Una de las cosas que más incertidumbre nos causó en nuestro primer viaje a Estados Unidos fue el tema de las propinas. Es bien sabido que es prácticamente obligatorio dejar propina en los restaurantes americanos. Pero a nosotros nos surgieron algunas dudas al respecto que incluso nos ocasionaron algún momento desagradable al no terminar de entender muy bien la forma correcta de actuar. Es por ese motivo que nos hemos decidido a publicar este post. Esperamos que sea de utilidad a cualquiera que, como nosotros, se enfrente por primera vez al asunto de dejar propina en Estados Unidos.
Las raíces históricas de la costumbre de dejar propina en Estados Unidos
Dejar o no dejar propina es una cuestión cultural. Hay países en los que está mal visto y se puede interpretar incluso como un insulto. Es el caso de Japón y algún otro país asiático. En muchos otros países, incluido España, la propina es algo opcional y voluntario. Se suele dejar como muestra de agradecimiento por un servicio particularmente bueno, aunque es cierto que cada vez se va imponiendo más (quizá como imitación a las costumbres americanas, que tanto calado terminan teniendo a causa del cine y la televisión).
Luego están aquellos países en que es algo considerado obligatorio. Entre ellos se encuentra Estados Unidos. Aunque en años recientes se ha abierto un debate sobre este tema, de lo que hablaremos a continuación, antes nos gustaría hacer hincapié en el por qué de las propinas en este país en concreto.
El origen racista de las propinas
El origen de esta práctica tan arraigada no es otro que el racismo y el fin de la esclavitud. Al finalizar la Guerra de Secesión y abolirse la esclavitud, la población negra fue por fin libre y pudo buscar un empleo remunerado. Ante la dificultad para acceder al mercado laboral a causa de su escasa cualificación, muchos terminaron trabajando de camareros en restaurantes que eran propiedad de ciudadanos blancos.
La costumbre de dejar propina ya estaba instaurada desde hacía un tiempo. Se había importado de la aristocracia europea, que tenía por costumbre dejar una pequeña cantidad a los sirvientes de los huéspedes con los que se alojaban. Sin embargo, al liberarse a los esclavos, los dueños de los restaurantes vieron la oportunidad de seguir teniendo empleados gratis. A cambio de recibir propinas, no se les pagaba ningún salario. A los clientes de los restaurantes ya les parecía bien dejar una propina a los camareros negros, a los que veían como inferiores suyos.
Y así siguió el asunto hasta 1939. Ese año el Congreso aprobó la primera ley sobre el salario mínimo, que permitía pagar un salario inferior a aquellos trabajadores que cobraran propinas. Desde entonces las cosas han mejorado, aunque no demasiado. El salario mínimo es tan irrisorio que en muchos casos hace que los camareros vivan por debajo del umbral de la pobreza, llegando a veces a cobrar menos de 3 dólares la hora. Por si fuera poco, el racismo aún persiste, ya que a los camareros negros o hispanos se les deja de media menos propina que a los que son blancos. ¿No os parece un tema sobre el que merece la pena pararse a reflexionar detenidamente?
Un debate social en auge
Como hemos comentado antes, en los últimos años se ha abierto un debate social acerca de la conveniencia o no de esta costumbre. Algunos restaurantes han optado por el sistema del «servicio ya incluido» y han eliminado las propinas. Para conseguirlo han subido un poco los precios y de este modo pueden pagar un salario digno a sus empleados. Se han emprendido campañas para tratar de aumentar el salario mínimo, aunque suelen toparse con la negativa de los empresarios. También hay camareros que prefieren seguir como hasta ahora. Al fin y al cabo las propinas que se cobran en efectivo no se declaran.
En cualquier caso, sea cual sea nuestra opinión personal al respecto, lo cierto es que si vamos de viaje a Estados Unidos nos va a tocar dejar propina nos guste o no. No dejar propina como símbolo de protesta no va a cambiar nada. Lo único que vamos a conseguir es que el camarero que nos ha atendido se quede sin cobrar una buena parte de su salario. Así que más vale ir mentalizados de antemano y calcular desde un principio que esa cena que estamos a punto de disfrutar en realidad es más cara de lo que dice la carta del restaurante.
