esta forma pudimos pasear por todo el centro sin tener que preocuparnos por el coche. Así que por nuestra parte no podemos hacer otra cosa más que recomendaros que utilicéis el metro cuando os sea posible. Os ahorraréis atascos, semáforos y quebraderos de cabeza con respecto al aparcamiento. Más información sobre el metro de Los Angeles en su web oficial.

El metro de Los Angeles nos sorprendió muy gratamente.
El metro de Los Angeles nos sorprendió muy gratamente.

La bicicleta: otra forma de moverse por Los Angeles

En Los Angeles también hay una estupenda red de autobuses. Nosotros no llegamos a coger ninguno. Entre el autobús y el coche particular, nos pareció que la segunda opción era más práctica y rápida. Lo que sí que nos llamó la atención de algunos autobuses es que llevan delante un portabicis para que los usuarios con bicicleta no tengan que subirlas al interior del vehículo.

En bici por Los Angeles

También existe una buena red de carriles bici. Esa podría ser otra buena forma de moverse por Los Angeles: con una combinación de bicicleta y autobús. Todo sería cuestión de probarlo.

La ciudad ofrece muchas opciones para los que prefieren desplazarse en bici.
La ciudad ofrece muchas opciones para los que prefieren desplazarse en bici.

Los Angeles en bicicleta

Aparcar gratis en Los Angeles es posible

Excepto para ir al Downtown, el resto de desplazamientos los hicimos en coche. En la zona de Rodeo Drive dejamos el coche en un aparcamiento público de pago de North Beverly Dr., casi en la esquina con Santa Monica Blvd. Al ofrecer las dos primeras horas gratis, no tuvimos que pagar absolutamente nada.

En Hollywood Boulevard, para ir a ver el Paseo de la Fama, dejamos el coche en el parking del centro comercial Hollywood & Highland. Como no estuvimos mucho rato solo nos costó 5 dólares. Tened en cuenta que justo allí mismo hay una parada de metro de la Red Line, así que se puede llegar fácilmente sin necesidad de conducir.

Y cuando nos acercamos a La Brea Tar Pits, nos arriesgamos a dejar el coche en el aparcamiento gratuito de una tienda cercana (después de hacer una compra, claro) porque sabíamos que no íbamos a tardar demasiado rato en volver.

En cuanto a Santa Monica, nuevamente utilizamos un parking municipal que ofrecía las dos primeras horas gratis. En Venice, no obstante, tuvimos que pagar 5 dólares por dejar el coche en un aparcamiento en la playa.

Si decidís aparcar en la calle, fijaos bien en los carteles y en si el bordillo está pintado de algún color. Y seguid las normas a rajatabla si no queréis que os pongan una multa y que os retire el coche la grúa, que allí no se andan con chiquitas con estos temas.

Los temibles atascos de tráfico

En cuanto a las famosas autopistas de tropecientos carriles y sus temidos atascos: sí, las autopistas son enormes; y sí, os podéis encontrar atascos monumentales. Evidentemente eso hace que moverse por Los Angeles pueda ser una tortura, así que mejor que tengáis paciencia.

Conducir por Los Angeles

A nosotros nos pasó entrando en Los Angeles procedentes de Barstow, en Arizona. Al parecer el atasco se debía a un accidente, y sufrimos en nuestras carnes la experiencia de ver todos esos coches avanzando a paso de tortuga.

Conducir por Los Angeles

Para sacar el máximo partido a las autopistas no está de más usar siempre que sea posible el carril habilitado para los vehículos con dos o más ocupantes. Es el carril izquierdo y está señalizado como «car-pool lane» o «HOV lane» (High-Occupancy Vehicle). Este carril va acompañado del símbolo de un rombo. Os ahorraréis mucho tiempo en atascos.


En general, nuestra experiencia al volante en Los Angeles fue bastante positiva y no tan temible como creíamos. Y el metro nos dejó una muy buena impresión y nos pareció una alternativa excelente al vehículo privado en muchos casos. Así que no dudéis en lanzaros a la carretera para conocer Los Angeles, que ofrece mucho más de lo que parece.

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