California cuenta con algunos paisajes asombrosos. No en vano es uno de los estados con más parques nacionales de Estados Unidos. Yosemite National Park es quizá el más espectacular de todos los parques californianos. Durante nuestro paso por allí en septiembre de 2012 no dispusimos del tiempo necesario para visitarlos todos, pero sin duda Yosemite no nos defraudó. Si solo tenéis tiempo para conocer un único parque nacional durante vuestro viaje, este es el que nosotros os recomendamos.
Toda la información que necesitéis para planificar vuestra visita la podéis encontrar en la web oficial del parque. En esta página también os podéis descargar mapas del parque, aunque os darán uno en papel cuando entréis.
Llegada a Yosemite National Park
Procedentes de San Francisco, nuestra entrada al parque la hacemos por la CA-120, a través de Big Oak Flat. En nuestra ruta hacia allí atravesamos el Valle Central de California, una zona de gran riqueza agrícola. La carretera circula por entre campos de frutales y encontramos muchos puestos de venta de fruta a pie de carretera. También abundan las granjas de ganado vacuno, con sus vallas blancas y sus graneros rojos.
Pronto dejamos atrás el valle y empezamos a subir montaña arriba hasta llegar a Yosemite National Park. El parque se distribuye en torno al Yosemite Valley. Por el valle circulan las únicas carreteras transitables, encajonadas entre imponentes montañas.
Nuestro alojamiento en Curry Village
Nos vamos a alojar en el Curry Village, en unas tiendas de lona con camas de verdad. No deja de ser una versión mucho más cara (pero nada lujosa) de ir de camping.
El parque cuenta con muchas opciones de alojamiento. Todas son bastante caras en temporada alta, pero siempre están los pueblos cercanos. Allí también es posible encontrar algún lugar donde quedarse. Nosotros elegimos el Curry Village porque queremos estar dentro del parque y en contacto directo con la naturaleza.
En las inmediaciones del camping vemos a varios ciervos pastando, y a punto estamos de atropellar a uno que cruza a escasos centímetros del coche. Pronto nos damos cuenta de que estar tan en contacto con la naturaleza tiene sus ventajas, pero también sus inconvenientes.
Por ejemplo, está el tema de los osos. Nosotros no tendremos la suerte de llegar a ver ninguno durante nuestro viaje, pero son muy comunes por aquí y las normas son muy estrictas en ese sentido. Frente a cada tienda de lona hay una caja metálica donde dejar cualquier alimento y producto de higiene que tenga olor. Está terminantemente prohibido dejar nada parecido dentro de las tiendas o dentro de los coches, ya que atraen a los osos y eso supone un gran peligro para todos.
Tampoco se puede cocinar en las tiendas, por lo que cada noche haremos uso de una zona de picnic que hay frente al supermercado del camping. Allí también hay carteles avisando de que no deben dejarse restos de comida en las mesas porque atraen a los mapaches, aunque ellos se pasean igualmente sin pudor por allí a ver si cae algo.
Una impresionante puesta de sol
De las muchas cosas que se pueden ver y hacer en Yosemite National Park, una de las más fáciles y bonitas es contemplar la puesta de sol desde Tunnel View. Se encuentra en Wawona Road y justo a la entrada del túnel hay una zona de aparcamiento en la que dejar el coche. Desde allí mismo hay unas vistas inigualables de todo el valle.
A mano izquierda se alza la mole de granito de El Capitán. A su derecha se encuentra la Bridalveil Fall. Es una bonita cascada que en esta época del año está bastante seca y por la que apenas cae un hilo de agua.
Más al fondo tenemos el Half Dome. Su cúpula de granito parece cortada por la mitad con un cuchillo. A medida que el sol se va poniendo el cielo adquiere una tonalidad rosada que lo envuelve todo en una luz especial.
De excursión hasta la Vernal Fall
Una excursión sin demasiada dificultad y muy bonita es la que lleva hasta la Vernal Fall a través del Mist Trail. Cogemos el shuttle bus gratuito que recorre todo el parque y nos bajamos en Happy Isles Bridge.