Aclarando conceptos: tasas, impuestos y demás
Lo primero que hay que tener claro son algunos conceptos que nos pueden llegar a confundir. Por un lado están los impuestos, que en Estados Unidos siempre se añaden al final. Esta tasa se llama tax y sería el equivalente a nuestro IVA. Tanto en restaurantes como en tiendas y supermercados, las tasas nunca van incluidas y siempre se añaden al total una vez se va a pagar. Las tasas varían de un lugar a otro, ya que las hay municipales, estatales e incluso federales.
La propina se llama tip o gratuity. Para calcularla hay que fijarse en el total de la factura antes de aplicar los impuestos. Hay otro tipo de propina que se llama service charge. Es un cargo por servicio que ya viene incluido a veces en la factura. Así como en teoría la propina es voluntaria (aunque ya hemos visto que dejar propina en Estados Unidos es más bien una obligación), el cargo por servicio no es opcional. Se suele incluir si sois un grupo numeroso de gente (normalmente más de seis personas). En algunos restaurantes también se cobra a partir de determinada hora de la noche.
Dónde y cómo dejar propina en Estados Unidos
Primero os vamos a hablar de las cantidades habituales que se suelen dejar como propina. También os indicaremos en qué servicios se espera recibir una. A continuación os aclararemos las diferencias a la hora de dejar propina en función de si habéis pagado en efectivo o con tarjeta.
Cuando se va a un restaurante lo más habitual es dejar entre un 15 y un 25% del total. Un 15 o 20% es lo más correcto. Un 10% se deja cuando el servicio no ha sido demasiado bueno. Un 25% o más se deja cuando el servicio ha sido excepcional. No dejar propina es algo casi impensable. Solo sería admisible si el servicio ha sido atroz o ha sucedido algo que lo justifique.
En un restaurante de comida rápida o de comida para llevar no es necesario dejar propina. Aún así siempre veréis un bote junto a la caja registradora, el tip jar, donde podéis echar el cambio que os den: vuestro gesto será bien recibido. Lo mismo sucede en las cafeterías donde te sirven en la barra.
Si compráis algo de comer en un puesto callejero o de venta ambulante tampoco es necesario dejar propina. En una cafetería con servicio de mesa sí que se deja propina, nosotros solemos dejar un 10%. Si se trata de un bar, se suele dejar 1 dólar por cada copa.
Otros servicios en los que también hay que dejar propina en Estados Unidos
Además de en bares, cafeterías y restaurantes, hay otros servicios en los que también hay que dejar propina en Estados Unidos. En los taxis se suele dejar alrededor de un 10%. A los mozos de hotel se les suele dejar 1 dólar por cada maleta que nos ayuden a llevar. Para las limpiadoras de los hoteles también se suele dejar una propina. De hecho, en algunos hoteles incluso dejan un sobre para que metas el dinero dentro. Se suele dejar entre 1 y 5 dólares por noche. Lo aconsejable es hacerlo cada día en vez de al final de nuestra estancia ya que no siempre nos va a atender la misma limpiadora.
Si alguna noche pedís comida a domicilio para que os la entreguen en vuestra habitación de hotel o apartamento, también se le deja propina al repartidor. Si vais a hacer la compra al supermercado y hay uno de esos empleados que os ayuda a embolsar la compra o a meterla en el coche, también se les da propina como muestra de cortesía. Por último, los guías de tours también reciben propina. Esto se aplica especialmente a los que hacen tours gratis. Y si aprovecháis vuestro viaje a Estados Unidos para ir a la peluquería o al salón de belleza, sabed que también hay que dejar propina (un 15% es lo habitual).
Distintas formas de dejar propina en Estados Unidos
La forma de dejar propina varía en función de si el pago se realiza en efectivo o con tarjeta. Si pagáis en metálico, una vez os traen la vuelta tan solo es necesario que dejéis la propina encima de la mesa y ya os podéis ir. A veces no hace falta que esperéis a que os traigan el cambio si habéis pagado con un billete lo suficientemente grande como para cubrir la propina. Esta es la forma más directa y sencilla de dejar propina en Estados Unidos.
