La pequeña y tranquila población de Brunico (Bruneck en alemán) es la capital de Val Pusteria (Pusertal). Al igual que en la cercana Bressanone (Brixen), aquí el alemán es el idioma más hablado por sus habitantes. Brunico cuenta con un centro histórico pequeñito y muy bonito, pero lo que a nosotros nos pareció más interesante es el magnífico museo etnográfico Museo degli usi e costumi. Si hay un museo en todos los Dolomitas que merece la pena visitar, sin duda es este. Os contamos más sobre Brunico y este increíble museo o continuación.
Un paseo por el centro histórico de Brunico
Accedemos al centro histórico de Brunico a través de la Puerta de las Ursulinas, uno de los antiguos accesos medievales a la ciudad. A su lado se encuentra la iglesia de las Ursulinas, que data del siglo XV y es de estilo gótico.
La Puerta de las Ursulinas conduce directamente a la calle principal de Brunico: Via Centrale o Stadtgasse. Es una calle muy agradable llena de tiendas, cafeterías y restaurantes. Entramos a curiosear en algunas de esas tiendas y en Tito Speck nos aguarda una sorpresa en forma de sótano del que cuelgan jamones y salamis que tienen un aspecto delicioso.
Al llegar al extremo final de Via Centrale atravesamos otra de las puertas de acceso medievales, la llamada Porta Bruno o Brunotor. Al igual que la Puerta de las Ursulinas, unos frescos decoran las paredes.
El rincón más bonito de Brunico
Uno de los rincones que más nos gustó de Brunico fue Via Ragen di Sopra, la calle que comienza a continuación de Porta Bruno. El bonito palacio Sternbach se levanta al final de la calle, que aquí es más ancha y forma una especie de agradable placita ideal para sentarse a tomar algo. Más al fondo despuntan los dos campanarios de la iglesia parroquial de Santa Maria Assunta.
En lo alto de una pequeña colina se encuentra el castillo de Brunico. Se accede fácilmente desde el centro de Brunico (encontraréis las indicaciones nada más cruzar Porta Bruno). El castillo, que no visitamos por falta de tiempo, alberga una de las varias sedes (otra de ellas está en Bolzano) del Messner Mountain Museum, el MMM Ripa. Fundado por el mítico alpinista Reinhold Messner, esta serie de museos están dedicados por completo a todo lo que tiene relación con el montañismo.
Toca regresar al lugar donde hemos aparcado el coche. En vez de volver por el mismo sitio por donde hemos venido (Via Centrale), optamos por dar un rodeo. Vamos dando un agradable paseo junto al río Rienza por la Passegiata Tielt. Desde allí tenemos unas buenas vistas del campanario en forma de bulbo de la iglesia de Santa Caterina, situada al pie de la colina del castillo.
Terminamos nuestro recorrido por Brunico en la animada calle Bastioni, donde hay otra de las puertas de entrada medievales al centro de la ciudad, en este caso la llamada Porta San Floriano. Tras recuperar nuestro coche del parking público (de pago) de Piazza Municipio donde lo habíamos dejado, nos dirigimos a nuestra siguiente visita.
Un impresionante museo etnográfico a las afueras de Brunico
El Museo degli usi e costumi (Volkskundemuseum) es un museo al aire libre que no dudamos en calificar como una auténtica maravilla. Si os gustan este tipo de museos (a nosotros nos encantan), no os podéis perder la visita porque es de los mejores que hemos visto nunca.
Consta de un gran edificio principal y otros más pequeños, además de varias granjas y viviendas tradicionales totalmente amuebladas que os permitirán haceros una idea de cómo era la vida en esta región hasta no hace tantos años. La visita os permitirá acceder a la mayoría de viviendas, graneros, almacenes y otras edificaciones dedicadas a varios oficios, como un aserradero, un telar, un molino o una herrería. Incluso hay una pequeña capilla.
Se exponen carros, todo tipo de herramientas y aperos de labranza, y los más variados objetos de uso cotidiano. Todo ello en un precioso espacio ajardinado a rebosar de flores y con algunos animales de granja como gallinas y burros. Hicimos un millón de fotos, aunque por razones obvias en este post tan solo os podemos mostrar unas cuantas. La visita es libre, así que podéis dedicar tanto rato como queráis a explorar todo el recinto del museo.
En el interior del edificio principal aguardan más sorpresas. No solo hay una reproducción de una antigua consulta médica, sino que se pueden recorrer varias estancias de una vivienda noble, como la cocina, un elegante salón, un bonito dormitorio infantil y otra capilla. Todo ello está decorado con muebles de época y objetos decorativos preciosos.
Con la visita a este magnífico museo damos por finalizada la visita a Brunico. A pesar de no tener grandes expectativas antes de conocerla, la verdad es que esta pequeña población nos terminó gustando mucho. Os aseguramos que no os decepcionará.