Muy cerca de Cagliari, al sur de Cerdeña, se encuentra el área arqueológica de Nora. Este yacimiento, situado dentro del término municipal de Pula, es uno de los más importantes de la isla. Además de aprender más sobre el pasado fenicio y romano de este rincón del Mediterráneo, Nora ofrece la posibilidad de disfrutar de unas vistas al mar espectaculares. No os olvidéis el bañador, ya que podéis completar vuestra visita con un baño en la bonita playa que hay junto al área arqueológica.
Si en su momento dejamos pasar la ocasión de visitar el área arqueológica de Tharros, cerca de Oristano, fue porque teníamos claro que no queríamos perdernos la de Nora. Os contamos más sobre nuestra visita a continuación.
Nora: un viaje al pasado de Cerdeña
La visita a Nora es muy recomendable para todos aquellos interesados por la historia y la arqueología, así como para niños y adolescentes en edad escolar que estén aprendiendo sobre este periodo histórico. En esta página web tenéis toda la información práctica para organizar vuestra visita, con precios y horarios actualizados. También hay información sobre la audioguía gratuita que os podéis descargar en el móvil y sobre las visitas guiadas que se organizan.
Para los que no les gusta eso de «ir a ver piedras», puede que la visita les resulte aburrida. Para hacerla más interesante, os recomendamos que echéis un vistazo a la página web del organismo encargado de las excavaciones y la gestión del área arqueológica de Nora. Además de contener información exhaustiva sobre todos los restos y ruinas descubiertos en Nora, podéis hacer un tour virtual en el que se recrea, en 3D, el aspecto original de la ciudad y de algunos de sus edificios más representativos.
Una ciudad de origen fenicio
La ciudad de Nora fue fundada por los fenicios en el siglo VIII a.C. Anteriormente a la llegada de los fenicios, esta región ya había sido habitada, como demuestran algunos restos nurágicos encontrados. Sin embargo, fueron los fenicios los que, viendo el potencial de esta región, fundaron aquí la próspera y rica ciudad de Nora. Su puerto se convirtió en el centro de una importante ruta comercial gracias a su magnífica localización.
Bajo las ruinas del foro romano es donde se localizan los restos de la antigua ciudad fenicia. Durante las excavaciones de la cercana necrópolis se encontraron numerosos objetos de valor, lo que demuestra que ya por aquella época Nora era una ciudad de gran importancia. También corresponden a esa época los restos de un templo dedicado a Tanit, la diosa cartaginense.
La capital romana de Cerdeña
Tras esta primera etapa fenicia y púnica, Nora pasó a manos de los romanos en el siglo III a.C. Fue bajo el dominio del Imperio romano cuando la ciudad alcanzó su máximo esplendor. Se construyeron numerosas viviendas o domus, algunas de ellas realmente espléndidas. Precisamente algunos de los restos más interesantes que se pueden ver en Nora corresponden a una de esas casas, que contaba con un atrio tetrástilo, es decir, un patio interior con cuatro columnas, y unos preciosos mosaicos.
Además, los romanos construyeron también un foro, un templo (del que se desconoce a qué deidad estaba dedicado), varias termas y un teatro romano con una capacidad total para unas 1200 personas. El teatro está muy bien conservado, aunque durante nuestra visita se estaban realizando trabajos de mejora y los obreros estaban en plena faena, por lo que no pudimos verlo bien.
El complejo termal llamado Terme a Mare era uno de los edificios más grandes de Nora. Contaba con todos los elementos propios de este tipo de construcciones: apodyterium (vestidor), solarium, frigidarium (sala con piscinas de agua fría) y caldarium (sala con piscinas de agua caliente), entre otros.
El declive de Nora
La localización privilegiada de Nora junto al mar contribuyó a su crecimiento y a su relevancia comercial, pero también fue una de las causas de su declive y desaparición, ya que su posición la hacía vulnerable a los ataques por vía marítima. El progresivo declive de Nora comenzó en el siglo V d.C. con la llegada de los Vándalos. La necesidad de defenderse continuamente de los piratas sarracenos propició finalmente su abandono definitivo. Así, en el siglo VIII d.C. los últimos habitantes de Nora se marcharon tierra adentro, estableciéndose en lugares más seguros y dejando atrás la ciudad que durante siglos fue su hogar.
Una torre defensiva española
Una de las construcciones más visibles del área arqueológica de Nora es la Torre del Coltellazzo o Torre de Sant’Efisio. Se trata de una de las muchas torres defensivas construidas durante el periodo en que Cerdeña perteneció a la Corona de Aragón. Su perfil se recorta contra el mar, dando lugar a una de las imágenes más representativas de Nora, con las ruinas romanas en primer plano y la torre en lo alto de un promontorio rocoso al fondo.
Con sus 11 metros de altura y 12 metros de diámetro, la Torre del Coltellazzo data de finales del siglo XVI. En el siglo XVIII fue fortificada y en el XIX se le añadió un faro. Aunque normalmente es posible visitarla, nosotros la encontramos temporalmente cerrada al público, así que nos tuvimos que conformar con verla de lejos. Con ella ponemos fin a nuestra visita a Nora, sin duda muy interesante y muy recomendable para los que quieran descubrir más sobre el pasado de Cerdeña.