Allí empieza el sendero que irá resiguiendo el río Merced hasta la cascada. El último tramo del recorrido es el más cansado, ya que el sendero se convierte en más de 500 escalones de piedra.
Este sendero se llama Mist Trail porque cuando la cascada baja con mucha agua se forma una neblina permanente por las salpicaduras, que hace incluso que las escaleras de piedra estén húmedas y resbaladizas.
En nuestro caso no tenemos que preocuparnos por eso, porque con la poca agua que lleva la cascada no salpica nada de nada. Aunque no se seca del todo en ningún momento del año, a finales de verano la Vernal Fall no baja con demasiada agua y no resulta tan espectacular como en primavera.
Finalmente alcanzamos nuestro objetivo. En la parte superior de la cascada hay una gran explanada de roca. Está rodeada por una barandilla que permite asomarse y contemplar la caída del agua. Por aquí hay muchas ardillas que van en busca de alguien que se salte las normas y les dé algo de comer.
Desde este punto el sendero continúa hasta llegar a la Nevada Fall, pero por falta de tiempo optamos por visitar solo la Vernal Fall.
De picnic junto al río Merced
Otras cascadas muy famosas del parque, las Yosemite Falls, no llegamos a verlas. Desde la zona de aparcamiento es obvio que están completamente secas. Seguimos un poco más adelante por la carretera hasta que encontramos un buen sitio para dejar el coche y bajar a la orilla del río Merced.
Allí se forma una pequeña playa de arena gruesa ideal para tomar un picnic mientras unos patos nos acompañan y se comen todas las migas que caen al agua.
Las secuoyas gigantes de Mariposa Grove
Tampoco puede faltar una visita a Mariposa Grove para ver bien de cerca las secuoyas.
Estos magníficos árboles solo crecen en esta zona del planeta. Son los árboles más grandes del mundo y al verlos de cerca uno se siente completamente empequeñecido.
El paseo por esta zona es muy agradable, aunque puede llegar a estar demasiado lleno de gente a según qué hora del día vayáis. De entre todos los árboles, hay dos que destacan sobre el resto. Uno es el Grizzly Giant, el más grande de todos. Es impresionante a pesar de que le falta la parte superior a causa de un rayo.
El otro es una secuoya que está atravesada por un túnel y que permite pasar por su interior andando.
Disfrutando del atardecer en Glacier Point
Para terminar el día nada mejor que disfrutar de las vistas y del atardecer desde Glacier Point. Las vistas de El Capitan, el Half Dome y todo el Yosemite Valley quitan el hipo. Sin duda es uno de los lugares imprescindibles a los que acercarse.
Saliendo del parque por Tioga Road
Nuestro breve pero intenso paso por Yosemite National Park termina con la visita a Tenaya Lake. Es un fantástico lago situado junto a la carretera CA-120, que nos viene de paso en nuestro camino para salir del parque en dirección a Death Valley. Esta carretera, que se llama Tioga Road, ofrece algunos de los paisajes más hermosos del parque.
El lago es precioso, con aguas absolutamente cristalinas y no excesivamente frías. Hay varias playas de arena gruesa en las que pararse a disfrutar de las vistas y remojarse los pies. No se nos ocurre una despedida mejor para un lugar tan fascinante como Yosemite National Park.
Poco después de dejar atrás el lago hacemos una breve parada en Tuolumne Meadows. Es una zona de grandes praderas donde es fácil contemplar la fauna del parque.
En nuestro caso, y nuevamente debido a la falta de agua en esta época del año, las praderas están muy secas y no ofrecen su mejor aspecto. No nos entretenemos demasiado, y poco después estamos saliendo ya del parque a través de Tioga Pass.
Sin duda Yosemite National Park se merece que le dediquen más días, pero con nuestra breve visita pudimos conocer sus principales tesoros y logró asombrarnos con sus hermosos paisajes.
[…] Yosemite National Park […]
[…] suerte de conocer algunos de sus rincones más bonitos. Hemos visitado los parques nacionales de Yosemite, Death Valley, Zion, Grand Canyon, Olympic, Mount Rainier, Glacier, Yellowstone, Grand Teton y […]