Cuando pagáis con tarjeta la cosa cambia un poco. Os traerán la cuenta con el importe a pagar y debajo veréis que hay dos líneas en blanco. En una debéis anotar la cantidad que queréis dejar de propina. En la otra debéis sumar esa propina a la cuenta y dejar anotado el total que os van a cobrar. Para que no os compliquéis la vida haciendo cálculos, suelen venir precalculadas tres opciones de propina para que elijáis la que prefiráis (normalmente son un 15, un 18 y un 20%). Si queréis dejar otra cantidad tendréis que calcularla vosotros mismos. Un consejo: si elegís alguna de las opciones precalculadas tampoco está de más que os aseguréis que está bien. Ha habido casos en que las cantidades estaban equivocadas y la propina sugerida era muy superior al tanto por ciento indicado.
Por cierto, cuando anotéis la propina y el total ya os podréis ir. Antes de eso ya se habrán llevado vuestra tarjeta para pasarla por el datáfono y ya tendrán los datos. Después os cobrarán la cantidad total con la propina incluida.
Un sistema más simple de lo que parece
Puede que al principio el sistema de dejar propina en Estados Unidos parezca algo complejo. Pero pronto se convertirá en algo rutinario y haréis los cálculos casi sin daros cuenta. Tan solo hay que ir mentalizados de que todo será más caro de lo que estaba previsto inicialmente, pero nada más. Esperamos que este post os haya servido para aclarar cualquier duda respecto a este tema.
Pues aunque me den todas las explicaciones del Mundo……… no estoy de acuerdo con esta practica ABUSIVA al turista. Vergüenza les debería dar al Gobierno Estadounidense el seguir permitiendo este atraco a los clientes.
No hay Sindicatos en EEUU que defiendan los derechos del trabajador ???
Lo que tengo muy pero que muy claro, y lo digo porque ya he estado varias veces en EEUU es que NO DEJO PROPINA., por lo menos no la que me quieren obligar a dejar. Considero que pagar 20 $ por una copa de vino en un Restaurante, está mas que bien pagado como para tener que dejar encima una propina obligatorio.
Si no me la indican en la fac. dejo lo que YO CONSIDERO OPORTUNO. Y si me la incluyen, simplemente lo descuento. No deberían intentar obligar al turista a pagar nada por obligación. Deberían darle a los trabajadores un salario mínimo decente.
Los precios en EEUU no son precisamente bajos. Es decir, El dueño del negocio, cobra bien……. y el turista es el que además de pagar precios altos….. le tiene que solucionar el problema al trabajador ??????
En la mano de los miles de turistas está en negarse a pagar, y así obligar al Gobierno a cambiar esta practica abusiva.
Hola Inmaculada,
Como bien dices, es un sistema totalmente injusto. No solo lo es para el que tiene que desembolsar ese dinero en forma de propina, sino que también es terrible para el empleado que cobra una miseria de salario. Por desgracia no somos los turistas los que conseguiremos cambiar nada si no dejamos propina, deben ser los propios estadounidenses los que se den cuenta de la injusticia y le pongan remedio. La propina está muy arraigada en las costumbres de Estados Unidos y no la pagan solo los turistas, sino todos los ciudadanos del país. Así que mientras ellos no digan basta, no habrá nada que hacer al respecto.
Totalmente de acuerdo, a mi entender es injusto para tanto para el trabajador, como para el cliente. Eso que el cliente deba de pagar una fracción del sueldo de la empresa… es un rollo arcaico. Además, muchos turistas que viajan a los E.E.U.U no cobran 5.000 euros al mes, tienen que contar bien sus billetes. Entiendo que los E.E.U.U no son España. El devenir histórico de aquella colonia independizada es peculiar, tiene una forma propia de entender la sociedad y la economía. No seré yo quien les diga como tienen que vivir. Ahora bien, las opciones son sencillas, reducir las visitas a cafeterías y restaurantes al mínimo. La peluquería no falla, a no ser que uno mismo se corte el pelo, que no es mi caso, pero es algo puntual. Si uno fuera una persona adinerada no habría problema, pagas unos cientos de dólares más a lo largo del viaje y ya está. Esto también ocurre en los hoteles flotantes. Totalmente en desacuerdo con que un trabajador no cobre por su trabajo o cobre una miseria.
Hola Alonso,
Vemos este tema de la misma manera que tú, aunque por desgracia poco podemos hacer para cambiar las cosas. Un saludo.